El concurso de acreedores de la tecnológica Eurona deja más de 100 millones de pérdidas a miles de accionistas

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El consejero delegado de Eurona Wireless Telecom SA, Fernando Ojeda.

El despacho de abogados Iuris & Factor prepara una querella colectiva contra los administradores de la empresa de telecomunicaciones Eurona Wireless Telecom SA –que el pasado 30 de abril solicitó el concurso voluntario de acreedores– por un presunto delito de insolvencia punible.

Eurona está presidida por Fernando Ojeda González y cotiza en el Mercado Alternativo Bursátil (MAB), bajo la supervisión de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). La empresa puso en marcha en junio de 2018 un «proceso de reestructuración» por el que transfirió sus principales líneas de negocio (las telecomunicaciones por satélite, las redes wifi y las redes 4G) a una de sus filiales, Global Satellite Technologies SLU, creada aquel mismo año.

Para calmar a sus accionistas, los administradores de Eurona anunciaron que habían obtenido varias líneas de liquidez a través de varios préstamos concedidos por un fondo de inversión estadounidense, Magnetar Capital. Cuando Eurona no pudo devolver los préstamos, este fondo buitre se convirtió en el accionista mayoritario de la filial Global Satellite Technologies SLU.

Como resultado de este proceso, la filial Global Satellite se ha quedado con todas las líneas de negocio rentables del grupo, mientras que Eurona sólo es titular de las deudas. Ahora se ha conocido, además, que el fondo buitre Magnetar Capital ya tiene una participación del 80% en Global Satellite, mientras que Eurona se ha quedado con sólo el 7% de sus acciones.

Vaciaron los activos de la empresa

Todo ello ha provocado que Eurona deje más de 100 millones de euros en pérdidas a sus miles de accionistas, al declarar concurso voluntario de acreedores. El despacho de abogados Iuris & Factor ya ha comenzado a preparar una querella colectiva contra los administradores de Eurona, en nombre de varios cientos de accionistas.

En total invertí 300.000 euros. Casi todos mis ahorros y los he perdido», ha explicado uno de estos accionistas afectados, que se adhieren a la querella, quien denuncia la falta de información facilitada por la empresa: «En las juntas de accionistas no respondían a algunas preguntas que les planteábamos».

Los afectados consideran además que los administradores de Eurona les dieron una publicidad engañosa: informaban de la buena marcha de la compañía y garantizaban la viabilidad de su inversión gracias a los préstamos obtenidos, mientras vaciaban la compañía poniendo sus líneas de negocio en manos de una filial que ahora está controlada por el fondo buitre estadounidense.

Los accionistas tienen pocas esperanzas de recuperar su inversión en el concurso de acreedores, ya que a la hora de liquidar los activos de la compañía la Ley da prioridad primero a los trabajadores y a la Seguridad Social, después a los proveedores y por último a los accionistas. En cualquier caso, los activos más valiosos de Eurona ya han sido transferidos a su filial Global Satellite.

Wifi para yates y petroleros

Por todo ello, los abogados de Iuris & Factor sopesan acusar a los administradores de Eurona de los presuntos delitos de insolvencia punible, estafa, administración desleal y un posible delito contra el mercado por publicidad engañosa.

La web de la compañía anuncia actualmente que «Eurona Wireless Telecom, S.A. (EWT) es una multinacional española de telecomunicaciones que presta servicios de acceso de banda ancha y lleva Internet de alta velocidad donde otros no llegan, especialmente en núcleos rurales con un deficiente o nula cobertura».

«Tras la reordenación societaria llevada a cabo en 2018», añade, «EWT ha aportado a Global Satellite Technologies, S.L.U. (GST) la totalidad de la rama de negocio de satélite y prácticamente la totalidad de WiFi y Fixed Wireless, mientras permanece el negocio de Wholesale en EWT. En la actualidad, EWT es titular del 40% del capital social de GST, con el que cotiza en el Mercado Alternativo Bursátil (MAB)».

No es cierto, la participación de Eurona en su filial Global Satellite se ha reducido ya al 7%, como resultado de la ejecución de las deudas contraídas con el fondo de inversión Magnetar Capital.

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La información que Eurona Wireless Telecom SA facilita en su web.

La web añade que Eurona ha ejecutado ambiciosos proyectos en África –para facilitar conexión a Internet en escuelas y centros sanitarios de Marruecos y Benín– y ha obtenido contratos para ofrecer conexión de banda ancha por satélite a las embarcaciones de las navieras Balearia y Naviera Armas, además de a yates, petroleros y pesqueros.

Entre los miembros del consejo de administración de Eurona se encuentra Jordi Martí Taulé, fundador de la agencia de valores Q-Renta contra la que Iuris & Factor también ha emprendido acciones judiciales por su presunta implicación en una estafa piramidal que podría alcanzar los 100 millones de euros, como ha informado OKDIARIO.

En la causa que instruye el Juzgado de Instrucción número 3 de Barcelona, los responsables de Q-Renta están acusados de los presuntos delitos de estafa, administración desleal, corrupción entre particulares y alteración de precios en el mercado. Por su parte, la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) mantiene abierto desde el pasado verano un expediente a esta firma por manipulación de mercado y conflicto de intereses desde el pasado verano.

La agencia de valores fundada por Martí Taulé ofrecía a sus clientes un modelo de inversión conservador, con mínimo riesgo y liquidez inmediata, colocando el 80% de sus fondos en productos de renta fija y el 20% en renta variable, que implica una mayor incertidumbre.

La burbuja de las ‘starup’

Sin embargo, la realidad era muy distinta. La agencia invertía sistemáticamente el dinero de sus clientes en valores (renta variable) de ocho empresas del Mercado Alternativo Bursátil (MAB), en cuyos consejos de administración se sentaban los propios gestores de Q-Renta. Entre ellas, Eurona Wireless Telecom SA.

Buena parte de las sociedades que cotizan en el MAB son empresas emergentes (startup), dedicadas a sectores como las nuevas tecnologías, y por tanto implican un elevado riesgo para los inversores.

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