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Cómo hacer un slackline paso a paso: así practicas tu deporte favorito

Cómo hacer un slackline paso a paso: así practicas tu deporte favorito
Cómo hacer un slackline paso a paso: así practicas tu deporte favorito

El slackline es un deporte de equilibrio en el que se utiliza una cinta plana -casi siempre de nylon o poliéster- atada entre dos árboles, con el objetivo de que quien lo practica intente caminar sobre ella sin caerse. Una de sus mayores ventajas es que todos podemos preparar las instalaciones necesarias con algo de espacio y una inversión mínima. Pero, ¿cómo hacer un slackline paso a paso?

Todo lo que te hace falta son dos árboles a una distancia prudencial de entre tres y cinco metros, una cinta tubular de esa longitud, anclajes para los extremos, mosquetones y algún material resistente y acolchado para colocar en el suelo por si hubiera accidentes.

Construye tu slackline de forma fácil y rápida

Primero, elige los puntos de anclaje a una distancia de tres metros para principiantes y de cinco metros para profesionales. Usa árboles, postes o cualquier base segura, y envuelve el lazo de la cinta alrededor del primer anclaje a un metro del suelo. Nuevamente, si eres novato sería recomendable que no te arriesgues tanto e instales la cinta a unos 60/70 centímetros.

Conectado el primer extremo, repite con el segundo y asegura los mosquetones creando un sistema de poleas con cuatro de ellos. Desde el soporte de línea, pasa la cinta de arriba hacia abajo a través del primer mosquetón unido al anclaje, y luego haz lo mismo con el segundo mosquetón. Tienes que obtener un zigzag para que la polea realmente funcione mientras caminas sobre el slackline.

Antes de finalizar, pasa la cinta de abajo hacia arriba por debajo del lazo de la cinta en el mosquetón que trabaja como soporte. Fíjate que quede firme porque de eso dependerá bloquear la posible fricción sin tener que requerir de nudos ni otras soluciones.

Prueba la línea pero sin caminar aún sobre ella, sino solamente sentándote o tratando de rebotar para ver cómo responde. Únicamente puedes dar la tarea por terminada en el momento en que seas capaz de caminar por la cinta sin tocar el suelo.

Cuando eso pase estira la línea para tensarla, dejándole un mínimo margen para que tu peso no genere el indeseado efecto rebote.

Al final puedes liberar el nudo de fricción tirando la cinta en la dirección opuesta a la que la apretaste, lejos del anclaje más cercano. Evitarás incidentes graves en caso de que la cinta se suelte y, por la propia resistencia, acabe saliendo disparada desde el anclaje.

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