La toma de Homs, a las puertas de Damasco, precipitó la llegada de los rebeldes a la capital siria
El régimen de Bashar al-Assad ha caído en una ofensiva relámpago de 11 días tras 24 años de gobierno
Los rebeldes sirios anunciaron a última hora del sábado su entrada en la ciudad de Homs, de importancia crucial, y apenas tres horas después anunciaban la toma de Damasco. Su ofensiva de 11 días asediaba al presidente de Siria Bashar al-Assad: lo han hecho a una velocidad vertiginosa que ha sorprendido a Rusia e Irán, aliados de Assad, y a Estados Unidos e Israel, países que han ayudado de forma indirecta en el pasado a los rebeldes contra Assad. En los alrededores de Damasco, se ha visto a la población derribar estatuas del dictador.
El presidente Bashar al-Assad se enfrentaba ayer a la mayor amenaza para sus 24 años de gobierno desde que estalló el levantamiento contra su régimen en 2011 dentro del marco de la Primavera Árabe. Sus tropas se concentraban en defender Damasco y otras zonas estratégicas de los rebeldes sirios. Las fuerzas de la oposición aprovechaban la oportunidad para tomar más territorio en otras partes del país. Este avance se ha producido en las últimas semanas, cuando los rebeldes han aprovechado que Moscú y Teherán están centrados en sus propias guerras. Rusia contra Ucrania e Irán contra Israel a través de sus ataques y su financiación a los grupos terroristas de Hamás y Hezbolá. Moscú ha lanzado ataques desde el aire en los últimos días.
Las bases rusas en Siria bajo amenaza
Homs se sitúa en un punto estratégico entre Damasco y las zonas costeras para los rebeldes sirios, donde se concentra la minoría alauita, a la que pertenece Assad y se encuentran las dos bases rusas. Moscú ha atacado desde el aire a los rebeldes. La pérdida de Homs ha sido un duro golpe para Assad. Homs está entre Damasco y las provincias costeras sirias de Latakia y Tartus, base de apoyo del líder sirio y sede de una base naval estratégica rusa, como se ha indicado con anterioridad.
La toma de Homs es una gran victoria para los insurgentes, que ya se han apoderado de las ciudades de Alepo y Hama, así como de amplias zonas del sur, en una ofensiva relámpago que comenzó el 27 de noviembre.
Los movimientos de los rebeldes en torno a Damasco se han producido después de que el ejército sirio se retirara de gran parte del sur del país, dejando más zonas, incluidas varias capitales de provincia, bajo el control de los rebeldes de la oposición.
Por primera vez en la larga guerra civil del país, el gobierno sólo controla tres de las 14 capitales de provincia: Damasco, Latakia y Tartus.
¿Quiénes son los rebeldes?
Los avances de la semana pasada fueron de los mayores de los últimos años por parte de las facciones de la oposición. Hay varios grupos. Están liderados por uno que tiene sus orígenes en la organización terrorista de Al Qaeda y está considerado organización terrorista por Estados Unidos y Naciones Unidas. En su empeño por derrocar al gobierno de Assad, los insurgentes, liderados por el grupo terrorista Hayat Tahrir al-Sham (HTS, por sus siglas), han encontrado poca resistencia en el ejército sirio.
Hay’at Tahrir al-Sham (HTS u Organización para la Liberación del Levante) es una organización terrorista que tiene sus orígenes en el inicio de la guerra civil siria. En mayo de 2018, el grupo se incluyó en la lista terrorista del Departamento de Estado junto con su predecesor: el grupo terrorista afiliado de Al Qaeda Jabhat al-Nusra. HTS es una organización terrorista siria, que mantiene una ideología salafista yihadista a pesar de su separación pública de Al Qaeda en 2017.
El enviado especial de la ONU para Siria, Geir Pedersen, ha solicitado este sábado una reunión urgente en Ginebra para garantizar una «transición política ordenada». En declaraciones a la prensa en el Foro anual de Doha (Qatar), afirmó que la situación en Siria cambia por momentos. El ministro de Asuntos Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, cuyo país es el principal respaldo internacional de Assad, ha manifestado que siente «lástima por el pueblo sirio».
En Damasco, la población se ha apresurado a abastecerse de víveres. Miles de personas se han dirigido a la frontera de Siria con Líbano, intentando abandonar el país. Muchas tiendas de la capital estaban cerradas. Mientras, las que permanecían abiertas se han quedado sin productos básicos como azúcar. Algunos se vendían artículos al triple de su precio normal.