Los trucos para limpiar rieles de las ventanas o puertas correderas
El mantenimiento de las aberturas de un inmueble es fundamental para tener una buena experiencia de uso de cualquier vivienda, oficina o local comercial. Si bien muchas veces lo perdemos de vista, resulta imprescindible limpiar rieles de ventanas y puertas correderas para que éstas funcionen con fluidez, no queden a medio cerrar, etc.
Por su deslizamiento lateral y las hendijas a través de las cuales se desplazan en su eje, tanto ventanas como puertas de tipo correderas están entre las que más problemas causan a diario.
Trucos para limpiar rieles de las ventanas o puertas correderas
Con el paso del tiempo, en esos huecos tiende a acumularse suciedad, sobre todo en otoño, cuando las hojas secas sobrevuelan y quedan allí alojadas, pero también durante el resto del año, cuando estar expuestas al aire libre hace de las aberturas el lugar ideal para alojar mugre muy variada.
Al final, todo se resume a saber cómo limpiar los rieles de conducción de puertas y ventanas, ya que más allá de la suciedad que podemos retirar con la mano, luego hay otras partículas mínimas que son las que obstaculizan el deslizamiento correcto de las aberturas. En ellas hay que fijarse.
Para eliminarlas, nuestra recomendación es que utilices jabón de lavavajillas, que tendrás en casa si cuentas con este electrodoméstico, porque es menos perjudicial para la salud humana que otros productos químicos que se comercializan para estos sitios en concreto.
Una vez que hayas retirado la suciedad más evidente, con tus manos o mejor aún un aspirador, tienes que buscar una botella con sistema de rociador, colocando en su interior agua tibia con el jabón. Conviene que pongas unas gotas para no desperdiciarlo ni dificultar el rociado.
Ya rociados los rieles, deja que el líquido haga su efecto sobre la superficie 5 o 10 minutos, dedicándote entonces a levantar los restos microscópicos, que quedarán adheridos al papel. Eventualmente, puedes usar un trapo en lugar de papel si te sientes más cómodo.
Alternativamente, si no dispones de líquido de lavavajillas, aplica bicarbonato de sodio y vinagre. Debes echar bicarbonato sobre los rieles hasta cubrirlos, y posteriormente lanzarles vinagre, esperando a que se haga una especie de pasta, pero en esta ocasión retirando con papel, para no arruinar un trapo por el efecto de la mezcla.
En caso de que los restos se resistan a despegarse, puedes repetir esta última operación varias veces hasta llegar al resultado deseado. Por supuesto, sé cuidadoso al manipular el bicarbonato de sodio y el vinagre.
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