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Aviso urgente de los veterinarios si tienes este árbol de Navidad en casa: es muy tóxico para tu perro

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Janire Manzanas
  • Janire Manzanas
  • Graduada en Marketing y experta en Marketing Digital. Redactora en OK Diario. Experta en curiosidades, mascotas, consumo y Lotería de Navidad.

La Navidad llega cada año acompañada de luces, adornos, guirnaldas y, por supuesto, el tradicional árbol que preside los salones de millones de hogares. El principal dilema se encuentra entre elegir un abeto natural o uno artificial, pero lo que muchos no saben es que algunos de estos árboles (especialmente los naturales) suponen un riesgo para los perros. En las últimas semanas, varios colegios veterinarios han lanzado un aviso urgente: hay un tipo de árbol navideño que contiene sustancias tóxicas.

Se trata del abeto natural, especialmente las variedades de abies nordmanniana, picea abies y abeto rojo. El problema es que produce aceites esenciales y resinas que resultan irritantes para el sistema digestivo de los perros. Estas sustancias, que se encuentran en las hojas (agujas), ramas y corteza, pueden provocar reacciones adversas incluso en pequeñas cantidades. Los veterinarios recomiendan acudir inmediatamente a consulta si el perro presenta alguno de los siguientes síntomas tras estar en contacto con el árbol: salivación intensa, vómitos, diarrea o heces con sangre, letargo, desorientación, hinchazón de la boca, dolor abdominal, temblores, fiebre o dolor abdominal.

El árbol de Navidad más peligroso para el perro

El abeto natural produce aceites que, si se ingieren, pueden provocar salivación excesiva, vómitos, diarrea, dolor abdominal e incluso cambios en el comportamiento del perro. Por otro lado, las agujas son rígidas y puntiagudas, de forma que, si el perro las mastica o las traga, se le pueden clavar en la boca, en la lengua o en el esófago.

Asimismo, cuando se coloca un abeto natural, su tronco se introduce en un soporte con agua para mantenerlo hidratado. Ese agua, después de varios días, contiene bacterias, hongos y sustancias tóxicas procedentes del propio árbol o de aditivos que se utilizan para conservarlo. Los perros, por curiosidad, tienden a beberla, lo que puede provocar una intoxicación severa.

A esto hay que sumar que muchos árboles naturales se rocían con pesticidas, pinturas, conservantes o nieve artificial, los cuales son tóxicos para los perros. Teniendo todo esto en cuenta, los veterinarios son muy claros: si tienes un abeto natural en casa, debes extremar la precaución. El problema no se limita solo al abeto natural: los animales también pueden intoxicarse con plantas clásicas de Navidad, como el acebo, el muérdago o la flor de pascua.

¿Y los árboles artificiales? ¿Son más seguros?

Los árboles artificiales no contienen aceites irritantes ni resinas tóxicas, por lo que son más seguros. Sin embargo, también presentan ciertos riesgos: el perro puede morder las ramas de plástico, lo que supone un peligro de atragantamiento. Además, algunos modelos están cubiertos con nieve artificial o purpurina, que también puede ser tóxicas.

Las mejores alternativas

Muchos dueños optan por versiones creativas y 100 % seguras para las mascotas:

  • Los árboles de madera son decorativos, modernos y sin riesgos tóxicos.
  • Los árboles de pared hechos con luces, cintas o guirnaldas, son una buena alternativa.
  • Los miniárboles elevados, colocados encima de una cómoda o estantería, lejos del alcance del perro, también son una gran opción.

Consejos navideños 

La decoración navideña suele llamar mucho la atención de los perros, especialmente si son jóvenes o curiosos, así que es recomendable colocarlos fuera de su alcance. Asimismo, es recomendable cubrir los cables de las luces, ya que morderlos podría causarles descargas eléctricas o lesiones graves.

La comida es otro aspecto relevante durante las fiestas, ya que abundan los dulces, los asados y los platos elaborados con ingredientes que no siempre son seguros para los perros. Hay que tener especial cuidado con alimentos como el chocolate, las uvas, las pasas, la cebolla o el ajo, que pueden resultar muy tóxicos. Incluso los huesos cocidos, que en ocasiones se ofrecen como premio, se pueden astillar y causar perforaciones internas.

Por otro lado, durante las celebraciones navideñas, suele haber mucho ruido en casa. Debido a que muchos perros son sensibles a los sonidos intensos, es conveniente crear un espacio tranquilo donde puedan refugiarse. Del mismo modo, permitir que el animal se retire cuando lo necesite y ofrecerle juguetes que lo mantengan ocupado contribuye a reducir el estrés.

Otro aspecto a tener son los regalos, ya que los papeles, cintas y lazos suelen terminar en el suelo y el perro puede ingerirlos accidentalmente. Por esa razón, es conveniente recogerlos tan pronto como se abran y vigilar que los juguetes de los niños no se mezclen con los del perro, para evitar que éste los rompa o trague piezas pequeñas.

Finalmente, es importante recordar que el invierno trae frío, lluvia o incluso nieve y, aunque muchos perros disfrutan de los paseos, se vuelve necesario secarlos bien al volver a casa para prevenir resfriados. Además, si pertenecen a razas frioleras o son muy mayores, jóvenes o de poco pelaje, un abrigo puede ser de gran ayuda. Planificar las celebraciones considerando las necesidades del perro permitirá disfrutar de unas navidades más tranquilas, seguras y felices.

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