Adriana Cerezo, de la selectividad a ganar la primera medalla para España en Tokio

Con tan solo 17 años, Adriana Cerezo se ha encargado de abrir el medallero olímpico español en Tokio. La madrileña se ha llevado la medalla de plata en taekwondo -menos de 49 kg- en una final muy ajustada con la número uno del mundo,  la tailandesa Panipak Wongpattanakit y que se decidió en los últimos segundos. Descubre todo acerca de la luchadora que le ha dado la primera medalla a España en estos Juegos Olímpicos.

Era la benjamina de la delegación española en Tokio y una de las primeras opciones de medalla para el deporte español en estos Juegos Olímpicos y Adriana Cerezo no ha defraudado. La madrileña, de 17 años, se hizo con la medalla de plata en la final de taekwondo, en un emocionante combate contra la número uno del mundo, la tailandesa Panipak Wongpattanakit, que se decidió en los últimos segundos.

El aplazamiento de Tokio 2020 a este año dio una oportunidad a Adriana Cerezo para estar en la cita olímpica, con un año más. La madrileña, nacida en Alcalá de Henares, se proclamó campeona de Europa en Bulgaria en abril y la Federación le dio la oportunidad de ir al Preolímpico, donde selló el billete para estar en Japón y ha dejado muy buenas impresiones con su actuación en Tokio.

Su pasión por el taekwondo le viene de su abuelo, con quien pasaba las tardes de niña viendo películas de Jackie Chan o Bruce Lee y quien le apuntó a sus primeras clases de taekwondo. Aunque sus padres no estaban muy por la labor de que su hija se dedicara al mundo de las artes marciales, pronto cambiaron de opinión viendo lo feliz que era la pequeña sobre el tatami se han convertido en sus mejores fans.

 

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Dedicación y ‘mindfulness’

Desde 2016, la luchadora española ha participado en 32 campeonatos internacionales con un balance de 32 podios (28 medallas de oro). El año pasado, Adriana dio el salto a la categoría absoluta donde se ha mantenido intratable. Su dedicación por el taekwondo es absoluta y también le da mucha importancia al aspecto mental.

Cerezo pasó de entrenar en el gimnasio Adidas Alcalá al Hanku y con el técnico Jesús Ramal se ha introducido en el mundo del mindfulness, que le permite sacar mayor partido a su fortaleza mental ya que gana en concentración y le ayuda a superar los momentos de estrés.

Antes de viajar a Tokio, Cerezo también tuvo que pasar otra prueba como tantos otros jóvenes de su edad. La madrileña se examinó de la selectividad en junio y sacó 13 puntos sobre 14 posibles para poder acceder a sus estudios universitarios. Sin duda, este verano será inolvidable para esta luchadora capaz de alcanzar todo lo que se proponga y que ya le ha dado la primera medalla a España en Tokio 2020.

Adriana llegó a acariciar el oro pero la tailandesa logró meter una última patada para poner el definitivo 11-10. La española, sin ocultar las lágrimas, estuvo intachable a la hora de felicitar a su rival y después de su actuación en estos Juegos, con apenas 17 años, no cabe duda de que el futuro es suyo.