La Asamblea Constituyente de Venezuela aprueba prorrogar su mandato hasta finales de 2020
La Asamblea Nacional Constituyente de Venezuela, un órgano controlado por el chavismo, ha aprobado extender su mandato hasta finales de 2020 el mismo día en que el presidente del país, Nicolás Maduro, ha pedido la celebración de elecciones para reformar la Asamblea Nacional, el Parlamento controlado por la oposición.
El pleno de la Constituyente aprobó el lunes por unanimidad una propuesta que implica extender su denominado Poder Plenipotenciario al menos hasta el 31 de diciembre de 2020, tal como habían reclamado durante la sesión varios diputados oficialistas.
El diputado Pedro Carreño ha declarado abiertamente que la Asamblea Constituyente «ha asumido el trabajo de los diputados opositores que conforman la Asamblea Nacional», «remendándole la plana a esos vagos, holgazanes, que no quieren trabajar». Según ha explicado, el órgano ‘chavista’ asumiría la función parlamentaria hasta que la comisión creada para convocar las próximas elecciones legislativas se pronuncie al respecto.
La Asamblea Constituyente es fruto de un proceso electoral celebrado en 2017 cuya convocatoria y resultado no reconocen ni la oposición ni gran parte de la comunidad internacional. Su función original es elaborar una nueva Carta Magna, pero en estos años no se han conocido avances en este sentido, y entretanto ha absorbido todos los poderes del Estado a excepción del Ejecutivo.
La omnipresencia chavista en las instituciones ha dejado sin poder a la Asamblea Nacional, un órgano que teóricamente también tiene mandato hasta diciembre de 2020 pero que ahora está en la cuerda floja. «Vamos a hacer elecciones, vamos a elecciones adelantadas de la Asamblea Nacional», ha afirmado Maduro durante un acto en el Palacio de Miraflores.
El autoproclamado «presidente encargado» de Venezuela, Juan Guaidó, ha señalado que «una nueva farsa» tan solo «agravaría» la crisis en el país sudamericano. Guaidó, responsable de la Asamblea Nacional, se erigió en dirigente legítimo de Venezuela el 23 de enero, después de que Maduro tomase posesión para un nuevo mandato que no reconocen ni la oposición ni más de 50 países, entre ellos España.