La Policía se llevó varios discos duros «de infarto» de la caja fuerte de Villarejo
Los agentes de la Unidad de Asuntos Internos (UAI) se llevaron de una de las caja fuertes del domicilio del ex comisario José Villarejo varios discos duros cuyo contenido ha sido calificado de “infarto” por fuentes policiales. El dispositivo de seguridad se hallaba escondido tras un mueble pero no fue pasado por alto por los policías durante un registro que duró más de 20 horas y en el que participaron hasta perros adiestrados en localización de dinero.
Según fuentes de la investigación, las memorias de datos podrían contener documentos incriminatorios que podrían perjudicar la defensa de Villarejo, pero también información reservada de operaciones policiales internacionales en las que el ex comisario participó durante su etapa de agente encubierto. Muchas de esas misiones fueron compartidas oficialmente con servicios extranjeros, como la CIA norteamericana o el Mossad israelí.
Fuentes policiales confirmaron a OKDIARIO de que estaríamos ante un escándalo de repercusiones impredecibles si algunos de esos papeles vieran la luz. Las Fuerzas de Seguridad y los servicios secretos españoles perderían prestigio a escala internacional, según los expertos en inteligencia. “Estaríamos hablando de operaciones en Marruecos, Oriente Medio, Argentina o Colombia”, señalaron.
Sin embargo, los antecedentes son poco halagüeños. El viernes pasado, el mismo día del inicio de la redada, los servicios de información filtraron a Javier Ayuso de El País -su periodista de referencia desde la época del SECED de Carrero Blanco- los documentos de una causa que permanece en secreto por orden del juez. Uno de los papeles filtrados fue el “anónimo” que, según la Fiscalía, sirvió para poner en marcha en abril pasado la operación Tándem contra Villarejo y el también comisario, Carlos Salamanca.
Se da la circunstancia de que Villarejo ha participado en multitud de operaciones como agente encubierto, también en cooperación con la Unidad de Asuntos Internos y con el Centro Nacional de Inteligencia (CNI). Muchas de ellas se desarrollaron en el extranjero en temas de terrorismo contra células yihadistas o de narcotráfico y blanqueo de dinero.
Así mismo, Villarejo compartió con el anterior comisario jefe de la UAI, Marcelino Martín Blas, las investigaciones en Barcelona contra la corrupción de los Pujol y el 3% de Convergència Democrática de Cataluña, que los investigados pretendieron camuflar con el estandarte del independentismo.
Una reproducción del ‘caso Conde’
Durante las horas que la comisión judicial permaneció en la vivienda de Villarejo, ubicada en una zona residencial en los alrededores de Madrid, desde la media mañana del viernes hasta las 6,30 del sábado, los policías tuvieron tiempo de sobra para rastrear al milímetro la planta principal y el sótano del chalé. Sólo se produjo un parón de un par de horas, mientras el juez de Móstoles valoraba y rechazaba el habeas corpus.
En el registro participaron más de 20 agentes y dos dotaciones especiales: una de perros adiestrados y otra de equipos tecnológicos, que fueron transportados en furgonetas. El operativo fue dirigido por los fiscales de Anticorrupción, Miguel Serrano e Ignacio Stampa, que estuvieron secundados por un inspector de la Agencia Tributaria.
Los agentes se llevaron una gran sorpresa cuando se toparon en el sótano con un habitáculo de seguridad del tamaño de una habitación. La expectación se convirtió en desolación al encontrarse, tras su apertura, con una habitación semivacía. Al parecer, era el lugar donde Villarejo realizaba las grabaciones de copias de compac-disc y dvd en su etapa de productor musical.
Fuentes policiales manifestaron a OKDIARIO que esperan que la operación Tándem no se convierta en un remake del caso Conde en el que la Guardia Civil incautó a un colaborador del ex banquero un ordenador con información sensible del CNI. Más tarde, se supo que el economista era intermediario de los servicios secretos y el disco duro contenía datos de las redes internacionales del espionaje español. Las diligencias siguen abiertas en la Audiencia Nacional, pero ni el juez ni el instituto armado saben cómo resolver el entuerto. Todo ello, además, bajo la presión del CNI que exige que no se divulguen los datos, en teoría, secretos.
La chapuza policial se centra en el fiduciario Javier de la Vega, detenido por la Guardia Civil, que constituyó una red de sociedades para repatriar a España el dinero de la familia Conde, al mismo tiempo que montaba una trama paralela de sociedades opacas para operaciones del CNI. Los agentes de la Unidad Central Operativa (UCO) del instituto armado, cuando efectuaron la redada, también se llevaron todo lo que estuvo a su alcance.
Guinea: la guerra por la sucesión arrastró a Villarejo
El País ha ligado la detención de José Villarejo y Carlos Salamanca a una supuesta campaña de desprestigio que ambos desataron en 2012 en España contra Gabriel Mbaga Obiang Lima, uno de los hijos del presidente de Guinea que rivalizaba con su hermano Teodoro Obiang, conocido por Teodorín, en la carrera por el relevo del patriarca familiar cuando éste fallezca.
Según el diario de Prisa, Villarejo buscó “los trapos sucios del hijo para difundirlos a través de la red de medios cómplices del ex comisario”. Por ese trabajo, según El País, Villarejo pudo cobrar 5,3 millones de euros a través de sociedades radicadas en Panamá.
Sin embargo, el autor de la información ocultaba que su periódico, en marzo de 2012, también inició una entrega de varios reportajes sobre los negocios corruptos en España de Teodorín, el otro hijo del presidente de Guinea, que motivó una investigación de la Fiscalía. Uno de los titulares –“El niño mimado saquea Guinea”- no auguraba nada bueno para Teodorín, el otro vástago de la familia Obiang que lucha por la sucesión.