El manirroto José Luis Moreno: “Quedan 90.000 euros en la cuenta y no da para pagar a Joan Collins”
Un pinchazo entre testaferros revela que en noviembre de 2020 se esfumaron 2 millones de euros de una de las cuentas del empresario en menos de dos semanas
“Cómo puede despilfarrar el dinero, dar a todo el mundo 20 euros todo el rato... es que es una enfermedad...”
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La investigación de la operación Titella revela los motivos por los que fracasó el último gran proyecto de José Luis Moreno. Los pinchazos telefónicos entre los propios empleados y presuntos cómplices del empresario artístico revelan que el dinero, lícito e ilícito, llegaba a raudales a las cuentas de la organización, pero que igual de rápido que entraba desaparecía porque se gastaba casi de inmediato. La serie de televisión que Moreno pretendía vender con la actriz Joan Collins al frente y con un presupuesto que él mismo cifró en 270 millones se quedó empantanada, entre otros motivos, por haberse quedado Moreno sin fondos y presuntamente usarlos para gastos personales y actividades que nada tuvieron que ver con la elaboración de la obra de ficción.
En un momento dado de la investigación, la Policía intercepta una conversación demoledora en la que casi 2 millones de euros desaparecen de una cuenta bancaria en cuestión de días, lo que la deja sin fondos suficientes para pagar, entre otras cosas, a la que se suponía iba a ser la rutilante estrella del siguiente proyecto de José Luis Moreno, la actriz Joan Collins.
El empresario investigado como uno de los líderes de una organización criminal que podría haber defraudado cerca de 50 millones de euros según la Policía tenía entre ceja y ceja la elaboración de una serie de ficción basada en la vida de San Francisco de Asís. Lo anunció en una fastuosa comparecencia en la que lo acompañaba Joan Collins, parte fundamental de un proyecto multimillonario según Moreno. Las fotos con estrellas como Joan Collins, Jane Seymour y Denise Richards se las hizo Moreno en octubre de 2020. Al mes siguiente se produce una conversación telefónica en la que participa uno de los testaferros de José Luis Moreno y hombre de confianza, el actor y entrenador personal Martin Czehmester. En ese momento Moreno debería tenerlo todo atado porque ya contaba presuntamente con los fondos para terminar la serie. El empresario argentino Alejandro Roemmers le había inyectado 32 millones de euros para alcanzar una alta calidad en la ficción que dirigiría Moreno. El problema es que la ficción abarcaba todo en la vida del empresario.
En el citado pinchazo telefónico Martin habla con un tal David que le pregunta si recuerda el ingreso de 1,9 millones de euros que Roemmers realizó en una cuenta para llevar a cabo determinados pagos relacionados con la serie. El dinero de Roemmers llegó el día 6 de noviembre y el 18, cuando se graba la conversación, aseguran que “sólo quedan 90.000 y no hay para pagar a Joan Collins”.
En los demás pinchazos telefónicos los empleados de Moreno y sus presuntos cómplices discuten porque Moreno dice que él no ha autorizado tantos gastos y que ahora no sabe cómo acabar el proyecto, pero antes de entrar en el por qué de las apreturas económicas de Moreno hay que detenerse en un pinchazo telefónico que afecta al propio empresario, quien reconoce que podría “traer 800.000 de fuera”, pero que por prudencia no podría hacerlo hasta febrero de 2021. Los investigadores ven en esta frase el indicio de que José Luis Moreno cuenta con capital en el extranjero y que no puede repatriarlo a España por suponerle un grave problema legal.
«Moreno no escucha a nadie»
Pero volviendo a las penurias económicas de Moreno, éstas al parecer hay que atribuirlas a dos factores, a que el empresario es un manirroto a juicio de sus cercanos y a que ese despilfarro lo llevó a elaborar una contabilidad empresarial ficticia e ilegal.
En diciembre de 2020 Beatriz, trabajadora de Moreno, habla con un tal Pascal y el informe policial lo refleja de esta manera: “Según ellos Moreno no escucha a nadie y se ha metido en un follón, porque debes dinero y te permites coger aviones privados e ir a hoteles, dinero malgastado, no malgastado. Beatriz dice que eso es malgastarlo, porque puedes ir en primera clase y coger unos hoteles razonables y hacer el trabajo, «no llevarnos, porque yo me incluyo, la vez que fui a Francia… que cuando volví. Dije madre mía, estamos gastando el dinero que no tenemos y encima de un tercero»…Pascal dice que eso es una enfermedad (…) Pascal le dice que estas localizaciones absurdas porque le apetecía ir un fin de semana ahí para nada porque no respondía a ninguna planificación… Beatriz dice que no respondía a ninguno de los localizadores de allí, para pedir permisos, que era un viaje para nada. Pascal dice que ir a ver a Joan Collins en Cannes para nada y gastarse otra vez 100.000 euros… que la primera que fue con él (con Moreno) de viaje, cómo puede despilfarrar el dinero, dar a todo el mundo 20 euros todo el rato… es que es una enfermedad… que no le hagan una auditoría porque se le caen los anillos. Beatriz dice que si no le hacen una auditoría es porque Alejandro Roemmers es muy buena persona”.