Afganistán

Los talibanes a la caza de los ‘colaboracionistas’: misión española a contrarreloj para evacuarles

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Pelayo Barro

El tiempo corre en contra de los cientos de afganos que trabajaron para las Fuerzas Armadas españolas durante los 20 años de misión de la OTAN en el país. Cada hora que pasa, explican fuentes involucradas en la operación de evacuación, su situación se complica aún más. El número de talibanes en Kabul es cada vez mayor. Y cada vez tienen más armas. En las últimas horas EEUU ha lanzado una alerta por la llegada de perfiles muy radicales a la ciudad. «Intentarán que no salga nadie de quienes han colaborado con los extranjeros, les consideran apóstatas y se castiga con la muerte», explican.

A quienes han trabajado como traductores, chóferes o simplemente personal de servicio y limpieza de las bases de la OTAN en Afganistán, los talibanes les consideran «apóstatas». Personas que han renunciado al Corán y han abandonado la religión poniéndose en contra de quienes defienden la sharia. Y para la ley islámica, explican fuentes del Gobierno que trabajan en estos momentos para lograr sacarles del país, «eso se castiga con la muerte».

No se trata simplemente de una venganza, es más bien «una cuestión de honor» para los talibanes. «No hay problemas de momento con las tropas extranjeras o los ciudadanos no afganos que huyen. Pero con los suyos todo es muy diferente» explican a OKDIARIO fuentes militares. «Tratarán de que no salga nadie de quienes han colaborado con los extranjeros», sentencian.

‘Caza’ al ‘colaboracionista’

Es por ello, explican, que los ‘colaboracionistas’ se han convertido en el objetivo prioritario de los radicales. Las patrullas y controles son cada vez más frecuentes en los distritos que flanquean el sur del aeropuerto. Buscan, dicen, personas que tengan aspecto de estar a punto de iniciar un viaje. Mochilas o maletas son un indicativo de ello.

La red diplomática española, confirman fuentes de Exteriores, se encuentra en contacto con la mayoría de quienes integran esa lista de alrededor de un millar de personas que España intenta sacar de Afganistán. Les ha pedido a todos esos trabajadores y a sus familias que no intenten entrar en el  aeropuerto por sus propios medios sin recibir luz verde de la Embajada. Y, sobre todo, que no se identifiquen ante ningún checkpoint talibán como personal que trabajó para la OTAN, enseñen ningún tipo de documentación o hablen otro idioma que no sea el local. Hablar español ante una de estas patrullas, como contó uno de los traductores escondidos en Kabul a OKDIARIO, supone peligro de muerte inminente.

Las dificultades para evacuarles vienen dadas, principalmente, por la escasa capacidad operativa que tienen en estos momentos España y la OTAN para realizar incursiones hasta puntos de reunión en la ciudad. Las misiones de escolta de evacuados fuera del aeropuerto son contadas, y «casi todas las hace EEUU a bordo de helicópteros Chinook de los Marines».

España tiene desplegados en el aeropuerto de Kabul, además de a un grupo de GEO y UIP de la Policía Nacional (más un refuerzo en camino), a un total de 110 militares del Ejército del Aire y del de Tierra. Parte de ellos pertenecen al Escuadrón de Apoyo al Despliegue Aéreo (EADA) y al Mando de Operaciones Especiales, unidades con capacidad para realizar misiones tipo NEO (evacuación de no combatientes). Sin embargo, carecen de medios técnicos para el transporte: no tienen ni vehículos ni mucho menos helicópteros. Algunos países, como Alemania, han embarcado en sus A400M de camino a Afganistán helicópteros ligeros con los que realizar este tipo de misiones.

Alerta de la Embajada de EEUU

Según explican, podría parecer que la situación es menos grave ahora que hace unos días, justo tras la caída de Kabul. Las avalanchas contra los muros del aeropuerto son menos frecuentes y ya no hay imágenes de cientos de personas invadiendo la pista. Sin embargo, de muralla para afuera, la tensión es cada vez mayor. Y tiene un por qué: en la semana que ha transcurrido desde la caída de Kabul y la toma del poder por parte de los talibanes, la ciudad ha atraído a miles de radicales islámicos. Muchos han cruzado el país y llegado desde zonas remotas para unirse a la ‘fiesta’. Entre ellos, según la información que ha recibido España a través de la inteligencia de la OTAN, hay perfiles «muy preocupantes».

Se trata de integrantes de grupúsculos terroristas adheridos al movimiento talibán, de carácter más violento, cuya presencia en Kabul ha alertado a las tropas de la coalición. Esa circunstancia estaría detrás de la advertencia que ha lanzado la Embajada de EEUU en Afganistán este mismo fin de semana, instando a sus ciudadanos a que se mantengan alejados del aeropuerto y que no traten de llegar a él por sus propios medios. Hablan, textualmente, de «potenciales amenazas a la seguridad». En toda la semana no se habían emitido este tipo de alertas.

El aeropuerto, cercado

Mientras tanto, explican las fuentes consultadas por OKDIARIO, la situación en las afueras del complejo del aeropuerto se vuelve más tensa por momentos. La principal vía de acceso a la zona civil del aeropuerto ha sido  conquistada por los talibanes. Una avenida de aproximadamente dos kilómetros que une la llamada Green Zone, el área segura bunkerizada donde todos los países occidentales tenían las sedes de sus embajadas, con el aeródromo.

Hasta el momento habían permanecido fuera del recinto, pero en las últimas horas ya empiezan a llegar imágenes de fuerzas talibanes dentro de las instalaciones civiles, situadas frente a la plataforma militar desde donde se están realizando las evacuaciones aéreas.

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