La fuga de gas metano tras el sabotaje a los gasoductos Nord Stream es la mayor registrada jamás
La fuga de metano de las tuberías dañadas del doble sistema de gasoductos Nord Stream es, con diferencia, la mayor fuga de este potente gas de efecto invernadero jamás registrada. El metano tiene, según los expertos climáticos, un poder de calentamiento 80 veces mayor que el dióxido de carbono. Por este motivo, al conocerse los cuatro ataques a otras tantas partes de gasoducto situadas cerca de Suecia, pero en aguas internacionales, científicos y organizaciones ecologistas han destacado el posible daño ambiental que la fuga de gas en los gasoductos Nord Stream puede estar causando en el mar Báltico tras sufrir un presunto sabotaje. Según se ha publicado esta semana después de los ataques, la propia CIA habría avisado antes a Alemania de que se estaba planificando un gran ataque energético que tendría al Nord Stream como objetivo.
Las fugas de metano pueden suponer un desastre climático sin precedentes, según los datos consultados por la cadena CBS News estadounidense.
Como se sabe, tras los tres primeros ataques a las tuberías y el cuarto posterior, el doble sistema Nord Stream está bombeando grandes volúmenes de metano hacia el mar Báltico: según la misma cadena de TV de EEUU, el resultado podría ser una descarga de metano hasta cinco veces más potente para el efecto invernadero que el liberado por el desastre de Aliso Canyon, la mayor liberación terrestre del gas natural en toda la historia de Estados Unidos, que se produjo en las montañas de Santa Susana cerca de Porter Ranch, en Los Ángeles en 2015.
La liberación de metano que se está produciendo también equivale a un tercio de las emisiones anuales totales de gases de efecto invernadero de Dinamarca, advirtió un funcionario danés el miércoles. El poder de calentamiento global es igual a dos millones de coches circulando un año entero, según señalaba en redes sociales el científico Andrew Baxter.
Respecto a la autoría de los ataques, no se conoce aún. La investigación la está llevando Suecia, puesto que se produjeron en aguas internacionales cercanas a su costa. En aquel momento, tanto Alemania como los países nórdicos acusaron a Rusia de estar contra el sabotaje, tras los cortes que ya ha hecho del suministro del gas hasta Alemania. (Precisamente este sábado ha cortado el suministro de otro gasoducto hacia Italia por «problemas logíticos»). Algunas fuentes recuerdan, no obstante, que Estados Unidos ha sido siempre enemigo del Nord Stream por la independencia energética que le proporcionaba a Europa, de la que, para más inri, sacaba Rusia beneficio económico. EEUU se quejaba de que tras tener excedente de gas por las autorizaciones del fracking de la administración Obama, Europa prefería el gas ruso a través del Nord Stream que comprar a los norteamericanos su gas licuado, que llegaría en barcos metaneros. Éste, sería, en cualquier caso más caro que el ruso.
No olvidemos, además, las declaraciones del presidente norteamericano, Joe Biden, tras su primera reunión con el recién elegido canciller alemán Olaf Scholz, el 7 de febrero de 2022. Las noticias de la inminente invasión de Ucrania por parte de Putin se sucedían aquellos días y Biden no dudó en hacer algunas consideraciones estratégicas al respecto. Dijo que si Rusia invadía Ucrania “pondremos fin al Nord Stream”. Un periodista de Reuters le insiste: «¿Cómo lo harán exactamente, si el control del gasoducto está en manos de Alemania?». «Lo haremos, se lo prometo, podremos hacerlo».
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