Trump se convierte en el undécimo presidente de EEUU que no revalida el cargo
Donald Trump se ha convertido en el primer presidente estadounidense del siglo XXI que no consigue la reelección para un segundo mandato tras ser derrotado por Joe Biden. El apellido Trump se une así al de otros diez mandatarios que a lo largo de la historia de la democracia americana no consiguieron revalidar la Presidencia. La historia de la democracia de EEUU marca que cada cien años, cinco presidentes no consiguen ser renovados.
En el siglo XIX, Thomas Jefferson venció a John Adams en 1800; Andrew Jackson le ganó a John Quincy Adams en 1828; William Harrison se impuso a Martin V. Buren en 1840; Benjamin Harrison echó de la Casa Blanca a Grover Cleveland en 1888, pero luego éste se volvió a presentar, e hizo lo propio con Benjamin Harrison en 1892.
Siglo XX
Ya en el siglo XX, y muchos años antes de la debacle de Donald Trump, fue Woodrow Wilson quien se impuso a Howard Taft en 1912. Pasarían 20 años hasta que Franklin Delano Roosevelt venció a Herbert Hoover en 1932, y ya en el último cuarto de siglo hubo tres presidentes que tuvieron que abandonar el despacho oval tras cuatro años en la Presidencia. Así Jimmy Carter venció en las urnas a Gerald Ford en 1976, mientras que Ronald Reagan hizo lo propio con Carter en 1980 y Bill Clinton con George Bush en 1992.
Crisis económicas
De las caídas tras un solo mandato, destaca que desde la de Herbert Hoover en 1932, todas han venido asociadas a escándalos internacionales o a graves crisis económicas. De hecho, Hoover pagó con el cargo el crack de 1929 y la gran depresión que azotó Estado Unidos. Los americanos apostaron por Roosevelt y su “New Deal”.
El caso de Gerald Ford es paradigmático. Era el vicepresidente de Richard Nixon, quien es hasta la fecha el único presidente de los Estados Unidos que ha dimitido. Nixon se vio obligado a dejar el cargo por el escándalo Watergate y Ford heredó la Presidencia.
Pese a ser el presidente que firmó el final de la guerra de Vietnam, en sus tres años en el despacho oval, EEUU entró en recesión y vivió la mayor crisis financiera desde la gran depresión. Aunque en las Primarias le ganó a Ronald Reagan, en las elecciones perdió por un estrecho margen con el demócrata Jimmy Carter.
Irán
El siguiente presidente de un solo mandato fue el propio Carter, quien años después, en 2002, recibiría el premio Nobel de La Paz por sus esfuerzos «para encontrar soluciones pacíficas a los conflictos internacionales, impulsar la democracia y los derechos humanos y fomentar el desarrollo económico y social».
Sus mayores logros, y sus mayores quebraderos de cabeza y que acabarían costándole la Presidencia vinieron, precisamente, de su política exterior. En cuanto a los logros, Carter firmó como presidente los tratados sobre el canal de Panamá, los acuerdos de paz de Camp David -tratado de paz entre Egipto e Israel-, el tratado SALT II con la Unión Soviética y fue él quien estableció relaciones diplomáticas con la República Popular China.
Sin embargo, todos esos logros quedaron empañados por la crisis de los rehenes de Irán, donde un grupo de estudiantes iraníes mantuvieron retenidos durante 444 días, entre el 4 de noviembre de 1979 y el 20 de enero de 1981, a 66 diplomáticos y ciudadanos estadounidenses.
La crisis de los rehenes se produjo tras la subida al poder del ayatolá Ruhollah Jomeini, quien lideró una revolución islamista contra el Sha de Persia, al que acusaba de ser un títere de Estados Unidos.
Bush padre
En el caso de George Bush, volvió a ser la economía la que le costó la salida de la Casa Blanca pese a que en los cuatro años que fue presidente cayó el muro de Berlín (1989), y fue el artífice de dos de los mayores éxitos militares de la era reciente: la incursión en Panamá y la Guerra del Golfo.
Esos éxitos quedaron en nada porque incumplió una de sus principales promesas electorales: no subir los impuestos. De hecho, no sólo los subió, sino que creó nuevos tipos impositivos y cuando llegó el momento de la verdad, los americanos decidieron virar y apoyaron a Bill Clinton.
Ahora, 27 años después, Donald Trump ha seguido la estela de sus predecesores. Con su Presidencia también ha acabado una crisis, aunque esta vez no ha sido económica sino sanitaria, la pandemia del coronavirus ha dinamitado las esperanzas de los republicanos de tener, cuatro años más, a un presidente de su partido en el despacho oval.