Begoña quiere una purga en Presidencia

Begoña

Según cuenta Joan Guirado en este mismo medio, el periodista más valiente e incisivo de cuantos siguen las andanzas presidenciales, la famosa Begoña Gómez, a la que en Argentina donde han convertido en la evita española –eso sí, en blanco y negro–, está que trina contra dos hombres clave en el Gabinete de la Presidencia, el jefe Óscar López y el vicejefe Antonio Hernando tras pasar por las faldas de Pepiño.

El periodista catalán añadía en su información que el motivo de la inquina de tan famosísima dama contra los colaboradores del gran conducator no es otro que su percepción de que los dos conmilitones socialistas, antes adversarios internos de Sánchez y luego sus leales vasallos, no están defendiendo el buen apellido Gómez y, por ende, deben ser despedidos al amanecer.

Podría parecer, pero los señores López y Hernando no han reparado todavía que doña Begoña, honesta, seria y profesional (Sánchez dixit), se ha convertido en un bien de Estado, en una institución sin la cual no se puede entender la democracia española en todo su esplendor y mucho menos que 48 millones de ciudadanos de este país puedan comer tres veces al día.

Imagino cómo debió sentirse la señora presidenta (bis) cuando el jefe de la oposición blandió desde la tribuna del Congreso las portadas de los grandes rotativos del mundo libre en las que aparecía ella y en todas presididas por la palabra «corrupción». No quiero creer que a partir de ese momento, si algo en las relaciones políticas Sánchez/Feijóo era reversible, pueda ponerse en sordina tanta inquina y tanta desazón. Mandará mucho, podrá creerse la primera dama (no lo es), será muy honesta, seria y responsable, pero ya nadie podrá librarle del sambenito que hace furor por el Mar del Plata.

Aunque los jueces digan lo que quieran, quedará en la historia como la primera esposa de un presidente del Gobierno que coqueteó mediante cartas, llamadas, viajes, influencias, etc… con la corrupción. Esto es así lo diga un juez, Agamenón o su porquero.

Y sé también a ciencia cierta los tejemanejes de funcionarios de la Justicia próximos a la Moncloa que están perpetrando, día sí y día también, para librar o intentar librar que Begoña Gómez sea lo que realmente es: una ciudadana española como otra cualquiera sometida al imperio de la ley.
Sigan atentos a la pantalla…

Lo último en Opinión

Últimas noticias