El Parlamento Árabe designa a los hutíes como grupo terrorista
El Parlamento Árabe, creado en 2001 en el seno de la Liga Árabe, ha designado a la milicia hutí como grupo terrorista. La resolución, que ha sido adoptada este miércoles en una sesión de la institución parlamentaria celebrada en El Cairo, ha sido justificada por varios factores: en primer lugar, los últimos ataques llevados a cabo con drones y misiles contra civiles e instalaciones civiles en el territorio de Arabia Saudía. Así, el presidente de la cámara, Meshaal Bin Fahad Al-Salmi, ha declarado que “el Parlamento no aprobará a ningún grupo que se dirija sus ataques contra áreas civiles” y ha calificado a los últimos ataques como “crímenes de guerra”, siguiendo la línea expresada por la coalición internacional liderada por Arabia Saudí que combate en Yemen y por organizaciones como Human Rights Watch.
En este sentido, cabe destacar que el Parlamento ha instado al Consejo de Seguridad de Naciones Unidas y a la organización internacional en su conjunto a que adopten la misma resolución y cataloguen a la rebelión hutí como un grupo terrorista, pues como postula el documento parlamentario, sus acciones han constituido violaciones flagrantes del derecho internacional y, en especial, del derecho internacional humanitario que regula los conflictos armados en las convenciones de Ginebra de 1949. Del mismo modo, el Parlamento ha solicitado a la ONU que persiga a los líderes, a los financiadores y a los Estados – con referencia implícita a Irán – que forman parte de la milicia y/o que la sustentan.
En segundo lugar, el Parlamento ha condenado con rotundidad uno de los primeros ataques cometidos contra los intereses saudíes, cuando los hutíes lanzaron una operación con drones que impactaron contra dos estaciones de petróleo localizadas en Yanbu, una ciudad ubicada al oeste de Arabia Saudí.
Con estos dos factores sobre la mesa, la cámara también ha pedido a la ONU que obligue a Irán a cumplir la resolución 2216 del Consejo de Seguridad, adoptada en 2015 y por la que se prohíbe, a todos los países, el suministro, la transferencia y la venta de armas, municiones y cualquier otro tipo de material bélico a los hutíes, así como la dotación de asistencia técnica y/o financiera. Este documento instauraba, así, el embargo de armas. Cabe recordar, como Daniel Abascal adelantó en Atalayar, que un barco con un envío iraní de armas y componentes tecnológicos para el montaje de drones con destino a los rebeldes hutíes había descargado en el puerto yemení de Al Hudeida a mediados de mayo.
En tercer lugar, los parlamentarios se han basado en los sabotajes a los cuatro petroleros extranjeros en aguas emiratíes del pasado 12 de mayo y más recientemente, en el ataque contra dos buques en el golfo de Omán el 13 de junio. Si bien la responsabilidad de estos incidentes todavía no se ha esclarecido de forma oficial, los primeros indicios apuntan a que Irán, que apoya a los rebeldes hutíes en la guerra de Yemen, como denuncia el Parlamento, estaría detrás de ellos, según se ha manifestado desde Estados Unidos.
En este sentido, la cámara también ha denunciado la injerencia negativa directa o indirecta de Irán en los asuntos internos de los países árabes y se ha referido, concretamente, a dos casos: por un lado, Bahréin, donde el Parlamento acusa a Irán de formar y apoyar a las milicias, a grupos extremistas y organizaciones terroristas; de captar terroristas y de suministrar armas; y de fomentar el sectarismo para desestabilizar y mellar la seguridad de la monarquía del Golfo. Por otro lado, la institución parlamentaria ha rechazado rotundamente la ocupación iraní de tres islas administradas por Emiratos Árabes Unidos (EAU) – Greater Tunb, Lesser Tunb y Abu Musa, ubicadas en la parte oriental del golfo Pérsico – y ha reiterado su apoyo a EAU en todas sus acciones para recuperar su soberanía sobre dichos territorios.
Mientras, durante una rueda de prensa con motivo de la sesión parlamentaria árabe, el presidente del Parlamento yemení, Sultan Al Burkani, ha agradecido “los esfuerzos de los países miembros de la Coalición Árabe para contrarrestar el golpe” y ha aseverado que Yemen es “el principal problema de la región”. Al Burkani también se ha referido a la advertencia del Programa Mundial de Alimentos (PMA) de suspender los envíos de ayuda humanitaria al país porque esta llegaba “a las manos equivocadas”. Así, el presidente de la institución ha acusado a los hutíes de “saquear” los paquetes de asistencia humanitaria y de interferir con la labor de la ONU sobre el terreno.
Siguiendo la estela de las cumbres de La Meca
Durante la reunión, los parlamentarios suscribieron las resoluciones adoptadas en las cumbres de La Meca, organizadas por el Consejo de Cooperación del Golfo (CCG) y la Liga Árabe y celebradas de emergencia del 30 al 31 de mayo por el recrudecimiento de las tensiones en el golfo Pérsico. En ellas, quedó reflejada la determinación regional de enfrentar las amenazas iraníes, si bien Qatar se configyró como el único país que rechazó los documentos concluyentes de las cumbres.
El rey saudí, Salman bin Abdulaziz Al Saud, presente en La Meca, denunció que Irán “amenaza la seguridad y la estabilidad de nuestros países e interfiere en sus asuntos” y ha alertado de que “el hecho de no tomar una posición disuasiva y firme para enfrentar estas prácticas terroristas del régimen iraní en la región es lo que la ha llevado a persistir en sus acciones y a escalarlas en la forma que vemos hoy”.
Por ello, el rey saudí ya emplazó al resto de miembros de la comunidad internacional y a la ONU a tomar medidas y a asumir responsabilidades con el fin de detener el recrudecimiento de las tensiones orquestado desde Irán, una postura a la que ahora se ha sumado de forma oficial el Parlamento Árabe.
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