¿Sabías que el cuerpo humano cada vez es más frío?
Algunos datos, procedentes de investigaciones, concluyen en que el cuerpo humano es cada vez más frío. ¿Qué hay de cierto en ello? Aquí te lo contamos.
La temperatura corporal siempre ha sido un indicador de lo bien o mal que pueda estar la salud de una persona. Medirla, por tanto, es importante. Saber cuál es el rango ideal o sano es necesario. Ese límite lo estableció en 1851 Carl Reinhold August Wunderlich, padre de la termometría clínica. Él planteó que el rango ‘normal’ era de 37 ºC. Sin embargo, actualmente hay estudios que señalan que, con el paso del tiempo, el cuerpo humano cada vez es más frío. Esta aseveración ha sido sorprendente, ya que la mayoría de las personas están dentro de la creencia de que la temperatura corporal es estable.
El homo sapiens, al igual que un gran número de animales, cuenta con mecanismos termorreguladores. Se trata de sistemas vitales, que tienen la misión de mantener el organismo funcionando de la mejor manera, sin importar las condiciones medioambientales.
Ejemplos de lo anterior se pueden ver en los casos de calor excesivo, escenarios que provocan la dilatación de los vasos sanguíneos. Esto con el objetivo de expulsar los excesos mediante la transpiración. A la inversa, cuando se siente mucho frío, esos mismos vasos se contraen para evitar la pérdida de calor corporal.
Mecanismos de medición
Se usan termómetros que han ido variando en su composición y funcionamiento a medida que la tecnología ha ido evolucionando. En sus comienzos se empleaba una línea de mercurio, en la actualidad la utilización de este mineral está vetada por su alta toxicidad. Se cambió por el galinstan, una mezcla de galio, indio y estaño, que tienen buena sensibilidad y no son tóxicos. Los más modernos son los digitales, bastante más económicos y precisos.
Los lugares del cuerpo para medir la temperatura son la axila, debajo de la lengua y el recto. El más adecuado es este último, pero no suele ser el preferido. La medición de la axila es la más popular, aunque la menos precisa. Con los termómetros digitales se han diseñado modelos infantiles como chupetes, los punteros de rayos láser se volvieron muy populares luego de la pandemia por Covid 19.
La temperatura corporal varía dentro de su normalidad
Igual que la huella digital, la temperatura es particular en cada persona y depende de sus circunstancias. Es decir, puede variar de acuerdo a las actividades que realice. En estado de reposo es más baja que cuando, por ejemplo, se practica algún deporte o se está bajo presión en un trabajo. En diferentes personas puede variar entre 36,5ºC y 37,5ºC.
Estudios que indican que el cuerpo humano cada vez es más frío
Diferentes equipos científicos y médicos han rastreado el comportamiento de la temperatura corporal humana a lo largo de distintos momentos históricos. Después de recopilar y analizar los datos, las conclusiones son claras: el cuerpo humano cada vez es más frío.
Los resultados obtenidos señalaron que los 37ºC en promedio de antaño han ido bajando 0.03ºC por década. Puntualmente, en el caso de los habitantes de Estados Unidos, el descenso es de medio grado centígrado en comparación con los niveles de hace 150 años. Y hay razones para pensar que esta variación es mundial.
Los indicios
Los investigadores encontraron que los hombres nacidos durante el siglo XIX tuvieron temperaturas 0.59ºC más altas que las actuales. En cuanto a las mujeres, la situación es similar. Desde 1890 ha descendido en 0.32ºC, todo esto lleva a una media de 36,6ºC.
Para apoyar sus resultados, los investigadores presentaron dos pruebas. La primera es que la variación descendente entre datos antiguos y modernos se mantiene, sin importar el termómetro utilizado. En segundo lugar, en mediciones de 1960 encontraron que las personas de más edad mostraron mayores temperaturas que las más jóvenes.
Causas probables
El cuerpo humano cada vez es más frío por motivos que tienen que ver con su constitución física. Desde el punto de vista de la microbiología, los cuerpos humanos han sufrido cambios significativos. La ciencia, con sus aportes en antibióticos y vacunas, han reforzado el sistema inmunológico. Hay mayor control de infecciones y enfermedades que hace años inflamaban los tejidos corporales y elevaban la temperatura corporal.
No hay que perder de vista que estos resultados conclusivos aplican únicamente a los estadounidenses. Falta replicar a profundidad este tipo de trabajos en otros países donde la salud haya presentado mejoras sostenidas en el último siglo. Solo así se podrá generalizar. De momento, es de suponer que la tendencia tiene un límite mínimo, aunque se desconozca cuál es.
En resumen, los avances en la ciencia y la tecnología aplicada a la medicina han propiciado un cuerpo humano cada vez más frío. Otro de los aspectos que aún falta por determinar -además de la confirmación de que el descenso es a escala mundial – es cómo responderá la anatomía humana frente a los cambios que trae consigo el calentamiento global. A medida que haga más calor, ¿nuestro organismo seguirá enfriándose?
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