Trump amenaza con una «respuesta significativa» ante cualquier agresión a Guaidó
El enfrentamiento presidencial en Venezuela sigue concitando el interés internacional y polarizando a las grandes potencias a favor de uno u otro. Estados Unidos apoya al autoproclamado Juan Guaidó, mientras China y Rusia apuestan por el presidente Nicolás Maduro.
Cuando el mundo entero tiene los ojos puestos sobre el país caribeño y contiene el aliento para que no haya un estallido de violencia que sume más muertos a la larga lista de fallecidos, Juan Guaidó ha intensificado el pulso que mantiene contra Nicolás Maduro y ha hecho un llamamiento a la población para una concentración este miércoles en Caracas y para masivas manifestaciones este sábado, fecha que coincide con el ultimátum emitido por varios países de la Unión Europea para que el líder chavista convoque elecciones.
Por su parte, el líder chavista se ha hecho ver en público este domingo rodeado de la cúpula militar y ha anunciado una operación militar a gran escala.
Al mismo tiempo, Estados Unidos ha amenazado con «una respuesta significativa» si hay alguna intimidación o violencia contra Guaidó o contra el personal diplomático estadounidense. Además, el republicano Marco Rubio le ha dicho a Maduro que escoja cómo quiere dejar el poder: «Por las buenas, o por las malas».
Estas advertencias llegan días después de que la Casa Blanca y más de 20 países hayan reconocido al líder opositor como el presidente legítimo de Venezuela.
El Papa Francisco ha cerrado su visita a Panamá este domingo pidiendo una solución «justa y pacífica» para Venezuela.
A pesar de lo esperadas que eran las declaraciones del Papa sobre la crisis venezolana, el sumo pontífice ha evitado tomar partido sobre la situación, al contrario de lo que han hecho gran parte de los países de América Latina, la Unión Europea y potencias como Estados Unidos y Rusia que han tomado partido claramente.
«En Panamá he pensado mucho en el pueblo venezolano, al que me siento particularmente unido en estos días», ha declarado el Papa Francisco durante una visita a la «Casa hogar buen samaritano», un hospicio para enfermos de sida, en un paréntesis durante su participación en la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ).
«Ante la grave situación por la que atraviesa, pido al Señor que se busque y se logre una solución justa y pacífica para superar la crisis, respetando los derechos humanos y deseando exclusivamente el bien de todos los habitantes del país», ha añadido el primer pontífice latinoamericano.
El pasado 23 de enero, el elegido presidente de la Asamblea Nacional se autoproclamó presidente «encargado» de Venezuela para conducir al país a unas elecciones.
El hasta ahora líder de la Asamblea Nacional (en manos de la oposición al régimen chavista) ha explicado que las manifestaciones se basarán en dos demandas principales: «seguir llevando el mensaje a las Fuerzas Armadas nacionales de la Ley de Amnistía» y pedirles «que permitan la entrada de medicina y la comida» que están negociando «en distintos lugares del mundo».
A través de la denominada como Ley de Amnistía Guaidó promete perdonar a toda persona que haya colaborado con el Gobierno de Nicolás Maduro, en un intento de conseguir apoyos dentro del Ejército y Ejecutivo venezolano.
El parlamentario opositor también ha convocado otra marcha para el sábado, en la que ha pedido a los venezolanos que copen las calles de todo el país. Este sábado se cumple el límite de tiempo concedido por la Unión Europea para que Maduro convoque elecciones democráticas en el país.
«El sábado gran movilización en toda Venezuela y todo el mundo* estaremos en las calles de toda Venezuela y todo el mundo para acompañar el respaldo que le diera la Unión Europea incluso al pueblo de Venezuela, pero también el ultimátum que le dieron y que se vence el domingo donde reconocen a la Asamblea Nacional sino también la plena competencia de ejercicio de la presidencia encargada», comentó Guaidó.
Este sábado y de manera individual, Reino Unido, Alemania, Francia y España dieron a Maduro ocho días de plazo para anunciar la convocatoria de elecciones o, de lo contrario, reconocerán a Guaidó como presidente del país caribeño.
Rusia niega la ayuda militar a Maduro
Por otro lado, desde Rusia, el gobierno de Vladimir Putin ha desmentido este lunes las «teorías conspirativas» que le atribuyen y ha negado un aumento de la ayuda militar y económica a la Administración de Nicolás Maduro.
El portavoz del Kremlin, Dimitri Peskov, ha salido al paso este lunes de las informaciones publicadas en los últimos días sobre un supuesto acercamiento entre Moscú y Caracas. Así, ha desmentido que Rusia haya proporcionado escoltas para garantizar la seguridad del mandatario venezolano, según la agencia de noticias oficial Sputnik.
Para Peskov, «lo esencial ahora es que los venezolanos diriman por la vía constitucional todas las discrepancias que puedan tener»», lo que pasa en su opinión por evitar injerencias que puedan «agravar la situación».
«Lo único en que podemos ayudar es en no entrometernos, a diferencia de lo que hacen abiertamente algunos países», ha advertido, en aparente alusión al reconocimiento dado a Guaidó por países de la región y, especialmente, por Estados Unidos.
Peskov ha señalado que las autoridades rusas no han entablado ningún contacto con el presidente de la Asamblea Nacional venezolana. «Y que yo sepa, no hay planes a ese respecto», ha apostillado.
Miseria para los venezolanos
Con una crisis en Venezuela en completa ebullición y sin que parezca que hay una salida rápida a la vuelta de la esquina que de cierta seguridad a la población, analistas económicos y políticos coinciden en que la situación en Venezuela, sumida desde hace años en un caos político, social y económico, podría empeorar, no mejorar.
Maduro cuenta, de momento, con el apoyo de la cúpula militar y la estrategia de gran parte de la comunidad internacional que ha apostado por un gobierno alternativo que no tiene el poder ‘de facto’ es, cuando menos, arriesgada.
Por el momento, Estados Unidos bloqueará el acceso de Maduro a importantes ingresos petroleros a pesar del enredo financiero y legal que supone.
Asimismo, Guaidó ha reclamado al Gobierno británico que detenga la repatriación de las 31 toneladas de oro que el Ejecutivo de Maduro tiene guardados en el Banco de Inglaterra. El presidente «encargado» del país caribeño reclama que ese dinero debe servir «para apoyar la recuperación de Venezuela» .
Desde el año pasado, el país latinoamericano ha intentado en varias ocasiones retirar el oro que tiene en la institución británica por el temor a sanciones internacionales y posibles embargos económicos, en un momento en el que la nación petrolera atraviesa una crisis de liquidez tras la caída de su producción de crudo.
Venezuela realizó el pasado mes octubre la petición, cuando tenía 14 toneladas de oro en el banco británico. Pero en el proceso de gestión para intentar movilizar los lingotes, el emisor venezolano duplicó su cantidad de oro depositada en esa institución a 31 toneladas, equivalentes a 1.200 millones de dólares.
Esa acumulación de lingotes se debió al pago que el Gobierno de Maduro habría hecho a finales de año al Deutsche Bank para conseguir recuperar unas 17 toneladas de oro que había colocado en garantía de un préstamo de hace tres años.
Las autoridades británicas han sido reacias a movilizar los lingotes solicitados por Maduro pese a las gestiones del presidente del Banco Central, Calixto Ortega, para repatriar el oro, cuyo transporte es increíblemente costoso.
La Administración de Maduro no ha detallado el motivo por el que quiere ahora recuperar el oro, aunque desde el pasado año ha optado por exportarlo a países como Turquía, que se ha convertido en su más reciente aliado.
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