Además de mentiroso y prepotente, gafe

Pedro Sánchez
Pedro Sánchez

El pasado 10 de noviembre, Pedro Sánchez fue rotundo al afirmar que «esta Navidad será mejor que la pasada y el año próximo «aún mejor». La capacidad profética del presidente es portentosa; estamos delante de un visionario con unos dotes adivinatorias sin precedentes. Donde pone el ojo, mete la pata, porque, mes y medio después, España presenta el mayor brote de contagios desde el comienzo de la pandemia. En plena expansión de la variante Ómicron, el Gobierno sigue negándose a impulsar una ley de pandemias capaz de poner coto al caos jurídico que se genera cada vez que las autonomías pretenden imponer restricciones. Y es que desde que el PP presentara el 28 de julio de 2020 una proposición de ley para dotar a las comunidades de un marco jurídico, más de 5,2 millones de españoles se han contagiado por el virus.

El Ejecutivo socialcomunista carece de un plan alternativo para hacer frente a la  expansión de la pandemia  y todo lo fía a la vacunación, insuficiente para frenar los contagios. Todo desde el principio ha sido un absoluto caos, porque el Gobierno decretó varios estados de alarma de forma inconstitucional y, una vez finalizados, le traspasó la patata caliente a las autonomías, pero sin un instrumento jurídico que les permitiera tener margen de maniobra suficiente para aplicar distintas medidas en función de la evolución del virus. Los presidentes autonómicos del PP insistirán hoy ante el presidente del Gobierno en la necesidad de aprobar de forma inmediata esa ley de pandemias que el Gobierno no ha querido impulsar.

El documento que ofrece OKDIARIO sobre la profecía -por supuesto, incumplida- de Pedro Sánchez demuestra a las claras que, además de un iluminado, es gafe. Cada vez que abre la boca para presumir de futuro, la cosa se torna negra. «Esta Navidad será mejor que la pasada», dijo el profeta.  Y es que, además de mentiroso, tiene un mal fario contagioso.

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