CENA DE NAVIDAD

El truco definitivo para descongelar el marisco a tiempo para Nochebuena (y por qué no debes hacerlo en la nevera)

No es recomendable acelerar los tiempos de descongelación en el frigorífico

La mejor solución: la técnica del agua fría

El síndrome que muchos sufren en Navidad y no lo saben: los psicólogos advierten

Sigue a Papá Noel en directo desde tu móvil: descubre en tiempo real por dónde van tus regalos

marisco
El marisco, alimento esencial en las cenas de Navidad españolas.

Llega la cuenta atrás para la cena de Nochebuena y el marisco es, sin duda, el protagonista absoluto de la mesa. Sin embargo, un error en los tiempos de preparación puede arruinar una inversión económica considerable.

Aunque la recomendación tradicional es el paso lento del congelador al frigorífico, las prisas de última hora suelen jugar malas pasadas. Si te has quedado sin margen de maniobra, existe un método infalible para salvar el menú sin comprometer la textura ni el sabor del producto.

El riesgo de la nevera: cuando el tiempo no juega a tu favor

Muchos expertos coinciden en que la descongelación en la nevera es segura, pero tiene un gran inconveniente: es extremadamente lenta. Unas gambas o unos langostinos pueden tardar hasta 24 horas en estar listos. Si intentas forzar el proceso en el frigorífico cuando solo faltan unas horas para la cena, el centro del marisco seguirá cristalizado, lo que provocará una cocción irregular: el exterior se pasará de punto mientras el interior quedará crudo y frío.

La técnica del agua fría: rapidez y seguridad

Si el tiempo apremia, el truco definitivo no es otro que el baño de agua fría con sal, pero con un matiz importante en la ejecución:

  • Sellado hermético: nunca pongas el marisco en contacto directo con el agua si ya está pelado o si es un producto delicado. Lo ideal es mantenerlo en una bolsa de congelación con cierre hermético para que no pierda sus jugos naturales.
  • Agua corriente o sumergida: coloca la bolsa en un recipiente con agua fría (nunca caliente, ya que empezarías a cocinar la superficie y favorecerías el crecimiento bacteriano).
  • El factor salino: añadir un puñado de sal al agua ayuda a mantener la firmeza de la pieza, simulando el ambiente marino y evitando que el marisco se ablande en exceso.

Los errores que matan el producto

Para que el marisco luzca como recién traído de la lonja, hay tres líneas rojas que no debes cruzar:

  • Adiós al microondas: es el enemigo número uno. El marisco tiene una proteína muy sensible que se endurece al instante con las ondas, dejándolo con una textura gomosa imposible de corregir.
  • Temperatura ambiente: dejar el marisco sobre la encimera de la cocina durante horas es una invitación directa a una intoxicación alimentaria, especialmente con las temperaturas de una cocina en pleno funcionamiento navideño.
  • Agua caliente: el choque térmico destruye las fibras del animal, haciendo que pierda todo su sabor y se deshaga al pelarlo.

Siguiendo la técnica del agua fría controlada, podrás tener tus piezas listas en menos de una hora, manteniendo intactas las cualidades sensoriales que hacen del marisco el rey de las fiestas.

Lo último en Navidad

Últimas noticias