Lo mejor para España en Cataluña

Lo mejor para España en Cataluña

La semana que viene serán las elecciones catalanas. Esas que han sido convocadas de una manera totalmente cuestionable, que están celebrando su campaña en un clima absolutamente lamentable y que, posiblemente, supongan una escalada a peor en el terrible contexto en el que nos encontramos. Lo mejor que podría pasarnos a todos los ciudadanos demócratas es que se calmasen las aguas. Que cesasen los enfrentamientos, los focos mediáticos sobre cuestiones que únicamente están confundiendo y alterando los discursos políticos del odio y el miedo. Que terminasen de una vez las dudas y los temores tan fundados, la sensación de que todo puede suceder ante la evidencia de que enormes desastres ya han ocurrido. Que de una vez nuestros dirigentes políticos nos dieran una lección a todos demostrando que merecen el cargo de responsabilidad que ocupan.

Por eso, sinceramente, el bloque del 155 no debería ganar las elecciones en Cataluña.  El destrozo absoluto de la convivencia puede atribuirse a la negativa absurda y desproporcionada que, sistemáticamente ha venido de la mano del Partido Popular, y por supuesto de sus colaboradores —que no eran necesarios pero se han subido a un carro cobarde y poco edificante para nuestra tan maltrecha democracia—. Su grado de provocación, de posible prevaricación, de manipulación, de humillación sobrepasa, con creces, el empecinamiento de los “pérfidos secesionistas” que, fundamentalmente están defendiendo unas ideas que deberían ser escuchadas y respetadas, por lo menos. Lo mejor que puede pasarle a Cataluña, y también a España, es que gane el bloque soberanista, donde ERC pueda desplegar su influencia de forma evidente. Que los Comunes den su apoyo al bloque soberanista-republicano para plantear una república que comience por apuntalar los derechos sociales y continúe su proyecto de manera integradora y pedagógica, posibilitando que el resto de España se una y se avance conjuntamente, trazando para ello los pactos necesarios con sus enlaces en Madrid. 

Podría suponer el empuje necesario para alcanzar una sociedad Republicana —con todo lo que el concepto “España Republicana” engloba, en términos de responsabilidad cívica ciudadana, de destierro de la corrupción, de las instituciones sin legitimidad, de recuperación de lo público—. Será necesario tender puentes también con el PSC dándole la posibilidad de que regrese de nuevo a la izquierda. Invitar a los de Iceta a sumarse en un proyecto amplio, donde una parada necesaria sea la República Federal de España. 

De este modo, las alianzas estarán servidas para propiciar lo que realmente necesita España: España necesita República, dotarse de instituciones plenamente democráticas, transparentes; reforzar una justicia eficaz y verdaderamente independiente; dotarnos de medios de comunicación responsables y convertirnos, en definitiva en una ciudadanía mucho más exigente y comprometida. Para dar el primer paso, será imprescindible plantear una moción de censura en Madrid. En definitiva, lo mejor para España es que Cataluña colabore en la construcción de una República en la que todos podamos sentirnos en términos de igualdad y hermandad.

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