Otro escándalo de Biden: se fue a la playa de vacaciones mientras el fuego arrasaba Hawái
El presidente de EEUU se fue a la playa de vacaciones mientras la isla de Maui era devastada por el fuego y morían decenas de personas
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Los incendios de Hawái han provocado el peor desastre natural en EEUU en el último siglo, pero el presidente Biden se fue de vacaciones. El fuego ha provocado, según la última actualización de cifras, 106 muertos y Biden permaneció en la tumbona de las playas de Delaware. La cifra de fallecidos podría duplicarse, según las autoridades estatales, pero cuando Biden fue preguntado el domingo qué tenía que decir de lo ocurrido en la isla de Maui respondió con un lacónico «sin comentarios».
Sólo a partir de ahí el dirigente estadounidense decidió suspender sus vacaciones por la avalancha de críticas en la opinión pública del país ante una indolencia mostrada sin parangón en un desastre medioambiental que la izquierda estadounidense -como la española- suele hacer siempre que puede bandera de ello para hablar del cambio climático, pero que cuando la debacle estalla en sus propias manos parece que no vaya con ellos.
La Casa Blanca también ha anunciado este miércoles que el presidente visitará la otrora paradisíaca isla de Maui el lunes próximo, dos semanas después desde que el fuego empezará a asolar al estado número 50 del país.
La falta de empatía de Biden con lo ocurrido en los últimos días en Hawái podría ser ya su cisne negro para una campaña electoral de las presidenciales de 2024 que se le antoja muy complicada.
A su gran impopularidad en las encuestas, hay que sumar los escándalos de su hijo Hunter que podría acabar en la cárcel y él sometido a un proceso de impeachment por haber mentido a los estadounidenses al haber participado en los negocios de su hijo durante su etapa como vicepresidente; el escándalo de los documentos secretos que almacenó en su despacho y garaje de su casa que se encuentra bajo investigación federal; el problema de su edad que muestra una merma clara de reflejos y capacidad de respuesta; y finalmente los incendios en Hawaii que han sacado a la luz la ineptitud de su administración.
La respuesta que hasta ahora había ofrecido el mandatario es que no quería acudir a la zona hasta no asegurarse de que no entorpecería la labor de las autoridades y los servicios de emergencia locales. Tan sólo un mensaje frío en redes sociales había quedado en redes sociales «Mientras los residentes de Hawái lloran la pérdida de vidas y la devastación que se está produciendo en su hermosa casa, lloramos con ellos. Como dije, no solo nuestras oraciones están con los afectados, sino que todos los activos que tenemos estarán disponibles para ellos», dijo Biden.
Sus palabras fueron criticadas porque no habían sido personalizadas sobre la población de Maui. Un político demócrata de Hawái calificó la respuesta del presidente de «impactante» y fuera de lugar. Mientras que un republicano del Congreso acusó a Biden de «ignorar activamente lo que está sucediendo en Hawái».
Muchos analistas estadounidenses han recordado como el desastre de Hawaii podría ser para Biden lo que el huracán Katrina fue para George B. Bush en 2005 a un año vista también de las elecciones presidenciales. El Katrina fue usado como arma arrojadiza contra la administración republicana por parte de un incipiente Obama que salió ganador en 2006.
Años después, el ex presidente Barack Obama de visita a Nueva Orleans se comprometió a no dejar que una catástrofe natural provocara de nuevo la devastación que la ciudad sufrió en aquellos duros días de 2005. Obama empleó duras palabras para el Gobierno de su predecesor Bush, cuya gestión en los días posteriores al huracán fue ampliamente criticada por muchos de los familiares de las víctimas y por los ciudadanos afectados.
El gobernador precisamente demócrata de Hawái Josh Green, ha declarado en rueda de prensa en los últimos días que: «Este es el desastre natural más grande que jamás hayamos experimentado». «También será un desastre natural del que tomará una cantidad increíble de tiempo recuperarse», añadió.
La falta de preparación de la administración Biden ante una catástrofe de esas dimensiones ha quedado al descubierto y mostrado que el presidente no ha estado a la altura de su responsabilidad, lo que podría tener consecuencias impredecibles en las elecciones de 2024.