La cruzada de Elon Musk por los miles de niñas violadas por musulmanes amenaza con tumbar a Keir Starmer
El primer ministro, acorralado, preparara una inminente respuesta oficial al millonario sudafricano
El mundo asiste horrorizado a la difusión de abominaciones que ocultó la prensa inglesa durante décadas
Antes de la campaña de Musk ya se habían recogido dos millones de firmas pidiendo la dimisión de Starmer
El caso de las miles de niñas británicas que fueron violadas durante décadas por bandas de pakistaníes acorrala a Keir Starmer. El primer ministro inglés llegó a Downing Street aplicando una política de hierro en su política de proteccionismo extremo a la emigración islamista. Sin embargo su castillo de naipes está. apunto de ser derribado ante el soplo de un enemigo formidable. Elon Musk va a por él y exige responsabilidades penales. Starmer, contra el que ya se habían reunido en su país más de dos millones de firmas, está aterrorizado porque sabe que no sólo está en juego su cargo, sino que puede acabar entre rejas, el mismo lugar al que ha enviado a cientos de ciudadanos británicos por tuits o mensajes que su distópico organismo de censura calificaba de «racistas».
Las abominaciones que miles de niñas inglesas han sufrido en las últimas décadas, principalmente a manos de inmigrantes pakistaníes, y que las autoridades no sólo han ocultado, sino que han negado en infinidad de ocasiones para no ser acusadas de «racistas», circulan ahora como la pólvora por los cinco continentes difundidas por la red social de Musk, X, con todo lujo de detalles. El millonario sudafricano se ha implicado personalmente y ha iniciado un cruzada contra Starmer, que dirigió la Fiscalía inglesa desde 2008 a 2013, periodo que coincide con gran parte de esos delitos. «Es cómplice», ha dicho claramente Musk sobre Starmer.
El político laborista tiene pocos lugares donde esconderse. El mundo está horrorizado por lo que le están descubriendo y Musk no ha dudado en señalarle como «cómplice» de lo que calificó de «el peor crimen en masa de la historia de Gran Bretaña». Starmer cuenta a su favor con aliados como el canciller alemán Olaf Scholz, al que también ha señalado el millonario, y que se ha limitado a apuntar que «no hay que alimentar al troll», pero sabe perfectamente que su posición es muy delicada y prepara un comunicado oficial que posiblemente se difunda mañana lunes, y ante el que Musk, por adelantado, ya tiene respuesta: «prepárate para un descrédito épico».
Prepare for some epic cringe https://t.co/jthmUvfhzC
— Elon Musk (@elonmusk) January 5, 2025
Elon Musk, desde luego, no va a a parar. Su actual tuit fijado, en el que se describe con una horrible crudeza el tormento que tuvo que pasar una de las niñas violadas por los «grooming gangs», es la mejor muestra de ello. «Es peor de lo que posiblemente podamos imaginarnos», afirma uno de los principales colaboradores de Donald Trump a muy pocos días, por cierto, de estrenar su primer cargo político en el gobierno estadounidense, lo que le conferirá todavía de mayor poder. Poder que, sin duda, utilizará para incrementar su cruzada contra Starmer, que a su vez prepara una ley «contra la islamofobia».
It is worse than you could possibly imagine. pic.twitter.com/OeK2uVxJ93
— Elon Musk (@elonmusk) January 5, 2025
Elon Musk fue una de las principales armas del partido republicano en las pasadas elecciones estadounidenses. Tiene más de 210 millones de seguidores en todo el mundo y su influencia no hace más que aumentar ante el terror del «wokismo», que está ante el peor enemigo que se ha encontrado en toda su historia. Ya ha tumbado a Kamala Harris, ahora va a por Starmer y sus siguientes objetivos serán Scholz, Trudeau y Pedro Sánchez. De hecho, hoy mismo ha retuiteado un post de «La Razón» sobre las violaciones cometidas por extranjeros en Cataluña. Su cruzada contra el progresismo y los crímenes sexuales cometidos por la emigración ilegal están revolucionado al mundo y cambiando el discurso propagado durante décadas por la izquierda que no tenía respuesta.