La hija del juez que juzgará Gürtel colabora con uno de los abogados de la acusación
Pilar Eirene de Prada, hija del juez de la Audiencia Nacional José Ricardo de Prada, que debe juzgar el caso Gürtel, participa en un libro promovido por Gonzalo Boye, que ejerce de acusación en varias de sus piezas (caso Bárcenas y lo solicitó en la pieza principal dp 275/08). El próximo 4 de octubre debe iniciarse la vista de la pieza separada de la primera época de Gürtel, vinculada a las anteriores.
Se da la circunstancia de que los abogados de los principales acusados de la trama ya sopesaron recusar a De Prada por su manifiesta amistad con el ex juez Baltasar Garzón, que fue retirado de la carrera judicial por una querella promovida por Francisco Correa, Pablo Correa y el letrado Ignacio Peláez por considerar ilegales las escuchas entre estos acusados y sus abogados.
El libro Contrapoder, cuya edición ha corrido a cargo del abogado Gonzalo Boye, evidencia los nexos entre este letrado y la hija del magistrado. La solapa detalla estos puntos: «Este volumen es iniciativa de Contrapoder, blog de opinión, análisis y debate de eldiario.es, cuyos editores son Gonzalo Boye, Isabel Elbal, Rafael Escudero y Sebastián Martín».
Y en el mencionado libro ha colaborado Pilar Eirene de Prada, hija del juez del caso Gürtel. Ella se define como abogada y politóloga. Figura como letrada no ejerciente y en el despacho de Boye niegan que haya trabajado para dicho bufete. Boye, por otro lado, llevó la defensa de uno de los implicados en el caso Batasuna que juzgó De Prada, según datos de la Asociación Víctimas del Terrorismo (AVT).
José Ricardo de Prada, padre de la letrada, es miembro de la asociación Jueces para la Democracia y del Instituto de Derechos Humanos de Estrasburgo. Fue uno de los tres magistrados de la Sala de lo Penal que en noviembre de 2008 discrepó de sus compañeros del Pleno y se opuso a apartar al juez Baltasar Garzón de la investigación que había abierto para investigar los crímenes que se produjeron durante la Guerra Civil y el franquismo.
Además, defendió en abril de 2011 en un voto particular que el chivatazo a ETA que se produjo en el bar ‘Faisán’ en mayo de 2006 tenía «plena justificación» en el marco de «un proceso de negociación política o de un proceso de paz».
La AVT solicitó sin éxito que fuera apartado de dos causas contra ETA. El magistrado, previamente, había manifestado que la incomunicación de los detenidos es un «caldo de cultivo tremendo para que estas personas puedan ser obligadas a no declarar voluntariamente, sino forzadas, esto es la tortura».
También ha llegado a manifestar que se condena por terrorismo a personas que no lo eran y ha llegado a cuestionar la validez de los informes policiales por los que se incriminaba al etarra Jorge Olaiz. La propia Fiscalía dio la razón a la AVT sobre la pérdida de imparcialidad de este magistrado, pero el Pleno de la Audiencia Nacional lo rechazó.
Gonzalo Boye, columnista y secretario del consejo de administración del diario digital que dirige Ignacio Escolar, fue condenado a 14 años de cárcel por su participación en el secuestro del industrial Emiliano Revilla, perpetrado por ETA en 1988.