El Partido Republicano se hace con el control de la Cámara de Representantes de Estados Unidos
El Partido Republicano de Estados Unidos se ha hecho con el control de la Cámara de Representantes alcanzando el umbral de 218 escaños más de una semana después de que se celebrasen las elecciones legislativas de medio mandato.
En concreto, ocho días después de las ‘midterm’ los republicanos han obtenido el asiento que necesitaban para arrebatarle a los demócratas el control de la Cámara Baja, lo que les permitirá tener la iniciativa legislativa en el país.
Con esta victoria la bancada de los republicanos, que probablemente liderará el congresista Kevin McCarthy, se pondrá fin al segundo mandato de la demócrata Nancy Pelosi como presidenta de la Cámara de Representantes, si bien se hace con una mayoría escueta.
A pesar de que los sondeos pronosticaban una mayoría holgada de los republicanos en ambas cámaras ante la caída de la popularidad de Biden y el hecho de que la noche electoral arrancara con una victoria aplastante del gobernador Ron DeSantis en Florida, los demócratas han logrado unos resultados mejores de lo esperado, manteniendo el control del Senado y no perdiendo tantos asientos en la Cámara de Representantes.
Biden felicitó al republicano Kevin McCarthy, elegido el martes para ser el líder de su partido en la Cámara Baja, por «la victoria de los republicanos de la mayoría de la Cámara». El mandatario demócrata se dijo «listo para trabajar con los republicanos de la Cámara de Representantes para obtener resultados para las familias trabajadoras».
La votación de la semana pasada, agregó, fue «un fuerte rechazo a los negadores de las elecciones, la violencia política y la intimidación» y demostró «la fuerza y la resistencia de la democracia estadounidense».
De su lado, McCarthy se pronunció en Twitter poco después de las proyecciones: «Los estadounidenses están listos para una nueva dirección, y los republicanos de la Cámara de Representantes están listos para cumplir».
La noticia surge un día después de que el exmandatario Donald Trump, cuyo respaldo parece haber condenado a algunos de los candidatos de su partido, anunciara su candidatura a las presidenciales de 2024.
Con el aumento de la inflación y la caída de los índices de popularidad de Biden, los republicanos esperaban conquistar el control de ambas cámaras y, por lo tanto, estar en posición de hacer un bloqueo efectivo sobre la mayoría de los planes legislativos de Biden.
En cambio, los votantes demócratas acudieron a votar en masa, impulsados por la anulación del derecho al aborto por parte de la Corte Suprema y recelosos de los candidatos respaldados por Trump que rechazan abiertamente el resultado de las elecciones presidenciales de 2020.