Poca gente lo sabe, pero este árbol es una dañina especie invasora que viene del Sahara y Canarias está plagada

España cuenta con alrededor de 200 especies invasoras: animales, plantas y hongos que llegaron desde fuera (por accidente o por algún capricho humano) y han terminado cambiando el ecosistema para poder adaptarse.
Eso es lo que ha ocurrido con un árbol procedente del Sáhara, una especie tan resistente como dañina que ya ha colonizado buena parte del sur y suroeste de Gran Canaria. Lo preocupante es que no hay freno claro para su avance.
Este es el árbol invasor que amenaza Gran Canaria
El nombre científico de este árbol es Calotropis procera, aunque en Canarias ya lo conocen como el manzano de Sodoma. Lo llaman así por sus frutos hinchados, que al abrirse sueltan semillas ligeras con una especie de pelusa blanca que el viento arrastra sin esfuerzo. A simple vista no parece peligrosa, pero las apariencias engañan.
Este es un árbol pequeño, de entre uno y dos metros de altura, verde, de hojas duras y gruesas. Su savia es blanca, pegajosa y, sobre todo, tóxica: puede provocar desde irritaciones leves hasta quemaduras si entra en contacto con la piel. Crece sin freno, se reproduce durante todo el año y aguanta suelos pobres, salinos y secos sin problema. Por eso es que se expande tan rápido en Canarias.
Cómo llegó a España esta especie invasora
El primer registro conocido de Calotropis procera en España se remonta a 1967, en Fuerteventura. Alguien la plantó como ornamental en una finca del valle de Giniginámar y, desde allí, fue extendiéndose sin mucho control.
En Gran Canaria no está tan claro cuándo ni cómo se introdujo, pero todo apunta a que lleva varias décadas cultivándose en algunos puntos del sur y suroeste. Desde hace unos años, ejemplares asilvestrados han ido apareciendo en lugares como el barranco de La Aldea, Tasarte o los alrededores de San Bartolomé de Tirajana. También se ha detectado en Playa del Inglés, Mogán y zonas altas del valle de San Nicolás de Tolentino. Por ello, la preocupación va en aumento.
Por qué este árbol está poniendo en jaque a los ecosistemas canarios
La amenaza no es exagerada. Este árbol ha sido incluido en el Catálogo Español de Especies Exóticas Invasoras desde 2013 por su potencial destructivo. Su savia, además de ser tóxica para los humanos, también lo es para el ganado.
En zonas ganaderas representa un riesgo si los animales la consumen accidentalmente. Pero lo más preocupante es su impacto sobre la biodiversidad: desplaza a especies autóctonas, compite por recursos y rompe el equilibrio del ecosistema.
En algunos casos, ha colonizado zonas donde antes apenas se veía vegetación. No obstante, no se ha investigado en profundidad cómo afecta exactamente a otras especies vegetales cercanas. El Cabildo de Gran Canaria ya ha puesto en marcha un plan de control, con brigadas que arrancan manualmente los ejemplares antes de que liberen más semillas. Aun así, erradicarla sigue siendo complicado.
Por su resistencia, por su facilidad para reproducirse y por la falta de depredadores naturales, el manzano de Sodoma es uno de esos invasores silenciosos que se expande sin hacer ruido y, cuando queremos reaccionar, ya es demasiado tarde.
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