Las 5 operaciones estéticas faciales más demandadas
La cirugía estética ha experimentado un aumento en popularidad y demanda en los últimos años, convirtiéndose en una práctica recurrente y accesible para quienes buscan mejorar su estética.
Cada vez más personas son conscientes de los beneficios de estos procedimientos quirúrgicos, que no solo mejoran el físico sino también la autoestima y el estado de ánimo. De hecho, según la Sociedad Española de Medicina Estética, el 40% de los españoles ha utilizado estos servicios alguna vez, de los cuales más del 70% son mujeres. No obstante, la tendencia de crecimiento actual incluye a personas de todas las edades y sin distinción de sexo.
Las operaciones estéticas faciales son muy frecuentes, especialmente en mujeres entre 20 y 55 años. Por ello, en este artículo y, de la mano del Dr. Terré, especialista en Otorrinolaringología de renombre, exploramos las 5 operaciones estéticas faciales más demandadas actualmente.
¿Cuáles son las operaciones faciales más demandadas?
La cirugía estética facial ha dejado de ser un tabú en los últimos años. La media de edad de la población aumenta cada vez más y la esperanza de vida se alarga. Por ello, queremos disfrutar el mayor número de años con un aspecto que nos satisfaga cuando nos miremos al espejo. Las operaciones faciales son una de las opciones más solicitadas, que se suman a las corporales como el aumento de pecho o la liposucción.
A continuación, conocemos cuáles son las cinco operaciones estéticas faciales más demandadas en la actualidad, según datos de la Sociedad Española de Cirugía Plástica Facial.
1. Blefaroplastia: la operación más demandada para rejuvenecer la mirada
La blefaroplastia, también conocida como la cirugía de párpados, es la operación estética facial más demandada según la Sociedad Española de Cirugía Plástica Facial, con un porcentaje del 10.7% respecto al total de operaciones estéticas. Además, en la franja de edad entre los 45 y 60 años, y en mayores de 60, es la operación estética más popular, superando incluso a la cirugía de pecho.
Su objetivo es resolver los problemas estéticos y funcionales derivados del envejecimiento ocular, como las bolsas, depósitos de grasa y párpados caídos. El Dr. Ramón Terré hace hincapié en que la expresión de los ojos es sumamente importante. Para ello, la blefaroplastia puede ayudar a minimizar los signos de envejecimiento más frecuentes:
- Párpados caídos. Caída de los párpados superiores por un exceso de piel, que puede dificultar la visión.
- Bolsas en los ojos. Supone un aspecto cansado de la mirada.
- Caída de las cejas. Genera un aspecto de mirada triste que además puede contribuir a dificultar la visión cuando se combina con los párpados caídos.
En función de la zona que se desee rejuvenecer, se llevará a cabo una blefaroplastia superior o inferior. Mediante la eliminación del exceso de piel, grasa y músculo alrededor de los ojos, se pueden reducir las bolsas bajo los párpados y las arrugas. Este procedimiento no solo mejora la estética facial, sino que también puede ampliar el campo visual en casos de ptosis o caída severa.
2. Rinoplastia: mejora estética y funcional
El segundo puesto es para la rinoplastia, que continúa siendo una de las intervenciones estéticas más populares (7% respecto al total de operaciones estéticas). Se trata del conjunto de técnicas quirúrgicas necesarias para corregir los problemas funcionales y estéticos de la nariz. Este procedimiento permite modificar el tamaño, forma y proporciones de la nariz, un elemento que juega un papel esencial en la belleza facial. Esta cirugía es especialmente popular entre la franja de 18 a 29 años, tan solo superada por la cirugía de aumento de pecho en estas edades.
Los casos más frecuentes por los que se realiza una rinoplastia son:
- Deformidades en el dorso nasal (eliminación giba dorsal).
- Asimetrías por desviación o torcedura de la nariz.
- Dificultad para respirar correctamente.
- Punta nasal caída.
Según la necesidad del paciente, se pueden realizar varios tipos de rinoplastia: estructural con injertos de cartílago, híbrida, en la que se utilizan técnicas de preservación y estructural al mismo tiempo, o de preservación.
Como experto en la cirugía de nariz (fue premiado como mejor cirujano de Rinoplastia en España), el Dr. Ramón Terré confirma que los resultados de este tipo de cirugía estética facial suelen ser altamente satisfactorios, siempre y cuando paciente y doctor tengan claras las directrices y necesidades estéticas sin olvidar las funcionales.
3. Lifting facial: recuperación de la tensión facial
Con más de 3.000 operaciones anuales en España, en tercer lugar, la ritidectomía o lifting facial es una intervención quirúrgica diseñada para corregir los signos visibles de envejecimiento en la cara y el cuello. Este tipo de tratamiento es especialmente popular a partir de los 60 años, ocupando el segundo lugar en esta franja de edad por detrás de la blefaroplastia. Al tensar los músculos faciales y reubicar los tejidos subyacentes, se reducen las arrugas profundas y se restaura la firmeza de la piel.
También es posible llevar a cabo este tratamiento sin cirugía gracias a la tecnología de lipólisis asistida por radiofrecuencia. No obstante, para casos de envejecimiento avanzado y falta de estructura ósea, será recomendable optar por el lifting facial quirúrgico, pues es el único procedimiento que mejora al mismo tiempo la flacidez y el exceso importante de piel.
Aunque los efectos de un lifting quirúrgico son más notables y duraderos por la reestructuración y reposición generada, la técnica sin cirugía es cada vez más solicitada por la naturalidad de los resultados, la comodidad y el menor precio en comparación con el lifting clásico.
4. Mentoplastia: mejorando del perfil facial
La mentoplastia, o cirugía de mentón, es otro procedimiento popular que busca armonizar las proporciones faciales mediante la modificación del tamaño y la forma del mentón. Dentro del grupo de las operaciones faciales, que aúna el 23.7% del total, es otra de las cirugías más demandadas y con resultados notables.
La mentoplastia de aumento busca mejorar la estética de los pacientes con una proyección mandibular deficiente mediante la colocación de una prótesis o mediante la realización de una osteoplastia. Por su parte, la mentoplastia de reducción implica la disminución del perfil del mentón, generando una apariencia más suave y armónica con el resto de las estructuras faciales. Al tratarse de la modificación de una estructura ósea, los resultados de la mentoplastia son definitivos.
5. Neuromoduladores y rellenos dérmicos: soluciones no quirúrgicas en auge
Aunque técnicamente no son operaciones, los tratamientos con neuromoduladores y rellenos dérmicos merecen ser mencionados debido a su popularidad creciente (2.9% del total de operaciones estéticas). Estos procedimientos permiten corregir líneas de expresión, arrugas y pérdida de volumen facial de manera no invasiva y con resultados inmediatos.
Una técnica quirúrgica basada en rellenos muy utilizada es el lipofilling facial, que consiste en transferir grasa de una zona del cuerpo, habitualmente muslos o abdomen, a aquellas zonas que han sufrido atrofia. Así, se devuelve el volumen de forma permanente. Su uso más frecuente es para recuperar el volumen de las zonas que lo han perdido con la edad o para ganar proyección en las zonas que nunca lo tuvieron, para mejorar cicatrices faciales, mejorar la calidad superficial de la piel o para disminuir la coloración amoratada de las ojeras.
En cualquier procedimiento estético, por más común que sea, la comunicación entre el doctor y el paciente es fundamental. Además, es crucial que los pacientes tengan expectativas realistas y comprendan los posibles riesgos y complicaciones asociadas con cada operación.
Estas cinco operaciones representan solo una muestra del amplio espectro de opciones disponibles para quienes buscan un cambio positivo en su aspecto facial, reflejo de la creciente demanda de tratamientos de este tipo.