Estafas VTC

Hablan los afectados por la estafa de las VTC: «Rosme Cruz vendió mis licencias sin avisarme»

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Luis Miguel Montero

El juzgado de Instrucción número 23 de Madrid ha recibido de momento 35 querellas contra Rosme Cruz y su empresa Cartera Benmitsu por los delitos de estafa, falsedad documental, falsedad en documento mercantil y estafa agravada en la compra venta y gestión de licencias de VTC (Vehículos de Transporte con Conductor), entre otros. OKDIARIO ha hablado con algunos de los afectados que han relatado su experiencia personal y cómo fueron presuntamente engañados. En todos los casos descubrieron que las licencias no les pertenecían cuando acudieron a la Consejería de Transportes de la Comunidad de Madrid, sino que estaban a nombres de terceros e incluso algunas eran de Barcelona. Cuando reclamaron al vendedor llamado Rosme Cruz, se dieron cuenta de que en muchos casos no sólo «nos había vendido las licencias de otros sin permiso», sino que también «había vendido nuestras licencias a terceros sin permiso», según explican a OKDIARIO.

Mientras la investigación judicial avanza en el Juzgado la Fiscalía ya se ha mostrado de acuerdo en apoyar el embargo de bienes de Rosme Cruz solicitado por los denunciantes por valor de medio millón de euros, tanto al propio investigado, Rosme Cruz, como a su empresa Cartera Benmitsu, mientras el Juzgado indaga su domicilio para notificarle el procedimiento y llamarlo a declarar porque hasta ahora no ha habido éxito.

Según la querella presentada por los afectados, Rosme Cruz captaba a sus «clientes» de maneras muy variadas. Gema, una de las afectadas, en este caso por la compra de dos licencias (49.000 euros cada una), cuenta que fue «Rosme quien me contactó porque yo había puesto un anuncio de que compraba licencias. Luego él se quedó con mi firma digital y, supuestamente, revendió las dos licencias a otras personas. Yo me enteré porque quise darme de alta en la plataforma de la Consejería de Transportes de Madrid y no podía. Él me dijo que lo arreglaba, pero cuando pregunté en Transportes me dijeron que no estaban a mi nombre, así que le puse una querella por estafa, pero he tenido que interponer también demandas civiles a los dos compradores de mi licencia para recuperarlas, aunque es posible que también hayan sido estafados». En conversación con OKDIARIO Gema cree que en su caso hay delitos «de estafa agravada, suplantación de identidad, falsedad mercantil, documental… en fin, el abogado dice que en cada caso puede haber cinco o seis delitos acumulados».

Claudio, otro afectado, ha explicado a OKDIARIO que en su caso, «pagué 36.000 euros, 25 mil al contado y el resto en plazos, trabajaba para él y le iba pagando una letra mensual». El problema llegó cuando terminó de pagar su licencia y al reclamarla «no existía, me la había vendido siendo en realidad de su socio», relata Claudio, que junto a su mujer esperaron a Rosme Cruz en la calle y grabaron las últimas imágenes de él, que fueron aportadas como prueba al juzgado, ya que en ellas el empresario reconoce en un vídeo no poder disponer de las licencias.

Claudio llegó hasta Rosme a través de un amigo y el precio de una licencia, 36.000 euros, era barata para los precios actuales, unos 80.000 euros. Tras aquello Claudio intercambió un par de mails con Rosme Cruz, en una dirección que según ha podido comprobar OKDIARIO ya no existe, aunque sí tiene ahora otra dirección personal.

Eddy era taxista hasta que decidió invertir en una licencia VTC, «fueron 45.ooo euros y me daba coche también», explica. En su caso pidió la capitalización del paro para hacerse autónomo, «con eso y un préstamo que me dio el banco comencé a trabajar para Rosme, me iba pagando mensualmente un sueldo hasta que dejó de pagar», añade Eddy, cuyo caso es similar al de otros afectados, ya que se enteró de que la licencia no era suya cuando acudió a la Consejería de Transporte de la Comunidad de Madrid y le dijeron que ni la licencia ni el coche figuraban a su nombre. «Siempre que le reclamaba el dinero me decía que me había mandado la transferencia pero tardaba 48 horas, me enseñaba un pantallazo de ordenador y me iba dando largas. Ahora he vuelto a trabajar al taxi como asalariado pero sigo pagando mi cuota de autónomo», añade.

Michica fue uno de los primeros presuntamente estafados en marzo de 2020 y cuenta que «contacté con él por Wallapop. Fui a su oficina en el barrio de Vallecas. Me vendía la licencia y el coche por 54.000 euros, yo le pagué 32.000 y el resto se lo iba pagando en la facturación porque me dijo que me daba la licencia cuando terminara de pagar. En 2021 le terminé de pagar con 10.000 euros que pedí. Entonces comenzó a darme largas». Michica sufrió la misma historia que otros afectados: «Tuve un accidente y necesitaba otro coche y ligar la licencia a esa nueva matrícula. Me ofreció la copia de una licencia que no estaba a su nombre y le dije que no, que quería la mia. Entonces me dijo que me devolvía el dinero y me dio un plazo para pagarme, pero no lo cumplió y lo denuncié ante la Guardia Civil de Arroyomolinos», añade Michica. José Luis y su esposa cuentan a OKDIARIO que gastaron 60.000 euros en una licencia que en este caso «no era ni de Madrid, sino de Barcelona y a nombre de un tercero. Me enteré cuando fui a tramitarla y me dijeron que no podían, luego Rosme desapareció antes de poder reclamarle».

A Petrica le ocurrió algo inusual. Compró una licencia por  41.000 euros hace dos años. En este caso, la licencia fue buena al tercer intento, ya que las anteriores eran de terceras personas y no de la empresa de Cruz. Según la denuncia presentada y que cuenta el mismo Petrica, luego «intentó vender esta licencia buena que era mía a otra persona y me escribieron desde la Consejería de Transportes para que fuese en persona a dar el visto bueno». Naturalmente Petrica negó que quisiera venderla.

Kristina, otra de las afectadas, quería comprar dos licencias y encontró un anuncio en Milanuncios de alguien que vendía licencias, llamó y la atendió alguien que dijo llamarse Miguel, que le ofreció una por 65.000 euros, «le di 25.000 de señal, pero como no me transfería la licencia le pedí la devolución. Él me daba largas todo el rato e incluso me mandó un DNI donde no era él y un justificante de transferencia que resultó no ser real, el 24 de junio fui a comisaría y lo denuncié», explica la mujer.

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