Insectos

Los zoólogos avisan y no es broma: esta hormiga es muy agresiva y ya está colonizando edificios enteros

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Hormiga faraón. Foto: Wikimedia Commons / CC BY-SA 4.0 / Diego Delso
  • Ana López Vera
  • Máster en Periodismo Deportivo. Pasé por medios como Diario AS y ABC de Sevilla. También colaboré con la Real Federación de Fútbol Andaluza.

Especialistas en fauna urbana advierten de que una diminuta especie de hormiga está logrando algo inusual: conquistar edificios completos desde el interior.

Su avance silencioso ya preocupa a científicos y autoridades sanitarias, ya que no afecta a viviendas únicamente, sino también a hospitales, residencias y centros de trabajo en distintas partes del mundo.

La hormiga faraón invade edificios y se convierte en una plaga urbana

La hormiga faraón (Monomorium pharaonis) es un insecto invasor que ha encontrado en las construcciones humanas el entorno perfecto para expandirse.

Este insecto, con apenas 1,6 milímetros de longitud, puede colarse por rendijas imperceptibles, desplazándose por cableado eléctrico, conducciones de agua y huecos estructurales que conectan sótanos con áticos.

Según informa Earth.com, de acuerdo con el entomólogo J. C. Nickerson, del Departamento de Agricultura de Florida, la hormiga faraón es una de las más difíciles de eliminar en entornos urbanos. Su éxito no radica en su fuerza, sino en su biología.

Sus colonias cuentan con múltiples reinas capaces de reproducirse al mismo tiempo, lo que garantiza una reposición constante de individuos incluso cuando parte del nido es destruido.

Por qué la hormiga faraón se reproduce y se expande tan rápido

A diferencia de otras hormigas domésticas, esta especie utiliza un sistema de expansión especialmente eficaz. Mediante la fragmentación, los grupos de obreras se separan del nido original transportando crías y, en ocasiones, una reina, para crear nuevos asentamientos a poca distancia.

Este comportamiento da lugar a una red de colonias interconectadas que funcionan como una única supercolonia. El resultado es una infestación extensa y persistente, capaz de ocupar paredes, techos y suelos sin que los ocupantes del edificio sean conscientes de la magnitud real del problema hasta que ya está muy avanzado.

El riesgo sanitario de la hormiga faraón en hospitales y viviendas

El verdadero peligro de la Monomorium pharaonis no es sólo estructural o estético. En entornos sanitarios, su presencia supone una amenaza directa. El investigador James Wetterer ha documentado casos en los que estas hormigas acceden a material médico, vendajes y sistemas de goteo intravenoso gracias a su reducido tamaño.

Estudios de laboratorio han confirmado que pueden actuar como vectores de bacterias patógenas, entre ellas Salmonella, Staphylococcus y Streptococcus.

Investigaciones publicadas en la revista científica The Lancet señalan que estos insectos son capaces de trasladar microorganismos entre diferentes superficies e incluso entre pacientes, aumentando el riesgo de infecciones en hospitales y residencias.

Cómo eliminar la hormiga faraón sin agravar la infestación

Intentar acabar con esta plaga mediante insecticidas convencionales suele ser contraproducente. El entomólogo David Oi advierte de que los productos de acción rápida provocan que las colonias se dividan y se dispersen aún más dentro del edificio, dificultando su control.

La estrategia más eficaz, según la comunidad científica, pasa por el uso de cebos de acción lenta y reguladores del crecimiento como el piriproxifeno. Estos compuestos permiten que las obreras repartan el producto por toda la red de nidos, afectando a reinas y larvas.

Este método puede erradicar colonias completas en unas 10 semanas, siempre que exista coordinación entre los ocupantes del inmueble.

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