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Los expertos alertan por la expansión en España de este animal: no es una plaga, pero empieza a causar problemas

Animal, fauna, curiosidades
Meloncillo. Foto: Fundación Aquae
  • Ana López Vera
  • Máster en Periodismo Deportivo. Pasé por medios como Diario AS y ABC de Sevilla. También colaboré con la Real Federación de Fútbol Andaluza.

La llegada y expansión de ciertas especies puede alterar sin avisar el equilibrio natural de un territorio. En la Península Ibérica, un pequeño animal carnívoro está generando inquietud con su presencia entre expertos y responsables de conservación.

Su capacidad de adaptación y el impacto sobre la fauna autóctona han puesto en alerta a varias comunidades autónomas, que buscan formas de contener su avance antes de que las consecuencias sean irreversibles.

Expansión creciente de este animal en España: los especialistas están preocupados

Durante las últimas décadas, el meloncillo (Herpestes ichneumon) ha ampliado su distribución por distintas zonas de España, destacando por su capacidad para adaptarse a nuevos entornos.

Este mamífero es un depredador oportunista que consume una gran variedad de presas, lo que le ha permitido prosperar incluso en áreas donde antes no se registraba su presencia. Su avance no es exclusivo de España: una investigación publicada en Springer Nature revela una tendencia similar en Portugal, basada en tres décadas de datos de caza.

El estudio destaca que este carnívoro está afectando a especies clave como el conejo y la liebre, fundamentales tanto para la biodiversidad como para la actividad cinegética.

Aunque el número de meloncillos alcanzó su punto máximo en Portugal en 2017, su implantación ya está consolidada, lo que representa un nuevo desafío para la gestión de la fauna silvestre en ambos países.

Impacto del meloncillo en la biodiversidad ibérica

El análisis en Portugal refleja una fuerte disminución en las capturas de liebres y conejos desde 2013, una caída que aún no ha logrado revertirse. Las causas no son únicas: a las enfermedades como la mixomatosis y la enfermedad hemorrágica vírica se suma la presión ejercida por nuevos depredadores. Aunque el zorro también ha influido, su patrón de crecimiento ha sido distinto.

Portugal se convierte así en un ejemplo que España no puede ignorar. En regiones como Extremadura y Andalucía, donde la presencia del meloncillo es más acusada, ya se están adoptando medidas para frenar su expansión y minimizar su impacto ecológico.

Medidas de control en marcha en distintas comunidades autónomas

En respuesta a esta situación, algunas comunidades han comenzado a actuar. Extremadura, por ejemplo, ha aprobado la caza controlada del meloncillo, autorizada entre octubre y febrero, siempre en horario diurno y mediante solicitud previa. La medida busca aliviar la presión sobre otras especies, aunque su efectividad dependerá de su correcta aplicación.

Andalucía, por su parte, aún no ha declarado al meloncillo como especie cinegética, pero permite su control excepcional si se acreditan daños. Aunque estas acciones no convencen del todo a sectores como el cinegético o el ganadero, marcan un primer paso hacia una estrategia más estructurada.

La proliferación de este animal está transformando los ecosistemas ibéricos. Su efecto sobre especies autóctonas plantea una pregunta muy importante: ¿cómo equilibrar la conservación con el control poblacional?

Los expertos coinciden en que la respuesta debe basarse en datos científicos, experiencia de campo y coordinación entre España y Portugal. Sólo mediante una gestión responsable será posible proteger la biodiversidad sin provocar nuevos desequilibrios en la naturaleza.

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