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¿Qué es la agresividad redirigida en tu gato?

Algunos síntomas de nuestras mascotas nos indican cierta tendencia a ser agresivos. ¿Sabes en qué consiste la agresividad redirigida en tu gato? Aquí te contamos algo más.

Gato agresivo
La agresividad redirigida en mascotas

La agresividad redirigida en tu gato no es una situación atípica. un número bastante superior al de los ejemplares debidamente diagnosticados padece este problema. Una afección que puede tornarse grave y que en ocasiones termina en abandonos, mininos recluidos en refugios o que son trasladados constantemente entre distintos hogares de acogida. En algunas ocasiones se toman medidas más drásticas: terminar con la vida del animal a través de una eutanasia.

Como se trata de una afección infradiagnosticada, la mayoría de los felinos que la padecen no reciben la ayuda adecuada. Del mismo modo, los dueños, al carecer de las herramientas necesarias para poder enfrentar este tipo de escenarios, optan por claudicar.

En pocas palabras, ¿de qué se trata la agresividad redirigida en tu gato?

Como su nombre lo indica, la agresividad redirigida ocurre cuando el felino vuelca sus frustraciones y molestias sobre un elemento cualquiera, sin que esté relacionado con el estímulo causante de la irritación. Personas, otras mascotas y hasta objetos inanimados se convierten en los receptores de estos ‘arrebatos’.

Los arranques violentos ocurren generalmente sin que la fuente discordante esté presente físicamente en el entorno. Incluso este comportamiento puede obedecer a hechos pasados, de los cuales los cuidadores de las mascotas ni siquiera tienen conocimiento.

Además de ser acciones incomprendidas y aparentemente carentes de todo sentido lógico, estos comportamientos son impredecibles. Pero lo más delicado es que suelen incluir una alta carga de violencia y agresividad. Lo que puede resultar potencialmente peligroso si el elemento sobre el cual el gato decide desplazar su ira es un niño pequeño.Agresividad en mascotas

Hay que buscar ayuda

Es falso que los gatos son irascibles ‘porque sí’. Toda acción es una consecuencia de algo previamente vivido por el animal. También puede ser una señal de un problema médico. Si se trata de una mascota violenta o que desconfíe de los humanos, muy probablemente esto obedezca a experiencias pasadas o a una educación deficiente.

La agresividad redirigida en tu gato tiene que ser atendida en primer lugar por un veterinario. Este especialista descartará que se trate de un problema físico, (tumores, fracturas o cualquier traumatismo imperceptible a simple vista). También aplicará exámenes neuronales para asegurarse que todo funcione bien dentro del aparato nervioso y del cerebro del minino.

Salvado el paso anterior, el ejemplar ‘problemático’ pasará a manos de un etólogo, quien definirá las estrategias a seguir a partir de las particularidades del caso. Los dueños del gato deben estar conscientes que, en ocasiones, superar estas crisis no es fácil. Pero tampoco es imposible.

Cómo ayudar a la mascota

Los gatos, como todo ser vivo, tienen necesidades específicas. Las cuales siempre deben estar cubiertas. Empezando por la alimentación y gozar de un ambiente tranquilo, donde los ruidos fuertes no sean cosa de todos los días.

También los pequeños feinos requieren de actividad física y mental que les ayude a mantener todos sus sentidos trabajando a su máxima capacidad. Si notas comportamientos agresivos en tu mascota sin razón aparente, no los ignores. Solicita ayuda a un profesional.

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