Orban saca pecho: «El mandato es claro, sólo los húngaros deciden quién vive en Hungría»
Su aplastante victoria en las elecciones de este fin de semana ha sembrado de inquietud las oficinas europeas. El primer ministro húngaro, Viktor Orban, funciona como china en el zapato de quienes abogan por una Unión Europea más integrada, con valores comunes y sin injerencias del gran vecino ruso. Es más, su apuesta por menos UE y más poder para los gobiernos de los Estados miembros sirve de ‘caballo de Troya’, según muchos analistas, para la estrategia de desestabilización del bloque comunitario, y él lo lleva a gala: «Seremos más fuertes para defender una UE de las naciones».
Y es que Orban no sólo quiere frenar las ansias integradoras de la inercia europea, sino que lo quiere con un objetivo, y es el de librarse de quienes lo critican por su deriva autoritaria y xenófoba. Rebautizado como ‘Viktator’ por sus críticos, el líder del partido Fidesz ha defendido este martes que su arrollador triunfo del domingo, con mayoría de dos tercios en la Cámara, le ha dado un poderoso mandato para restringir los derechos de los inmigrantes, controlar la Justicia y la libertad de expresión, e impulsar una UE de naciones independientes en lugar de unos «Estados Unidos de Europa».
La victoria de la candidatura xenófoba y autoritaria de Orban fue aplaudida por sus socios europeos, todos los partidos radicales y euroescépticos. Así se expresaron desde la AfD en Alemania hasta el UKIP en Reino Unido pasando por el Frente Nacional francés, el Gobierno ultranacionalista del PiS (Ley y Justicia) en Polonia…
El líder nacionalista húngaro también ha dicho que planea remodelar su gabinete, «en gran parte con nuevas personas y una nueva estructura», pero ha dejado claro que no buscará instaurar un sistema presidencial.
«Hemos recibido un fuerte mandato», ha sostenido Orban, de 54 años, en su primera rueda de prensa tras su triunfo, que desencadenó la renuncia del líder opositor Gabor Vona, después de que el giro hacia el centro de su partido, el ultraderechista Jobbik, no haya conseguido hacer mella en el respaldo del partido del primer ministro, el derechista Fidesz.
«Los húngaros han definido las cuestiones más importantes: éstas son las cuestiones de inmigración y de soberanía nacional», ha subrayado Orban. «Está totalmente claro […] en base al resultado electoral que los húngaros han decidido que sólo ellos pueden decidir con quién quieren vivir en Hungría y el Gobierno se apegará a esta posición», ha prometido.
En opinión de Orban, los comicios también han decidido que «el Gobierno húngaro debe alzarse por una Europa de naciones y no por unos ‘Estados Unidos de Europa’», ahondando en su postura contraria a una mayor integración dentro de la UE.
Por otra parte, ha asegurado que no usará su mayoría de dos tercios para enmendar la Constitución y crear una presidencia, afirmando que tras su primera victoria electoral en 2010 llegó a la conclusión de que el sistema parlamentario es el más estable.
«Hemos decidido no pasar a un sistema presidencial porque es territorio desconocido y creo que esa consideración sigue siendo válida», ha subrayado.
Cierre de un diario opositor
Entretanto, uno de los dos diarios nacionales de oposición de Hungría ha anunciado este martes su cierre debido a problemas financieros, según su editor.
El cierre de ‘Magyar Nemzet’ será un hito en la desaparición gradual de los medios independientes en Hungría. El diario, de 80 años, es propiedad del magnate Lajos Simicska, otrora aliado de Orban pero que se ha llegado a convertir en uno de sus más férreos oponentes durante la campaña electoral.
El grupo mediático de Simicska, antes muy lucrativo, ha incurrido en fuertes pérdidas a raíz de su desavenencia con Orban y sus publicaciones fueron privadas de los anuncios gubernamentales.
«Debido a los problemas financieros del ‘Magyar Nemzet’, los propietarios han decidido cesar la producción de contenido a partir del 11 de abril de 2018. Por tanto, el ‘Magyar Nemzet’ y su versión online mno.hu cerrarán», ha informado la editorial en su web.