Una madre denuncia a los centros de menores de Armengol: «Obligaron a mi hijo a hacer una felación»
Un informe pericial revela violaciones entre los menores tutelados por Armengol en Baleares
Conductas como "masturbaciones y tocamientos" se daban de forma recurrente en espacios del centro
La madre de un menor, tutelado en los centros del Consell, denunció ante la Brigada de Policía Judicial de Mallorca que habían obligado a su hijo, cuando éste tenía 7 años, a realizar «una felación» a otro niño. Los educadores de los centros tutelados por el Govern balear dirigido por la ahora presidenta del Congreso, la socialista Francina Armengol, «echaron la vista a otro lado», según la denunciante. Tal y como ha publicado OKDIARIO, un informe pericial realizado por psicólogos recoge el testimonio de seis menores que detallan agresiones sexuales (violaciones) entre los niños que convivían en los centros de acogida.
OKDIARIO ha tenido acceso a la denuncia que interpuso la madre de la presunta víctima de un delito de agresión sexual. Eran las 15:49 horas del 5 de julio de 2018. La progenitora se acercó hasta las dependencias de la Policía Nacional para poner en conocimiento de los agentes unos hechos presuntamente delictivos.
La madre explicó que en una de las visitas realizadas al centro para ver a su hijo, se percató de que éste presentaba hematomas en el cuerpo. «Tras ser preguntado por las lesiones, el menor manifestó que le había pegado otro niño del centro y que le había obligado a hacerle una felación». «Le obligó hasta en dos ocasiones a tocarle los genitales», detalló la denunciante.
Esta agresión fue puesta en conocimiento de los educadores. Sin embargo, la madre del menor denunció ante la Policía que los responsables de los centros tutelados por Armengol hicieron «caso omiso a sus manifestaciones» y le dijeron textualmente que «son cosas de niños».
Agresión sexual a menores
A raíz de la denuncia de esta madre y de otra realizada por la hija de ésta y hermana del menor presuntamente agredido, la Unidad de Valoración de Abuso Sexual (UVASI) realizó una investigación interna e interrogó a seis menores del centro.
La hermana del menor aseguró que tenía sospechas de que su hermano habría sido violado mediante «penetración anal». Explicó que cuando «tuvo conocimiento de lo sucedido» contactó «en dos ocasiones con el tutor de su hermano, una de ellas en febrero de 2018». Manifestó: «La respuesta del educador fue contradictoria, primero negó que tuvieran sospechas de que se hubieran producido ciertas conductas sexualizadas en el centro y, posteriormente, refirió que sí tenían sospechas de que se estaban produciendo ciertas conductas sexualizadas en el centro». Pero éste le explicó que «esas conductas estaban dentro del comportamiento sexualizado», añadiendo que, «en el caso de los menores, fueron consentidas».
Los expertos recogieron, en el informe, el testimonio del principal autor quien aseguró que cuando tenía 9 años se desnudaba cuando se cabreaba. «A veces, tropezaba con mi compañero de habitación, de 7 años», explicó. Detalló: «Yo cuando me enfadaba, siempre iba desnudo porque tenía la cabeza en otro lado y a veces Antonio (nombre ficticio) salía del cuarto y siempre me tropezaba con él, me caigo encima suya y se malpiensa mucho».
Añadió: «Cuando tenía 8 años a veces me tropezaba con algunas personas más, pero me levantaba enseguida». Los expertos le preguntaron que cuándo le pasaba esto. El interrogado manifestó que «cuando se cabreaba y entraba en crisis», pero que luego «no se acordaba de nada». A pesar de este testimonio, los educadores no separaron a la presunta víctima de su presunto agresor, con el que tuvo que seguir compartiendo habitación.
Por todo ello, los expertos concluyen que los responsables de los centros de menores de Armengol no aplicaron el «protocolo de actuación ante conductas abusivas». Los psicólogos destacan que la «supervisión» de los educadores ha sido «inadecuada» en cuanto «a las conductas de los menores en el centro (por ejemplo, menores encerrados en habitaciones, menores juntos en las duchas, conexión a Internet, etc.), que podría afectar perjudicando a los menores allí residentes». Además, resalta que «llama la atención la respuesta educativa de los tutores del centro que, según el relato de los menores tutelados en los centros de Armengol, tienen conocimiento de las conductas sexualizadas relatadas».
Además, recalcan: «No siempre aplican las actuaciones de intervención básicas del protocolo de abusos en centros» en cuanto a la comunicación inmediata a técnicos o a la UVASI de estas conductas observadas. Tampoco constan separación de los menores implicados en estas conductas e intervenciones educativas con los menores.