Una mujer mata a una niña de tres años violada por su hijo de nueve «para que no hable»
El mal existe, y vive en las casas de al lado. Una mujer ha sido condenada a 11 años de cárcel por haber matado a una niña de tres años que había sido violada por su hijo de nueve. La razón que adujo la asesina durante la vista oral es que no quería «que hablara». La mujer sudafricana, de la que no se ha dado a conocer el nombre por razones legales, dio muerte a la niña, de nombre Asanda Mbuku, para «silenciarla» y proteger a su propio hijo.
El homicidio fue perpetrado a pedradas, después arrojó el cuerpo de la pequeña al patio trasero de su casa y lo cubrió con placas de hierro, al tiempo que la familia de su amiga organizaba batidas de búsqueda para localizar a la menor desaparecida, según informa el diario Metro.
La presunta asesina, de 32 años, declaró ante el Tribunal Superior de Gauteng, en Pretoria, que ella estaba cuidando a Asanda como un favor a sus padres cuando la encontró medio desnuda cerca de la puerta. Entonces se dio cuenta de que su hijo había violado a la pequeña. «Me di cuenta de que ella no se movía y cuando le eché un cubo de agua para despertarla, tampoco reaccionó», ha relatado a los jueces. Posteriormente, ha añadido que la mató por miedo a que despertara y le dijera a la gente lo que había sucedido.
«Cogí una piedra la golpeé en la cabeza para matarla. La escondí en el fondo de mi jardín. Lo hice porque mi hijo la había violado y no quería que nadie lo supiera. Le quemé la chaqueta y los zapatos». ¿Y cómo explicó a los padres de la niña su ausencia? «Cuando ellos vinieron , simplemente les dije que no sabía dónde estaba Asanda».
A la mañana siguiente, el violador, de nueve años, fue al colegio como todos los días, pero finalmente no aguantó el secreto y confesó todo a su tía cuando llegó a casa».
La mujer fue llevada ante el tribunal el miércoles pasado, y se declaró culpable del delito de asesinato y del de obstrucción a la Justicia. La mujer fue condenada finalmente a 11 años de prisión.
La juez de la corte, Tshifhiwa Maumela, le espetó a la asesina que debería haber pensado en que su hijo jamás habría sido arrestado, ya que en Sudáfrica los menores de 10 años son irresponsables a efectos penales.
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