Radiografía de Boko Haram, la facción más radical del Estado Islámico

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Soldados de Chad vigilan las armas requisadas al grupo terrorista Boko Haram. (Foto: AFP)

Boko Haram es la mímesis africana del Estado Islámico. Aunque su sede principal se asienta al norte de Nigeria, cada vez tiene más presencia en los países limítrofes de Chad, Níger y Camerún. En este último, el Ejército mató recientemente a 100 terroristas y liberó a 900 rehenes en una información que las autoridades del país dieron a conocer ayer. Todos esos países desarrollan planes conjuntos para tratar de frenar el avance de unos fanáticos a los que ya se les conoce como «Estado Islámico del Oeste de África».

Organismos internacionales estiman que Boko Haram habría acabado con la vida de 6.644 personas en 2014. Por su parte, al Estado Islámico se le atribuyen 6.073 muertes en el mismo periodo del año. Esto demuestra que, a pesar de que los atentados de París han colocado el foco sobre los radicales que dominan Siria e Irak, Boko Haram es aún más violento y cuenta con un espectacular incremento del número de combatientes adheridos a sus filas, el mismo fenómeno que en Oriente Próximo.

Desde 2014, Nigeria, centro de operaciones y frontera con Camerún, fue el país más castigado por el terrorismo. Según el informa de Global Terrorism Index, allí murieron 5.662 personas, muy por encima de las 3.532 de Iraq y los 1.391 de Afganistán.

Antecedentes

El grupo radical Boko Haram inició las hostilidades contra el Gobierno de Nigeria en 2009, cuando le declararon la guerra santa. A partir de entonces, la violencia no ha cesado. Según la cadena británica BBC, en 2014 efectuaron 453 ataques, lo que provocó un incremento del 300% en comparación con las muertes por violencia terrorista en 2013.

No obstante, y como mencionábamos anteriormente, Boko Haram y Estado Islámico comparten el gen expansivo propio de cualquier territorio totalitario. Ese «espacio vital» los está llevando a sembrar el terror en Chad, Níger y Camerún.

Medio millón de desplazados

Los niños sufren de manera especial la violencia de estos terroristas. La sinrazón de Boko Haram ha desplazado de sus hogares a más de 500.000 niños, según Unicef. A causa de esta nueva oleada, el total de menores que han tenido que dejar el lugar donde nacieron a causa del yihadismo asciende a más de un millón en el último año. De ellos, más de 23.000 deambulan sin compañía ni tutela de ningún adulto. Un realidad que se extiende por toda la zona de influencia de esta organización criminal.

Mujeres y niños desplazados en Nigeria por la violencia de Boko Haram.
Mujeres y niños desplazados en Nigeria por la violencia de Boko Haram.

Hace una semana, Unicef denunciaba que, a pesar de una crisis tan grave, tan sólo cuenten con el 32% de los más de 50 millones de euros que necesitan para afrontar el problema con garantía ya que no sólo es el grave hecho de que tengan que abandonar sus lugares de origen, además estos niños no disponen de agua potable, ni vacunas contra el sarampión ni, por supuesto, el más mínimo acceso a la educación.

Uso de mujeres y niños para atentar

Este tipo de grupos extremadamente sangrientos y radicales siempre buscan nuevas fórmulas para que sus crímenes hagan el mayor daño posible y no reparan en medios. Por eso, cada vez es más común el uso de mujeres y niños para realizar los atentados mediante la inmolación.

Atentado perpetrado en Nigeria por Boko Haram.
Atentado perpetrado en Nigeria por Boko Haram.

De hecho, y según Human Rights Watch, los trabajos forzosos, el matrimonio con milicianos, las violaciones y el confinamiento en campos de concentración son el particular método de adoctrinamiento de Boko Haram. Desde 2013, estos asesinos han secuestrado aproximadamente a 500 mujeres y chicas para poder perpetuar su modo de operar. Además, utilizan el secuestro como represalia por las detenciones masivas de familiares de milicianos y altos cargos de Boko Haram por parte de los ejércitos pertenecientes a los países por donde tratan de extenderse.

El líder de los terroristas

Su cabeza visible se llama Abubakar Shekau, un nigeriano de 41 años (1974) al que se le achacan más de 6.000 muertos. Se dio a conocer en mayo de 2014, tras reivindicar el secuestro de más de 200 niñas en el norte de Nigeria.

En sus orígenes, Abubakar fue instruido por un clérigo musulmán antes de trasladarse a Maiduguri, capital de Borno, donde profundizó en sus conocimientos del Corán en la Escuela de Estudios Legales e Islámicos. Allí conoció a Mohamed Yussuf, fundador de Boko Haram en 2002.

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Cartel de Se busca al líder de Boko Haram en las calles de Nigeria. (Foto: AFP)

Cuando Yussuf murió en 2009 a causa de un ataque de las fuerzas de seguridad nigerianas, Shekau, que en principio había sido dado por muerto en la misma acción, apareció un año después autoproclamándose como líder de ésta organización criminal. Un hombre que en 2012 llegó a decir: «Disfruto matando a quien Dios me ordene matar».

Abubakar Shekau es uno de los criminales más buscados de todo el mundo. Tanto es así que EEUU ha puesto precio a su cabeza: siete millones de dólares.

 

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