Armengol ha fracasado, también en vivienda

Esta misma semana hemos sabido que el Govern del pacto de izquierdas pretende dar el primer paso para la limitación del precio de los alquileres de las viviendas. Una medida que se enmarca en la nueva Ley de Vivienda de Pedro Sánchez y que Armengol, como siempre, fiel a las políticas del sanchismo, intenta ser la primera en aplicarlas. Ya lo vimos cuando fue la primera en implantar la LOMLOE y ahora lo mismo con la Ley de Vivienda. Educación y vivienda, casi nada.

Armengol quiere ser la primera en poner en funcionamiento una ley de Sánchez que lo único que hace es desproteger a los propietarios y proteger a los okupas. Ya saben ustedes cómo acaban las políticas intervencionistas y de ataque a la propiedad privada: en más inseguridad jurídica y un encarecimiento de los precios de las viviendas.

Ejemplo de ello lo tenemos con los resultados en la política de vivienda del Govern Armengol durante estos ocho años. Hoy comprar o alquilar una vivienda en las Islas es algo prohibitivo para muchas familias; las políticas intervencionistas del Pacte han contribuido a que seamos la región de España donde más sube el precio de la vivienda, concretamente en un año se ha incrementado un 20,30%.

Armengol y su partido saben que la vivienda es uno de los principales problemas que afectan a los ciudadanos de Baleares y ahora, a tan solo varias semanas de las elecciones municipales y autonómicas, se acoge a la desesperada Ley de Vivienda de Sánchez para intentar ofrecer algo a los votantes. Y lo hace basándose en una Ley que está llena de ocurrencias y que descarga toda la responsabilidad a los propietarios. Vamos, unas recetas antiguas que ya han fracasado por donde se han aplicado. En mi opinión, hay que dar más seguridad e incentivos a los propietarios y colaborar con la iniciativa privada con el objetivo de sacar más oferta al mercado y así poder bajar los precios.

Es evidente que el acceso a la vivienda en Baleares ha sido uno de los principales fracasos del Govern Armengol y ahora pretenden hacernos creer a los ciudadanos, a base de promesas, que en tres semanas harán todo lo que no han hecho durante estos ocho años. Tras dos legislaturas fracasadas, también en políticas de vivienda, donde sus actuaciones se han basado simplemente en más intervencionismo, en crear una mayor inseguridad jurídica y en una mayor presión fiscal, ya no es el momento de más ocurrencias electorales. Ahora es el momento de cambiar de gobierno.