Zapatero negoció con Chávez un contrato para el grupo del que su ministra Espinosa era tesorera en Panamá
El Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero negoció en 2005 con Hugo Chávez para vender a Venezuela 31 patrulleras construidas en Vigo por el grupo gallego Rodman Polyships, que preside el empresario Manuel Rodríguez Vázquez. El contrato se cifró en 157 millones de euros.
En aquel momento se sentaba en el Consejo de Ministros, como titular de Agricultura y Pesca, Elena Espinosa, quien al mismo tiempo era tesorera y directora de la sociedad offshore Rodman Polyships International SA, registrada en Panamá y presidida por el mismo Manuel Rodríguez Vázquez.
Es decir, el Gobierno de Zapatero negoció con Hugo Chávez un contrato de 157 millones de euros para el grupo Rodman Polyships al que seguía vinculada, a través de su filial en Panamá, la entonces ministra de Agricultura Elena Espinosa.
Como ha informado OKDIARIO, Elena Espinosa ha estado ligada profesionalmente desde la década de los 90 al grupo gallego Rodman, del que fue directora financiera y adjunta a la presidencia, como número 2 de Manuel Rodríguez Vázquez. Se trata de las empresas españolas más veteranas en la construcción de embarcaciones de uso militar, profesional y de recreo.
El viaje ‘secreto’ de Bono a Caracas
Cuando Zapatero la nombró ministra de Agricultura, en abril de 2004, Espinosa abandonó los cargos que ocupaba en el grupo Rodman. Pero siguió ocupando los puestos de directora y tesorera de la empresa panameña Rodman Polyships International SA, también vinculada al armador gallego. Algo que vulneraría abiertamente la Ley de incompatibilidades de los cargos públicos.
El entonces ministro español de Defensa, José Bono, viajó el 25 de enero de 2005 a Caracas para negociar personalmente con Chávez la venta de aviones de transporte de la empresa pública CASA y patrulleras de los astilleros de Rodman (grupo al que seguía vinculada la ministra Elena Espinosa a través de su filial panameña) y Navantia. A la reunión también asistieron los ministros venezolanos de Exteriores y Energía.
Es decir, el acuerdo negociado por el Gobierno de Zapatero afectaba a dos empresas públicas (Casa y Navantia) y una empresa privada, Rodman, cuya ex número 2 se sentaba ahora en el Consejo de Ministros. Pero además la ministra Espinosa seguía compartiendo en esos momentos una sociedad en Panamá con el presidente del grupo Rodman, Manuel Rodríguez.
El Gobierno de Zapatero mantuvo en secreto el viaje de Bono a Caracas hasta que lo filtró, un mes después, al diario El País. Fruto de estas gestiones, Hugo Chávez visitó Galicia en octubre de 2005. Acompañado por el presidente de la Xunta, el socialista Emilio Pérez Touriño, se reunió con un grupo de empresarios gallegos y anunció la firma de un preacuerdo para comprar al grupo Rodman varias patrulleras fabricadas en Vigo.
«Dejamos el pescado y cogemos el fusil»
Chávez aseguró que, en principio, la finalidad de estas embarcaciones sería la vigilancia costera: «Van a ser muy útiles para nuestros pescadores», afirmó, aunque a continuación matizó que «si alguien se mete con nosotros, dejamos el pescado y cogemos un fusil, porque un país tiene derecho a la defensa».
Pocos meses después, en julio de 2006, el presidente del grupo Rodman, Manuel Rodríguez, anunció oficialmente que había cerrado la venta de 31 patrulleras a la República de Venezuela por 157 millones de euros, gracias a las gestiones realizadas por el Gobierno de Zapatero.
Manuel Rodríguez especificó que el acuerdo se refería a la construcción de 31 patrulleras de 17, 20 y 30 metros de eslora para labores de vigilancia de la costa y salvamento. Además, señaló, el Gobierno de Chávez había ofrecido al grupo Rodman participar en la construcción de un astillero en Venezuela para construir lanchas rápidas de poliéster.
Por su parte, la empresa pública Navantia (participada por la SEPI) anunció un acuerdo para fabricar en sus astilleros de Cádiz ocho patrulleras, que el Gobierno de Venezuela se había comprometido a comprar por 1.200 millones de euros. La primera de estas embarcaciones debía entregarse en 2008.
EEUU pone trabas al contrato
Sin embargo, ambos contratos encontraron pronto todo tipo de dificultades, ya que Estados Unidos advirtió que ninguno de los barcos o embarcaciones vendidos por España a Venezuela debía llevar tecnología norteamericana de navegación o de comunicaciones.
Fuentes oficiales del grupo Rodman han indicado a OKDIARIO que el protocolo firmado personalmente por Hugo Chávez durante su visita a Galicia, en octubre de 2005, para comprar 31 patrulleras a este astillero gallego nunca se llegó a ejecutar. Pese a las expectativas que este acuerdo había creado para la creación de empleo, el Gobierno de Venezuela no llegó a comprar ni pagar ni una sola de las patrulleras comprometidas.
Pese a ello, el informe anual de Control Ciudadano para la Seguridad, la Defensa y la Fuerza Armada Nacional (un organismo tutelado por el Gobierno de Chávez) todavía incluía en 2010 el compromiso de comprar 30 patrulleras al grupo gallego: 12 lanchas patrulleras Rodman R-55 para la Fuerza Armada Nacional, 12 Patrulleras Rodman R-101 de 31 metros de eslora (como las que utiliza Vigilancia Aduanera y el Servicio Marítimo de la Guardia Civil) y seis patrulleras Rodman R-66.
Una parte de estas embarcaciones debía fabricarse en los astilleros venezolanos de Ucocar (Puerto Cabello) con la participación de técnicos especializados del grupo Rodman.
Como ha informado OKDIARIO, después de la derrota electoral del PSOE en las Elecciones Generales de noviembre de 2011, Elena Espinosa se reincorporó en 2012 al grupo Rodman Polyships en Vigo, del que ha sido vicepresidenta entre 2017 y 2019. Finalmente, el pasado mes de junio abandonó dicho cargo para convertirse en teniente de alcalde del Ayuntamiento de Vigo, a las órdenes del alcalde Abel Caballero, que ha sido durante años su principal mentor político.
Pero durante todo este tiempo, incluso mientras se sentaba en el Consejo de Ministros, Espinosa nunca ha abandonado el puesto de directora y tesorera de la sociedad panameña Rodman Polyships Internacional SA, presidida por Manuel Rodríguez Vázquez.
La ‘mordida’ del embajador Morodo
Raúl Morodo, que fue embajador de España en Venezuela durante el Gobierno de Zapatero, jugó un papel fundamental para organizar el viaje del ministro José Bono a Caracas y el acuerdo comercial para vender aviones de CASA y patrulleras de Rodman y Navantia al régimen chavista.
Morodo y su hijo fueron detenidos el pasado mes de mayo, en una operación dirigida por la Audiencia Nacional y la Fiscalía Anticorrupción, tras constatar que cobraron una comisión de cuatro millones de euros de la petrolera estatal venezolana PDVSA, camuflada mediante contratos ficticios de asesoramiento.