Un almirante de Chávez: «Cuando caiga Maduro investigaremos los pagos a Zapatero, Bono y Podemos»
El contralmirante de la Armada Nacional de Venezuela Carlos Molina Tamayo fue consejero de Defensa y Seguridad del Gobierno de Hugo Chávez desde noviembre de 2000, pero pronto se desencantó del régimen bolivariano. Chávez lo destituyó un año después y lo nombró embajador en Grecia. Sin embargo, Molina renunció al cargo y, el 11 de abril de 2002, encabezó la histórica marcha de la sociedad civil hasta el Palacio de Miraflores, durante la cual la Policía de Chávez asesinó a más de 20 manifestantes.
Tras permanecer detenido durante tres semanas, el contraalmirante Molina logró huir a El Salvador y, gracias a la mediación del Gobierno de Aznar, pudo establecerse en 2003 en España, donde reside actualmente junto a su mujer y sus dos hijos: «Pese a las penurias del exilio, aquí nos sentimos como en casa y estamos eternamente agradecidos al Gobierno de Aznar y a toda la sociedad española», afirma Carlos Molina en declaraciones a OKDIARIO.
-Cuando caiga Nicolás Maduro, ¿el nuevo Gobierno investigará los pagos que han recibido de Venezuela los principales líderes de Podemos?
-Por supuesto, el nuevo Gobierno investigará todos los pagos ilegales. Además de los que ya han salido a la luz, se presume que hay muchos documentos ocultos y se van a investigar. Va a salir de todo, porque esta gente ha actuado con total impunidad. Los podemistas no fueron a asesorar a Chávez; Chávez los catequizó y les enseñó cómo afianzarse el poder y destruir la democracia española, como él hizo en Venezuela. Con el mismo método que los castrochavistas han utilizado para hacerse con el control de Nicaragua y Bolivia. También lo intentaron en Brasil, pero hoy Lula da Silva y Dilma Rousseff están investigados por corrupción.
–¿Qué le parece el papel que ha jugado el ex presidente José Luis Rodríguez Zapatero como «mediador» entre el Gobierno de Maduro y la oposición?
–En las negociaciones celebradas en la República Dominicana, hizo todo lo posible por favorecer a Maduro. Pretendía que Julio Borges y otros diputados de la oposición se comprometieran a aceptar el resultado de las elecciones fraudulentas de mayo de 2018, que Maduro utilizó para crear la Asamblea Nacional Constituyente (ANC). Todo esto le costó el exilio a Julio Borges, que tuvo que sacar a su familia del país. Hoy Zapatero es una persona non grata para el 96% de los venezolanos, igual que la gente de Podemos. La prensa también ha publicado informaciones y pruebas sobre supuestos pagos al ex ministro José Bono por la compra de ocho patrulleras fabricadas por Navantia. Se ha utilizado ingeniería financiera para borrar rastros, pero cuando regresemos a Venezuela se investigarán a fondo todos los pagos que ha recibido mucha gente que aprovechó la oportunidad de Chávez y Maduro para enriquecerse. Se aplicará la Justicia y se pedirá la extradición de quienes hayan estado involucrados en alguna irregularidad.
–¿Le decepcionan las trabas que ha puesto el Gobierno de Pedro Sánchez para reconocer a Juan Guaidó como presidente legítimo?
–La comunidad hispano-venezolana está muy molesta con Sánchez, porque no quiso reconocer a Guaidó desde el primer momento. Pero espero que la próxima semana lo hagan la mayoría de países europeos, como ya lo han hecho casi todas las democracias. En cambio a Maduro sólo le reconocen dictaduras como Cuba, Irán, Siria o los terroristas de Hezbolá. Hoy tenemos a un presidente legítimo, Guaidó, y a un usurpador, Maduro, que ha perdido el control de las finanzas de Venezuela en el exterior. Pero ya no hay marcha atrás, esto se acaba.
–¿Cuál cree que será el final de Maduro? ¿Se exiliará a Cuba o a otro país aliado de su régimen?
–A Maduro se le está dando una salida por la puerta trasera para evitar un derramamiento de sangre. Si no se retira, hay una alta probabilidad de intervención militar con una fuerza multinacional que también incluirá a venezolanos exiliados. Y el pueblo la recibirá con banderas, como cuando se produjo la liberación de París por las fuerzas aliadas al final de la Segunda Guerra Mundial. Los venezolanos están pidiendo a gritos una intervención militar porque su soberanía nacional está violada por una invasión cubana. En Venezuela no hay riesgo de una guerra civil, hay riesgo de una masacre de la población desarmada. Luego necesitaremos un mini Plan Marshall para rescatar a un país invadido por los castrocomunistas. Venezuela hoy está colapsada, la gente muere de hambre y los servicios no funcionan. Pero el país se recuperará pronto. Hay que recordar a Maduro, eso sí, que los crímenes de lesa humanidad y contra los derechos humanos no pueden ser amnistiados y serán juzgados.
–¿Realmente ha sido tan profunda la infiltración de Venezuela por parte de la dictadura cubana?
–Somos el único país que paga a otro para ser invadido. Durante todos estos años, la dictadura cubana ha sobrevivido gracias a Venezuela, y al petróleo que le ha regalado Chávez y Maduro. Ahora lo intenta con México, porque López Obrador es un izquierdista radical. Se dice que, cuando se produjo la gran marcha cívica de abril de 2002, Castro le dijo a Chávez: «Mata a unos cuantos manifestantes, y el resto saldrán corriendo». Desde ese año, se incrementó muchísimo la presencia cubana en las Fuerzas Armadas de Venezuela y en todos los Ministerios. La dictadura cubana es una de las más viejas del mundo y es experta en represión, manejo de masas y engaño. Mientras se producían las multitudinarias manifestaciones de este sábado a favor de Guaidó, la televisión pública de Venezuela ha estado emitiendo imágenes de manifestaciones de hace diez años, para simular que existe un gran apoyo en la calle a Maduro. Pero ya no hay marcha atrás.