El sector latino del partido republicano se conjura contra Donald Trump
La excandidata a presidenta de ascendencia inmigrante, Carly Fiorina, ha dado un paso hacia delante a favor del senador por Texas, Ted Cruz, para que éste se convierta en el candidato republicano a la Presidencia de Estados Unidos.
El anuncio se ha producido en un acto electoral en el que esta mujer de negocios —la primera que logró dirigir una de las veinte principales empresas estadounidenses— ha confesado que «el pasado martes tuvimos una primaria y llegué a la urna. Vi mi nombre en el tarjetón y fue emocionante, pero marqué el nombre de Ted Cruz».
El apoyo sorpresa de Carly Fiorina, que había suspendido su candidatura el pasado 10 de febrero tras quedar séptima en New Hampshire, llega en un momento clave para Cruz, que está enfrascado en la disputa que le enfrenta a Donald Trump para dilucidar quien de los dos es el candidato final de la formación conservadora.
«Cuando eres un líder, debes desafiar el status quo, y cuando lo haces, ganas enemigos», precisó Fiorina al respecto de Cruz, quien viene de ganar el pasado fin de semana los caucus republicanos de un estado de tendencia conservadora como Kansas.
Donald Trump, que mantiene su ventaja sobre Cruz, está viendo cómo los sectores oficialistas y latinos del partido tratan de aunar fuerzas para evitar que sea el candidato final en la carrera por la Casa Blanca.
A pesar de ello, las victorias del empresario en Michigan y Mississippi confirman su preponderancia hasta el momento ya que en ambas ubicaciones lo consiguió con facilidad. De hecho, la victoria en Michigan es especialmente importante porque le otorga 59 delegados —más de lo habitual— y supone un respaldo en un estado grande de población diversa.
El factor latino
Dada la agresiva campaña electoral de Donald Trump, especialmente contra los inmigrantes latinos, parece que este colectivo apoyará sin fisuras a Ted Cruz.
Según una encuesta publicada a finales de febrero por Univisión y The Washington Post, sólo el 16% de los votantes hispanos tienen una opinión positiva al respecto de Trump. Además, el 81% lo cataloga como el peor de todos los candidatos posibles dentro de las filas republicanas y demócratas.
Una encuesta realizada a finales de 2015 señala que su reputación habría empeorado en un 10% desde entonces hasta ahora. Por todo ello, parece que los inmigrantes que tanto protagonismo han tenido en sus discursos pueden ser claves para apearlo de la posibilidad de ser presidente.