El Gobierno de Colombia inicia un «proceso de paz» con el ELN antes de cerrarlo con las FARC

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El gobierno de Colombia y la guerrilla del ELN han anunciado este miércoles en Caracas el inicio de un proceso de paz, que se suma al que avanza en Cuba con las FARC, para acabar con medio siglo de conflicto armado.

Las partes «han convenido instalar una mesa pública de conversaciones […] con el fin de suscribir un acuerdo final para terminar el conflicto armado y acordar transformaciones en búsqueda de una Colombia en paz y equidad», señaló una declaración leída por los jefes de las delegaciones: Frank Pearl, por parte del gobierno, y Antonio García, por el ELN.

La mesa será establecida en Ecuador, y los diálogos transcurrirán además en Venezuela, Chile, Brasil y Cuba, que junto con Noruega serán los «garantes» del proceso, añade el acuerdo suscrito en la cancillería venezolana.

En una alocución en Bogotá, el presidente colombiano, Juan Manuel Santos, dijo que las negociaciones arrancarán «tan pronto queden resueltos unos temas humanitarios, incluido el secuestro», una práctica cuyo fin exigía para iniciar la fase pública del proceso.

Tras el anuncio, el mandatario venezolano, Nicolás Maduro, recibió a los negociadores en el palacio presidencial de Miraflores, donde afirmó que el Gobierno de Venezuela es «el aliado más grande que tiene el presidente Santos» para llegar a la paz. «No son caminos fáciles, pero sabemos que sólo a través de la paz es posible construir lo que se han propuesto», dijo Maduro a los delegados tras enseñarles una espada del líder independentista Simón Bolívar.

Por su parte, el canciller ecuatoriano, Guilaume Long, aseguró en Twitter que Ecuador ayudará «en todo lo necesario», mientras que el secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, expresó que es un paso «esperanzador» y ofreció «todo el apoyo» del organismo.

El gobierno de Santos y el Ejército de Liberación Nacional (ELN, seguidores del Che Guevara) –segundo grupo rebelde colombiano después de las FARC– también convinieron que las conversaciones serán «directas e ininterrumpidas» y ejecutar con «celeridad» la agenda de seis puntos.

Esas temáticas son: participación de la sociedad en la construcción de la paz, democracia para la paz, transformaciones para la paz, víctimas, fin del conflicto armado e implementación de los acuerdos.

Santos declaró además que el proceso con el ELN será de una «naturaleza muy distinta» al de las FARC, porque son guerrillas «muy diferentes».

También indicó que la negociación con el ELN tendrá que adaptarse a organismos que el Gobierno prevé crear después de la firma del acuerdo final con las FARC, como la Comisión de la Verdad y el Tribunal para la Paz, o procedimientos para el cese del fuego y de hostilidades definitivo.

El inicio de negociaciones se anuncio tras diálogos exploratorios que se llevaron a cabo entre enero de 2014 y marzo de 2016 en Ecuador, Brasil y Venezuela.

El proceso se suma al que avanza desde hace más de tres años en Cuba con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC, comunistas), principal y más antiguo grupo insurgente del país.

En un mensaje en Twitter, el jefe negociador de las FARC en la Habana, Iván Márquez, saludó como «un momento histórico para Colombia» el inicio de esas negociaciones, anotando que ambos grupos están «en marcha hacia la paz con justicia social».

Una «oportunidad»

«Un proceso con el ELN significa que Colombia tiene la oportunidad de cerrar completamente los 52 años de conflicto armado», dijo a la AFP Kyle Johnson, analista del International Crisis Group (ICG). Ahora que el gobierno y las FARC están en la recta final para sellar un acuerdo, «el ‘postconflicto’ no sería completo en todas las regiones del país sin un proceso de paz exitoso con el ELN», agregó.

Fundado en 1964 bajo influencia de la revolución cubana y la Teología de la Liberación, el ELN tiene unos 1.500 combatientes pero cuenta con una amplia red de apoyo de milicianos y simpatizantes en todo el país, según fuentes oficiales.

«El ELN es menos pragmático que las FARC y no funciona tanto como una organización vertical, lo cual ha hecho más compleja la negociación de una hoja de ruta», señaló una fuente del Gobierno.

La fase exploratoria con el ELN, que avanzó sin un alto al fuego –a lo que se oponía Santos por considerar que podría fortalecer al grupo– pareció estancada en febrero. Ese mes la guerrilla realizó múltiples atentados para conmemorar la muerte de sus dirigentes históricos.

Pero en los últimos días el ELN dejó en libertad a un funcionario secuestrado hace seis meses y a un militar, cuyas liberaciones eran una condición de Santos para iniciar cualquier negociación pública.

El conflicto colombiano, que comenzó como una sublevación campesina en los años 1960, ha enfrentado durante más de 50 años a guerrillas de izquierda, paramilitares de derecha y fuerzas públicas y deja 260.000 muertos, 45.000 desaparecidos y 6,8 millones de desplazados.

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