ENTREVISTA

Fernando Cerimedo, asesor de Javier Milei: «Necesitamos interventores para poder probar el robo de votos»

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Después de que se conociera el resultado del escrutinio provisional de las elecciones argentinas del 22 de octubre, que situaron en segunda vuelta al candidato oficialista, el peronista Sergio Massa, y al líder libertario, Javier Milei, comenzaron a surgir imágenes en las redes sociales que ponían en entredicho la transparencia de las elecciones. Fernando Cerimedo, consultor político y asesor de la campaña de La Libertad Avanza, la fuerza política encabezada por Javier Milei, confirma a OKDIARIO que el robo de votos ha sido evidente, «pero se necesitan ahora fiscales para poder ir a la Justicia y probarlo».

Las numerosas imágenes que se conocieron provocaron no sólo indignación, sino que han tendido un manto de sospecha respecto de la fiabilidad que pudiera tener el escrutinio del 19 de noviembre, cuando ambos candidatos vuelvan a medirse. Ante la dimensión del escándalo, la Cámara Nacional Electoral, tribunal encargado de la organización y control de los comicios, publicó un comunicado criticando las «invocaciones de fraude sin fundamento» que «desconocen que el único escrutinio válido es el definitivo a cargo de la Justicia Nacional Electoral». Pero el comunicado no hizo más que acrecentar los rumores y las suspicacias.

Las versiones, tanto periodísticas como en redes sociales, denunciaban una importante cantidad de irregularidades en telegramas mal cargados o mesas en las que un partido obtiene casi el 100% de los votos.  «La realidad es que hubo muchísimas irregularidades -afirma Cerimedo- pero no podemos hablar de fraude por dos cosas», indica. «Primero, porque lo que se está denunciando tiene que ver con los datos que se cargan en el Correo Argentino, que es donde se procesan los primeros telegramas que llegan con resultados de las mesas de votación», prosigue. Mientras, «la noche de la elección Smartmatic escanea los telegramas e Indra procesa los datos. Pero lo que hay que entender es que ese proceso no afecta al resultado electoral.  Para nosotros, la noche de la elección, el verdadero dato de quién gana o quién pierde está en el recuento de actas que se firman y que establecen en cada centro de votación, en cada mesa», explica.

«Hay diez 15 mesas al menos que sepamos donde Sergio Massa sacó 99%. Eso es estadísticamente imposible que ocurra, porque hay gente que dice ‘che, yo fui a votar, ahí no está mi voto’. Pero claro, el acta de escrutinio está firmada por la autoridad de mesa que designó la justicia electoral. Entonces, si no tienes un fiscal (interventor), como nos pasó a nosotros, no se puede ir a rebatir en la Justicia o decir ‘che, quiero que se abra esta urna para contar los votos’. Entonces, sí hubo muchas irregularidades, sí nos robaron, pero no podemos hablar de fraude, porque en realidad gran parte de la responsabilidad recae sobre nosotros, porque nosotros no tenemos herramientas legales para pelearlo en la Justicia», continúa.

«Si hay gente que está diciendo ‘yo voté en esa escuela, en ese colegio, en la mesa uno y aparece cero voto para Milei, me robaron el voto porque yo voté por Milei’. De esas hay muchas denuncias y la realidad es que si uno lo ve en términos legales, que te roben un voto es fraude. Pero no podemos comprobarlo porque no tenemos el acta con la firma de fiscal para pedir la apertura de la urna. Entonces, es muy difícil poder hacer el ejercicio de determinar realmente de cuánto fue la incidencia y si hubo un hecho institucional que reviste mucha más gravedad. Por eso es que estamos reforzando los controles para la próxima elección», concluye el asesor de LLA.

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