Bolaños intenta colarse en la tribuna de honor junto a Ayuso y el equipo de protocolo se lo impide
La ministra de Defensa ha sido quien ha representado al Gobierno en los actos del Día de la Comunidad de Madrid
Moncloa cuela a Bolaños en el 2 de Mayo de Ayuso como acompañante de Robles tras no ser invitado
Pitos para Bolaños a su llegada a la sede del Gobierno de Ayuso para asistir a los actos del 2 de Mayo
El ministro de la Presidencia, Relaciones con las Cortes y Memoria Democrática, Félix Bolaños, ha intentado, sin éxito, colarse en la tribuna de honor del desfile militar del 2 de Mayo, a pesar de que la Comunidad de Madrid le había dejado claro que no tenía sitio, entre gritos de «¡dimisión, dimisión!» del público presente.
El departamento de protocolo del Gobierno de Isabel Díaz Ayuso ha impedido el paso a Bolaños cuando éste ha intentado colarse, después de dar un mitin contra la presidenta y contra el líder de la oposición, Alberto Núñez Feijóo, en declaraciones a los periodistas mientras empezaba el desfile y sonaba el himno de España fuera de la Real Casa de Correos.
Finalmente, Bolaños se ha colocado en el sitio que tenía inicialmente asignado, a ras de suelo, junto a alcaldes madrileños y los candidatos del PSOE a la Comunidad y el consistorio de la capital. Ahí ha permanecido un rato hasta que ha decidido marcharse, antes de que terminara el acto, acompañado por el líder de los socialistas madrileños, Juan Lobato, y la candidata del PSOE a la alcaldía de Madrid, Reyes Maroto.
Bolaños y su equipo, según fuentes presenciales, han adoptado una actitud «chulesca y prepotente» en todo momento. Pese a que a su llegada el clima ha sido de absoluta cordialidad. Los servicios de protocolo de la presidencia madrileña han tenido que recordarle en distintas ocasiones el decreto que regula el protocolo y por qué no podía subir a la tribuna, donde en el momento que ha intentado subir estaban también Alberto Núñez Feijóo y la presidenta de la Asamblea, María Eugenia Carballedo, ya que el Gobierno está representado por la ministra de Defensa, Margarita Robles, y el Jefe del Estado Mayor de la Defensa. Explicaciones que no le han servido a Bolaños, que se ha marchado enfadado tras ir a buscar a sus compañeros de partido a la zona donde estaban situadas de pie el resto de autoridades.
Toda esta escena la ha presenciado desde un lugar preferencial la ministra de Defensa, que hoy ostentaba la representación del Estado. Momentos de tensión que han incomodado a la responsable de las Fuerzas Armadas que no ha podido disimular su nerviosismo mientras posaba junto a Ayuso y el alcalde de la capital, José Luis Martínez Almeida, tras el homenaje a los españoles caídos.
Tuvo tiempo para un mitin
El ministro de la Presidencia, antes de intentar colarse, se quedó dentro de la Real Casa de Correos mientras fuera arrancaba el desfile, donde declaraba que «lamenta decepcionar» a los «crispadores, a los odiadores, a los que se inventan mentiras para generar lío, a los que viven cómodos en el enfrentamiento», en clara referencia al Gobierno de Ayuso.
«Lamento decepcionar porque no voy a dedicar ni un segundo al tema que se ha puesto de manera artificial encima de la mesa para evitar hablar de temas que interesan los ciudadanos, como es la sanidad, las residencias, la educación, el transporte, todo lo importante para la vida de la gente», ha agregado, antes de arremeter directamente contra Núñez Feijóo al que ha acusado de protagonizar unos hechos «gravísimos». «Le pedimos desde el Gobierno que dé explicaciones de por qué se reúne con parte del Poder Judicial a oscuras, de manera clandestina», ha apuntado.
De esta forma se ha saldado la controversia del día, la situación «inédita», tal como apuntan desde la Puerta del Sol, de que un ministro del Gobierno de España se persone en unos actos institucionales de una comunidad autónoma a los que no ha sido invitado y en los que no era bienvenido.
Fuentes de Moncloa consideran que se ha «sobredimensionado» una polémica «artificial» y acusan al Ejecutivo autonómico de ir «a la confrontación directa» con el Gobierno de Sánchez.
Bolaños, que ha asistido en calidad de acompañante de Robles, tal y como consta en la agenda de la ministra, ha sido recibido fuera de la Real Casa de Correos con pitos y abucheos. Una vez dentro, mientras que Robles ha saludado a varios de los asistentes, con los que ha estado despachando, Bolaños se ha mantenido en un segundo plano junto con el nuevo delegado del Gobierno en Madrid, Francisco Martín.
Todos ellos han estado sentados en primera fila durante el acto de imposición de la Medalla de la Comunidad de Madrid y condecoraciones de la Orden del Dos de Mayo, pero lejos de Ayuso, que se ha sentado al lado de un grupo de niños ucranianos escolarizados en la región que han sido condecorados este martes.
La presidenta madrileña ha saludado a Bolaños pero lo ha hecho de forma fugaz y prácticamente sin mirarle a la cara, lo que ha desatado las risas contenidas y aplausos de algunos de los asistentes a la entrega de medallas.