El campo se rebela contra la dictadura del progresismo ‘ecojeta’
Sorprende que el Gobierno pretenda restar crédito a la protesta que prepara el campo español en forma de tractorada nacional y presuma de que sus contactos con el sector agrario son constantes y, al tiempo, el Ministerio del Interior haya dado instrucción a sus unidades policiales para que se suspendan permisos que ya estuviesen concedidos a fin de evitar el colapso por falta de suministros a gasolineras o supermercados . Todo el personal de las Unidades de Intervención Policial (UIP) y de las Unidades de Prevención y Reacción deberá estar disponible ante la posibilidad de que se bloqueen puertos y grandes centros logísticos de distribución.
Detrás de la protesta -perfectamente justificada- del campo español está el hartazgo contra una reforma de la PAC orquestada por políticos que pretenden imponer la dictadura ecojeta (de la que el Gobierno español es uno de sus más fervientes defensores) e imponer, en contra del sentido común, esa Agenda 2030 que no es más que un proyecto progre que pretende pasar por encima de agricultores y ganaderos. No sólo es un problema español, sino de otras naciones de la UE y de ahí que las protestas del campo se extiendan allende nuestras fronteras. Trabajan prácticamente a pérdidas y, encima, son víctimas de una burocracia absurda que les resta tiempo y dinero. A las protestas se sumarán los camioneros, la pesca y el taxi, otros de los sectores afectados.
La tormenta perfecta para un Gobierno que teme seriamente escenas de desabastecimiento en supermercados y gasolineras. Los prebostes de la UE han condenado al sector agrario a una muerte lenta y el Gobierno de Pedro Sánchez se ha erigido en referente de esas políticas fundamentalistas en materia agroambiental. El campo agoniza y su protesta es la respuesta desesperada a la soga que el ecologismo del salón pretende anudarle al cuello. Pocas veces una rebelión ha estado tan justificada, entre otras cosas porque no hay nadie que defienda más el medio ambiente que quien vive del campo o del mar. Para auténticos ecologistas, comprometidos con la defensa de la naturaleza, agricultores, ganaderos y pescadores. ¡A ellos van a darles lecciones de ecologismo!