Amedo: «Nos dijeron que estábamos respaldados por el Gobierno»

Amedo se arrepiente y pide perdón por su colaboración con los comandos de la muerte. Reivindica que se esclarezcan los casos sin resolver y denuncia a las autoridades del estado que encubrieron el crimen de Estado.

Pregunta. – ¿Qué lección ha sacado de todo este proceso de muerte y sangre?

Respuesta.- Con el transcurso de los años me ha hecho tener un criterio contrario al que tuve en aquel momento cuando me integré en la actividad de los GAL. Estoy profundamente arrepentido de haber participado en aquella historia y reniego totalmente de aquello. Para nosotros ha sido una ruina en todos los sentidos, económica, personal, familiar… El Estado nunca debió implicarse de aquella manera en una lucha clandestina e ilegal contra ETA.

P.- Y mirando fijamente a la cámara qué le diría a las víctimas de los GAL?

R.- Que las considero igual que cualquier otra víctima del terrorismo. Son tan víctimas como las del proceso general de ETA.

P.- ¿Les pide perdón?

R.- De entrada pido un perdón absoluto solamente por haber estado implicado en las actividades de los GAL. Estoy totalmente arrepentido. Reniego del pasado que he tenido. El Estado debería reconocer su responsabilidad por haber puesto en funcionamiento a los GAL contra ETA y resolver los crímenes que no se han resuelto. Como existe una parte de la sociedad que reclama que los miembros de ETA esclarezcan los atentados, el Estado debería dar ejemplo haciendo lo mismo con los GAL y los nombres de los responsables políticos. Tendrían que desclasificar todos los papeles, ponerlos encima de la mesa y aclarar lo que pasó en aquel momento.

P.- ¿Quiénes son los que más entorpecieron para que no se supiera la verdad?

R.- Todas las instituciones del Estado estaban implicadas en ocultar las actividades de los GAL. Lo puedo constatar personalmente. Le envié una carta a Belloch cuando estaba en prisión con todo el esquema de los GAL. Belloch, un juez de Jueces para la Democracia, un demócrata de toda la vida. Le mandé toda la relación del esquema de los GAL. ¿Sabe lo que hizo? Llamar a mi abogado y decirle que era un asunto de Estado y que había que estar callado. Le mandé documentos al fiscal general del Estado, a Eligio Hernández, a Pascual Sala, presidente del Tribunal Supremo y del Consejo General del Poder Judicial diciéndole que quería esclarecer la verdad. ¿Sabe lo que pasaba? Al día siguiente venía un abogado y me decía que «a callar».

P.- ¿Y con Rubalcaba? ¿Cómo fue su experiencia cuando era secretario general del PSOE?

R.- Quiso montar otro operativo para cambiar las declaraciones. Una vez lo denuncié por llamarme delincuente.

P.- También le informó usted por correo certificado de todo el entramado de los GAL.

R.- Cuando grabé a Morcillo todas las conversaciones que hacía referencia al atentado de Santiago Brouard, que decía claramente quién había sido, quién había mandado a ejecutar a Brouard. Se las mandé a Rubalcaba transcrita cuando era ministro del Interior de último Gobierno socialista. ¿Qué hizo? Nada.

P.- ¿Cómo y quién elegía las víctimas de los GAL?

R.- Los que trabajaban en Francia pasaban la información y arriba decían sí o no. En lo general siempre decían «adelante». En este caso el director general de la Seguridad del Estado y el ministro del Interior.

P.- En los GAL se produce algo sorprendente: los máximos responsables después se han rehabilitado, social y políticamente, mientras que ustedes, los que hicieron el trabajo desde la base con la creencia de que se debía a una razón de Estado, han quedado apestados y proscritos.

R.- Cuando se hacen operaciones de este calibre al margen de la ley y con muertos por medio siempre pagan el pato los de abajo. Los políticos nunca pagan el pato. No quieren asumir responsabilidades. Hasta ETA tiene más ventajas de quienes participaron en el tema de los GAL. Usted ve flamante a Kubati, tomando potes por su zona, representando a los presos de ETA que están en la cárcel y siendo miembro de Sortu. Este partido se legalizó para que los presos de ETA cuando abandonaran las cárceles tuvieran donde acogerse. ¿Nosotros dónde nos acogemos?

P.- ¿Qué piensa usted cuándo ve en la tele esas series en las que los jefes dicen a sus colaboradores: «Si te descubren allá tú».

R.- En el tema de los GAL es todo lo contrario. Desde el primer momento Julián Sancristóbal nos dijo que estábamos respaldados totalmente por el Gobierno de la nación. Totalmente.