El rector de la Universidad de Burgos coloca a su pareja en la fundación que preside
El rector de la Universidad de Burgos, Manuel Pérez Mateos, ha colocado a su pareja como administrativa en la fundación de la institución académica que él mismo preside desde mediados de 2016. Pérez Mateos ha indicado a OKDIARIO que su pareja, Inmaculada García-Gasco, colaboraba con este organismo antes de ser nombrado rector. Sin embargo, fue contratada como personal laboral en 2018, cuando él ya llevaba dos años como máxima autoridad universitaria.
El pasado 28 de noviembre de 2018, la Fundación de la Universidad de Burgos publicó las bases de cuatro convocatorias laborales en su portal de transparencia. El título de una de ellas fue: “Contratación de un técnico de programas de fomento del empleo e inserción laboral”. La evaluación para optar a este puesto de trabajo, tal y como viene detallado en las mismas bases, fue la siguiente: tener titulación universitaria, contar con experiencia laboral en gestión y coordinación de centros de formación, poseer experiencia docente y en captación de financiación para el desarrollo de programas de formación e inserción laboral, entre otros.
Este trabajo cuenta con una remuneración anual de 26.526,53 euros anuales en un contrato indefinido a tiempo completo. Se trata del sueldo más alto de todas las convocatorias que se publicaron ese mismo día. Siendo las otras de la misma categoría, o incluso más exigentes, tenían un sueldo mucho menor.
Dos meses después de la convocatoria, el 25 de enero de 2019, se publicó la resolución con la contratación del candidato escogido. En este caso, la pareja del rector. “Una vez realizada la evaluación de los méritos de los candidatos se acuerda por unanimidad la contratación de Doña Inmaculada García-Gasco Lominchar”, dice el documento.
En una conversación con OKDIARIO, el rector Pérez Mateos ha indicado que «nunca intervino» en la contratación de su pareja. Sin embargo, tal y como ha podido saber este periódico, el día de antes de que se publicaran las bases de la convocatoria, el rector las revisó, las corrigió y pidió a su círculo más próximo ser el último en revisarlas.
Anteriormente a ser contratada como personal laboral, García-Gasco trabajaba como freelance en la Fundación de la Universidad prestando servicios puntuales. Sin embargo, desde que su pareja llegó al rectorado, su facturación ascendió notablemente. En 2016, cuando era colaboradora, facturó 23.836,63 euros, según su certificado de rendimientos de actividades económicas. Y en 2018, siendo ya rector Pérez Mateos, la cifra subió hasta 55.716,75 euros.
Firmó una orden de pago
OKDIARIO ha tenido acceso a algunas de las facturas que la pareja del rector emitió durante el año 2018 a la Universidad. Los conceptos son de lo más variados. Por ejemplo, desde un ‘Curso de operaciones auxiliares en industrias gráficas’, por el que facturó 8.160 euros; ‘Diseño, coordinación, seguimiento y justificación de un proyecto del Ministerio de Fomento’ por 7.059,60 euros; o la realización de la ‘Formación Transporte’ por 4.410,44 euros.
Este último ingreso que la Fundación de la Universidad de Burgos hizo a la pareja del rector, fechado el pasado 3 de mayo de 2018, está firmado por el propio Pérez Mateos en una orden de pago, como demuestra el documento que hoy publica este periódico. García-Gasco facturaba sus servicios como autónoma a través del nombre comercial ‘Imac Consulting’.
La Fundación de la Universidad de Burgos es una institución sin ánimo de lucro cuyo fin principal es cooperar en todas las acciones con la Universidad de Burgos. El presidente es el rector, que ostenta este puesto desde mediados de 2016, y cuenta con un patronato formado por más de 30 personas, integrado por la propia Universidad y por instituciones de la sociedad burgalesa.
Paralelamente a las cantidades que García-Gasco facturó a la Fundación, la Universidad de Burgos también pagaba a la pareja del rector. Por ejemplo, en tan sólo dos meses, entre noviembre y diciembre de 2017, llevando el rector un año y medio como máxima autoridad universitaria, García-Gasco facturó a la institución académica 6.662,12 euros.
Esta polémica surge en medio de un proceso electoral dentro de la Universidad de Burgos. El próximo 19 de noviembre los alumnos decidirán si Manuel Pérez Mateos continúa siendo rector o por el contrario escogen a cualquiera de los otros dos candidatos.