Irak se encamina hacia la salida de las tropas extranjeras
El miembro del Comité Parlamentario de Seguridad y Defensa en Irak, Ali Al-Ghanmi, desveló esta madrugada que las fuerzas estadounidenses desplegadas en el territorio habían comenzado a retirarse de 15 bases militares, en unas declaraciones recogidas por Sky News Arabia. De acuerdo con dicha fuente, el plan del gigante norteamericano consistiría en replegar a todos sus efectivos restantes en Irak en tan solo dos bases, Erbil y Al Asad, escenario ambas del ataque iraní del pasado 8 de enero que dejó, como se ha conocido este martes, 109 soldados estadounidenses heridos por lesiones cerebrales. Todavía no se ha conocido ninguna respuesta oficial estadounidense a estas declaraciones.
Esta información ha coincido en el tiempo con otra noticia similar: Francia, Alemania y Australia habrían presentado oficialmente al Gobierno de Bagdad una petición para la salida de sus tropas. “Su solicitud ha sido establecer un calendario para la retirada de sus soldados. El próximo gobierno -pues actualmente el Ejecutivo iraquí se encuentra en funciones- asumirá la responsabilidad de establecer el calendario y la estrategia de salida para las tropas extranjeras”, comunicó al respecto un miembro del Comité de Seguridad y Defensa del Comando de Operaciones Conjuntas de Irak, Badr Al Ziyadi, al medio emiratí The National.
La publicación recoge, sin embargo, que el portavoz de dicho Comando, el mayor general Tahsin Al Khafaji, ha negado categóricamente que las tres naciones hubiesen presentado una solicitud y ha pedido “tener cuidado al transmitir la información, que solo debe ser recogida de fuentes oficiales”, según ha recogido el periódico local Al Sabaah.
Cabe recordar, en este punto, que el Parlamento iraquí aprobó el pasado 5 de enero -tres días después de la ofensiva del Pentágono que acabó con la vida del general iraní Qassem Soleimani y del vicepresidente de las milicias iraquíes pro-iraníes, Abu Mahdi al-Muhandis- el primer paso para expulsar a las tropas extranjeras del país, incluidas las estadounidenses. La moción fue posteriormente remitida al primer ministro, Adel Abdul Mahdi y, hasta este martes, no se habían conocido avances significativos, más allá de un movimiento producido en el seno político estadounidense: la derogación, por parte de la Cámara de los Representantes dirigida por Nancy Pelosi de la autorización para el uso de la fuerza militar en Irak (AUMF, por sus siglas en inglés), que entró en vigor en 2002 tras el 11-S y la aprobación del bloqueo de los fondos dispuestos para librar una presunta guerra con Irán, la cual tendría lugar presumiblemente en territorio iraquí.
Las tropas extranjeras y, sobre todo, las estadounidenses, ya han dejado de ser bienvenidas por el pueblo iraquí. Así quedó demostrado el pasado 24 de enero, cuando tuvo lugar la denominada ‘marcha del millón de hombres’, una manifestación en la que la quema de banderas y las proclamas anti-EEUU fueron la tónica predominante.
Sin embargo, cabe destacar que las autoridades estadounidenses se han mostrado recelosas a abandonar Irak en estos últimos meses. El presidente Donald Trump ha reiterado que no tienen planes de bajar de los 5.000 efectivos, el número actual desplegado, y que no saldrán del país de Oriente Medio si no son compensados por este, puesto que las instalaciones que han levantado allí han costado “millones de dólares”. Por ello, de confirmarse la información de Sky News Arabia, podría suponer un giro radical en la estrategia estadounidense, todo ello posiblemente motivado por el nuevo balance de heridos del ataque iraní contra Al Asad: 109, una cifra significativamente superior a las que se han ido conociendo desde que tuvo lugar el pasado 8 de enero: ningún herido, 11, 34 y finalmente, el más de un centenar, si bien el Pentágono ha informado de que el 70% de ellos ya han vuelto al servicio.
En cualquier caso, es necesario contemplar los escenarios que se abren de producirse una retirada del gigante norteamericano. “La salida de las fuerzas estadounidenses de Irak no creará un vacío de seguridad en el país”, ha asegurado en esta línea otro miembro del Comité iraquí, Karim Aliouli, en el medio local Al Sabaah. “Irak tiene un fuerte sistema de seguridad del Ejército, la Policía y las Fuerzas de Movilización Popular (PMF, por sus siglas en inglés) y no solo depende de las armas estadounidenses. Otros países ya se han comprometido a apoyar y a armar al país si Washington decidiera detenerse a este respecto, a saber, China, Corea del Sur y Rusia”, ha explicado el parlamentario.
Sobre el papel de este último Estado, cabe destacar que el Ministerio de Defensa iraquí ha emitido un comunicado este martes en el que se desvela que el país de Oriente Medio y Rusia están discutiendo “las perspectivas de profundizar la coordinación militar”, según ha informado Associated Press. La nota se ha publicado al término de una reunión que han mantenido el jefe de Gabinete del Ejército iraquí, el teniente general Othman al-Ghanimi, y el embajador ruso Maksim Maksimov, junto con un agregado de defensa recién llegado.
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