Multitudinario homenaje nacional al profesor decapitado en Francia por defender la libertad de prensa

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Emmanuel Macron, presidente de Francia, encabezó el homenaje nacional dispuesto este miércoles a Samuel Paty, el profesor de un instituto en las afueras de París que fue decapitado por un islamista ruso de origen checheno después de que el docente mostrase imágenes del profeta Mahoma en un centro educativo de Conflans-Sainte-Honorine y tras aparecer una campaña en redes sociales de radicales próximos a alumnos y al autor del ataque encaminada a desacreditar la figura del docente.

A través de un discurso emocionado, Emmanuel Macron recordó la figura de Samuel Paty, asesinado el pasado viernes en el último atentado terrorista que ha golpeado Francia, como gran ejemplo de la libertad de expresión y de los valores que defiende la República francesa ante todos aquellos que promueven el terror. Centenares de personas se congregaron en la plaza de la Sorbona, antesala de la propia Universidad de la Sorbona, en cuyo interior se celebró el homenaje nacional.

Macron no quiso centrarse en hablar durante el acto de la lucha contra “el islamismo político radical”, ni de los terroristas, ni de sus cómplices, ni de aquellos que divulgaron el nombre de la víctima en las redes sociales. El máximo dirigente francés eligió hablar de la figura de este profesor de Geografía e Historia asesinado por enseñar a sus alumnos lo que es la libertad de expresión. Para Macron, Samuel Paty era “uno de esos profesores que no se olvidan”. “Todos tenemos anclado en nuestros corazones el recuerdo de un profesor que ha cambiado el curso de nuestra existencia. Este profesor que nos ha enseñado a leer, a contar, a tener confianza. Este profesor que nos ha abierto un camino. Samuel Paty era uno de esos”, dijo Macron en una emotiva y sencilla ceremonia en el patio de honor de La Sorbona.

Entre los muchos asistentes se pudo ver gestos de conmoción por el terrible suceso que ha azotado nuevamente a la sociedad francesa. Uno más de los atentados por motivos religiosos que han sacudido al país galo, entre los que se recuerda el fatal ataque terrorista contra miembros de la revista satírica Charlie Hebdo en 2015 también por enseñar viñetas de Mahoma.

Tres momentos marcaron la jornada de homenaje a la memoria de Samuel Paty. Entre ellos destaca la secuencia final del discurso del presidente Macron, quien aseguró que “nada apagará las luces de Francia”. También destacó el episodio en el que se cantó el himno nacional, la Marsellesa; y, por otro lado, la retirada del féretro del profesor, que se pudo contemplar en una gran pantalla situada a las puertas de la Universidad de la Sorbona.

Después de este luctuoso suceso, muchos en Francia, incluido el presidente Emmanuel Macron, han alzado la voz para defender los valores de igualdad, libertad y fraternidad que propugna la República francesa en contraposición al terror que quiere imponer el islamismo radical.

El nuevo zarpazo del radicalismo religioso en la nación francesa ha vuelto a generar un gran debate sobre la educación y la aceptación social de determinados comportamientos vinculados al fanatismo y a la religión, en este caso el islam; y también sobre la ley contra el separatismo que anunció el presidente Emmanuel Macron para enfrentar a determinados sectores que tratan de separarse de los valores de igualdad y culturales promocionados por la República gala para fraccionar esta.

Precisamente, el último acto de homenaje a Samuel Paty ha servido para confirmar y reforzar la unión nacional contra el islamismo subversivo y el separatismo musulmán.

Varias asociaciones cívicas y en defensa de la libertad de expresión ya convocaron marchas en las pasadas jornadas para exigir la protección de los valores de la libertad y para defender el laicismo de la enseñanza pública francesa frente al radicalismo islámico.

El presidente Emmanuel Macron ya acudió en su día al lugar del atentado al poco de producirse este y se reunió con los compañeros del profesor asesinado. A la salida de este encuentro ya afirmó que el maestro “fue asesinado porque enseñaba, porque explicaba a sus alumnos la libertad de expresión, la libertad de creer y la de no creer”. El máximo dirigente de la República había justificado anticipadamente el homenaje planteado por una razón clara: “Han asesinado a un francés, maestro, por enseñar la libertad, en la escuela”.

El homenaje de la última jornada en París pretendió ser una respuesta moral, cívica y política, fijada en defender la libertad de expresión y en luchar contra aquellos movimientos separatistas ligados al ámbito musulmán próximo al yihadismo islámico y terrorista.

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