Juegos Olímpicos: Baloncesto

Aldama y la vieja guardia tumban a Antetokounmpo y ponen a España con un pie en cuartos

Aldama
Aldama frenando a Antetokounmpo. (FIBA)
Francisco Rabadán
  • Francisco Rabadán
  • PARÍS
  • Enviado especial
  • Redactor jefe de deportes. He tenido la oportunidad de cubrir dos Juegos Olímpicos, varios Mundiales de distintas disciplinas y algún que otro All-Star de la NBA con los Gasol. De Córdoba y sin acento.

Santi Aldama ya es el líder de la selección española de baloncesto. El jugador de los Memphis Grizzlies confirmó su condición de jugador franquicia de España tras liderar el triunfo de los nuestros en el segundo partido de la fase de grupos de los Juegos Olímpicos frente a Grecia por 84-77. Su aportación, unida a la aparición de Llull en la primera mitad y la de Rudy Fernández en la segunda, otorgaron a la vigente campeona de Europa un triunfo balsámico.

Los chicos de Sergio Scariolo están a un paso viajar a París para jugar los cuartos de final de los Juegos. Pese a que todo el pabellón de Lille estuvo en contra de los nuestros, España sacó con madurez un partido que se complicó porque llegamos a ir ganando por 16 puntos en el tercer periodo y los griegos remontaron hasta poder empatar el choque a 25 segundos del final con un triple fallado por un Antotokounmpo imperial con 27 puntos.

El partido comenzó con la superestrella griega totalmente desatado. El dos veces MVP de la NBA salía totalmente enrabietado tras perder en la primera jornada de torneo olímpico ante Canadá. La necesidad era límite para ambas selecciones, puesto que España también cayó en su estreno contra Australia.

Los helenos se distanciaron muy pronto en el marcador con una España que tenía resaca y dudas del partido contra los oceánicos. La vigente campeona de Europa, sin embargo, empezó a reaccionar al final del primer cuarto cuando Llull abrió el tarro de las esencias con 11 puntos prácticamente consecutivos que devolvieron el resuello a España.

Los nuestros cogieron confianza y Aldama empezó a castigar el lomo de un Antotokounmpo que no tiene los conceptos del baloncesto FIBA para destacar tanto como en la NBA. El jugador de los Grizzlies penalizó a su par con varios triples de muchísimo mérito en perfecta consonancia con un Lorenzo Brown que repartió 10 asistencias.

España se despegó en el marcador al descanso y posteriormente en el tercer cuarto llegó a disfrutar de una ventaja de 16 puntos asentada en nuestro acierto en el triple y en la táctica de dejar a los exteriores griegos tirar triples liberados que no eran capaces de anotar. Calathes o Walkup eran amigos de España porque veían el aro completamente empequeñecido.

España supo sufrir

A los nuestros, sin embargo, les entró una pájara y los fantasmas de lo que sucedió contra Australia empezaron a aparecer. España entró en problemas quedando señalados unos hermanos Hernangómez que están a años luz de ser la pareja que nos dio el último título como selección hace dos años. Scariolo no sabía qué hacer para que mejorasen su intensidad en un partido que era una final anticipada.

Grecia se puso a un punto a falta de cinco minutos para el final, pero fue entonces cuando el capitán Rudy Fernández apareció para anotar dos triples salvadores y jugarse el físico en una acción defensiva que le dejó el resto del partido fuera. España se contagió del entusiasmo del jugador de 39 años con un Aldama que puso más intensidad y más mordiente que nadie en el rebote.

Los nuestros supieron apretar en defensa y sufrir para sacar un triunfo que deja a los nuestros con un pie en París. Incluso una derrota con Canadá nos podría servir para pasar como uno de los mejores dos terceros. Pero antes de hacer cábalas pensemos que hay opciones contra los norteamericanos y que ahora más que nunca España piensa en grande con Aldama como nuevo bastión.

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