Ron DeSantis se retira de la carrera presidencial y anuncia su apoyo a Trump
El gobernador de Florida: "Los votantes del Partido Republicano quieren que le demos a Trump una oportunidad"
Ron DeSantis ha anunciado este domingo que se retira de la carrera presidencial y que apoya a Donald Trump. Una decisión que no representa ninguna sorpresa, pero que es una gran noticia antes de las primarias de New Hampshire para decidir el candidato republicano de cara al enfrentamiento en noviembre por la Casa Blanca contra el actual presidente Joe Biden.
Después de comunicar su salida y su respaldo a Trump, el ex presidente de Estados Unidos Donald Trump ha reconocido que se siente «muy honrado por el apoyo de Ron DeSantis».
El gobernador de Florida, Ron DeSantis, ha suspendido su campaña presidencial a 48 horas de las primarias en New Hampshire con un movimiento que consolida las primarias republicanas como una carrera de dos candidatos, Donald Trump y la ex gobernadora de Carolina del Sur Nikki Haley, tras la devastadora derrota de DeSantis por 30 puntos ante el ex presidente Donald Trump en Iowa.
«Hoy suspendo mi campaña», ha indicado Ron DeSantis, añadiendo que «Trump es superior al actual titular, Joe Biden. Eso está claro. Firmé un compromiso para apoyar al candidato republicano, y cumpliré ese compromiso. Tiene mi respaldo porque no podemos volver a la vieja guardia republicana de antaño».
«Los votantes del Partido Republicano quieren que le demos a Trump una oportunidad», ha reconocido DeSantis durante el anuncio en el que explicaba su retirada de la carrera presidencial.
El anuncio de DeSantis, el candidato más sólido contra Donald Trump, ex presidente de Estados Unidos, dentro de las primarias del Partido Republicano de cara a enfrentarse a Joe Biden en las elecciones presidenciales en noviembre de este año, despeja el camino a Trump, el cual tendrá que luchar contra la ex gobernadora republicana Nikki Haley, como se ha indicado con anterioridad, a la que el propio Trump nombró embajadora de Estados Unidos ante Naciones Unidas cuando era presidente.
DeSantis voló a su casa en Tallahassee (Florida) a última hora de este sábado después de hacer campaña en Carolina del Sur. Se esperaba que apareciera en un acto de campaña en New Hampshire este domingo por la tarde.
Una campaña de 100 millones
Después de anunciar su candidatura a la presidencia en mayo, la campaña de DeSantis resultó ser un fracaso desde el punto de vista económico, gastando decenas de millones de dólares. En un principio, DeSantis llamó la atención por su capacidad de acaparar en poco tiempo grandes donaciones al conseguir 100 millones de dólares. Recaudó ocho millones de dólares las primeras 24 horas después de anunciar que entraba en campaña. Sin embargo, su campaña ha fracasado en parte por las luchas internas y desconfianza entre su equipo de Florida y los consultores nacionales contratados para dirigir su Super PAC de apoyo, que han terminado con despidos de altos cargos.
Victoria virtual para Trump
La decisión de DeSantis se convierte en una victoria para Trump, al demostrar que no ha sido capaz de rebatir al ex presidente ni de demostrar a los grandes donantes del Partido Republicano que merecía su confianza.
En el transcurso de la campaña, DeSantis ha perdido el favor en las encuestas nacionales. La estrategia de DeSantis ha fracasado debido a que ha alienado a los votantes más moderados y a los grandes donantes tras sus ataques a Trump, que cada vez más se han fijado en la ex embajadora ante la ONU Nikki Haley como alternativa a Trump con la que DeSantis ha tenido duros enfrentamientos.
Estrella dentro del Partido Republicano, DeSantis destacó tras negarse a cerrar negocios durante el Covid y frenar la agenda woke en las escuelas de Florida. Sin embargo, los donantes han expresado sus dudas debido a las incógnitas de que su éxito en Florida pudiera trasladarse a la escena nacional.
En su primera visita de campaña a New Hampshire, irritó a algunos cargos republicanos al negarse a responder a las preguntas de los votantes, como es tradición en el estado. También le perjudicaron interacciones incómodas con votantes de otros estados.
A finales de julio, DeSantis había despedido a casi 40 empleados en un movimiento diseñado para reducir aproximadamente un tercio de la nómina de su campaña, lo cual levantó las sospechas ante los grandes donantes sobre sus capacidades de cómo gestionar los fondos que le habían facilitado.