REAL FEDERACIÓN ESPAÑOLA DE FÚTBOL

El tío de Rubiales buscó un informático para que borrara el rastro de la información que robó

El tío y ex jefe de Gabinete del presidente de la RFEF imprimió documentación en una papelería próxima a su domicilio y la compartió con Gerardo González Otero y varios periodistas.

Luis Rubiales junto a su tío Luis Rubiales y sus colaboradores: Javier Tebas y Gerardo González Otero.
Luis Rubiales junto a su tío Luis Rubiales y sus colaboradores: Javier Tebas y Gerardo González Otero.

Juan Rubiales, tío de Luis Rubiales, presidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), dedicó varias horas para revisar y estudiar los correos electrónicos de su etapa como jefe de Gabinete de la Federación con la finalidad de usarlos en su contra. Para ello, puso en marcha una maniobra coordinada milimétricamente con los cerebros de la trama que tenía como objetivo la destrucción de su sobrino Luis como presidente de la RFEF.

El escaso perfil digital del periodista de investigación Juan Rubiales hizo que cometiera errores básicos en sus maniobras, dejando un rastro inequívoco de todos sus movimientos. El tío del presidente utilizó un ordenador portátil propiedad de la RFEF que sirvió para trasladar, almacenar y clasificar todos los archivos seleccionados y que trató de eliminar posteriormente recurriendo a la ayuda profesional de un informático para evitar dejar huellas.

La actitud nerviosa del tío Juan para no ser descubierto hizo que cometiera otro error estratégico imperdonable. Ante la posibilidad de que la Federación le retirara el ordenador portátil, acudió a un informático al que citó en una concurrida cafetería de la calle Oña de Madrid y con el que se reunió durante más de una hora. Tal y como ha podido saber OKDIARIO, el tío de Rubiales mantuvo durante su cita un tono de preocupación. El encuentro tenía como objetivo borrar definitivamente los archivos y documentos que le comprometían. Incluso llegó a sacar el móvil y en voz alta activó la búsqueda de voz de Google: “Cómo borrar la memoria de un ordenador o de una impresora”.

Juan Rubiales se citó con un informático para que le ayudara a eliminar las pruebas de la traición a su sobrino.
Juan Rubiales se citó con un informático para que le ayudara a eliminar las pruebas de la traición a su sobrino.

Seguidamente, seleccionó una serie de documentos para imprimirlos. Todos esos papeles llevaron el mismo protocolo informático. Unos documentos que presentó como exclusiva a los periodistas con los que se entrevistó, aparecieron días después de esos encuentros en los medios de comunicación. El tío de Rubiales alcanzó varios acuerdos con los periodistas para ser protegido como fuente, pero volvió a cometer errores gruesos en su estrategia.

De esta manera, Juan Rubiales se apropió de correos electrónicos e información confidencial a la que tuvo acceso al haber sido jefe de Gabinete de su sobrino. Días después de la selección de los documentos, estos vieron la luz en algunos medios de comunicación en torno a un relato para sumir al presidente de la RFEF en una nueva campaña de descrédito. Sin embargo, en todos ellos su nombre aparecía pixelado.

Juan Rubiales acudiendo a la cafetería de la calle Oña de Madrid donde se citó con el informático.
Juan Rubiales acudiendo a la cafetería de la calle Oña de Madrid.

El tío de Rubiales manipuló la información del viaje a Nueva York ocultando su participación y la agenda de trabajo que él mismo había cerrado, según desprenden las conversaciones de aquellos días. Además, trató de inculpar al presidente en un supuesto caso de espionaje a David Aganzo con un correo electrónico que sólo conocía y manejaba él mismo en el órgano federativo.

El tío del presidente de la Federación tiene una edad próxima a la jubilación. La gente que le conoce lo describe como una persona con un marcado perfil analógico. Por este motivo, continuó dejando rastro de sus maniobras e intenciones. Una vez perfilados los documentos confidenciales, acudió a una transitada papelería del barrio madrileño de Sanchinarro, próxima a su domicilio, para imprimirlos.

Juan Rubiales saliendo de la papelería donde copió documentos confidenciales de la RFEF.
Juan Rubiales saliendo de la papelería donde copió documentos confidenciales de la RFEF.

Al salir del local, el tío de Rubiales trasladó la copia de los documentos almacenados en diferentes carpetas, principalmente una de color azul. Así, culminaba la operación en la que pretendía filtrar papers para intentar acabar con su sobrino. Una documentación que, en el momento en el que fue filtrada, generó dudas en algún profesional de la información, que no vio caso y declinó su publicación.

El rastro de Gerardo González Otero

Tal y como ha podido saber OKDIARIO, Juan Rubiales estuvo coordinado en todo momento con Gerardo González Otero, propietario de la agencia G20 Publisport, colaboradora y proveedora de La Liga y quien mantiene una estrecha relación con Javier Tebas. Incluso, González Otero estuvo presente en alguna reunión con periodistas para tratar de ‘colocar’ la campaña definitiva que pretendía devastar a Rubiales, tal y como ha desvelado este periódico a través de la publicación de una fotografía que acredita que el tío de Rubiales y González Otero se reunían de manera habitual.

El que fuera secretario general de la RFEF en la etapa de Villar, con el que rompió cuando se presentó a las elecciones en su contra para ser presidente, es uno de los principales ideólogos de la imparable campaña reputacional para desgastar y acabar con Luis Rubiales. Los errores de bulto cometidos por Otero lo sitúan en el centro de la estrategia de una trama en la que continúan trabajando y cuya única esperanza es ya presionar al CSD a sabiendas de que no hay causa alguna de inhabilitación.

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