Cómo aprender a levantarse cuando suena el despertador
Tener un buen ritmo de sueño, descansar al menos 8 horas y configurar de manera correcta la alarma, son algunas de las claves para aprender a levantarse cuando suena el despertador.
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¿Cuántas veces te ha sonado el despertador y esos «cinco minutos» de más te han llevado a que te duermas y llegues tarde? Algunas personas son capaces de salir de la cama nada más sonar su alarma o despertador, y tú también puedes hacerlo, solo te hace falta un poco de voluntad y seguir esta guía de pasos en la que te explicamos de forma fácil, Cómo aprender a levantarse cuando suena el despertador.
Levantarse por las mañanas con el ruido del despertador es algo que no le gusta a nadie y aunque muchas personas no dudan en levantarse nada más apagarlo, otras en cambio deciden programar que vuelva a sonar un poco más tarde, alargando una acción que les puede llevar a acabar durmiéndose incluso una hora o más de lo que deberían. Dependiendo de las circunstancias es posible que el hecho de dormirse no tenga consecuencias, pero si te has puesto el despertador es porque tienes que ir a trabajar, a estudiar o alguien te está esperando, de modo que no vuelvas a dormirte, y sigue estos pasos que te indicamos.
Pasos para aprender a levantarse cuando suena el despertador
La actitud es la clave para lograr levantarse cuando suena el despertador, y aunque estando dormidos es complicado ser positivos y tener ganas de comenzar el día, lo cierto es que si piensas en las cosas nuevas que te esperan antes de que te duermas, quizás al despertarte con el ruido de la alarma, tengas más ganas de salir de la cama.
- Al margen de la actitud, una de las primeras cosas que debes hacer para aprender a levantarse cuando suena el despertador es establecer un ritmo y unas horas de sueño que garanticen el descanso. Si solo duermes cuatro horas, es normal que al sonar la alarma del despertador, quieras seguir durmiendo. Debes procurar dormir una media de 8 horas seguidas o al menos intentarlo, es decir, irte a la cama 8 horas antes de que la hora fijada en el despertador de modo que tu cuerpo y tu mente se acostumbren a este nuevo ritmo.
- También será bueno que antes de acostarte, hayas cenado algo ligero para que puedas dormir sin pesadez de estómago y que incluso hagas algo de ejercicio para que al entrar en la cama tengas ganas de dormir y no estés tentado a poner la televisión, mirar el móvil o empezar a dar vueltas en la cama.
- Si logras establecer un buen ritmo de sueño, el despertador dejará de ser un enemigo, pero si todavía te cuesta levantarte por las mañanas, debes seleccionar un sonido de alarma que no te asuste nada más comience a sonar. Puedes programar una cuyo sonido sea progresivo y vaya «in crescendo» a medida que va sonando para que puedas despertar poco a poco.
- También puedes decidir colocar el despertador algo alejado de la cama, de modo que sí o sí te obligue a levantarte para pararlo. En este sentido deberás programar el despertador para que no pare de sonar y así llegará un momento en el que no aguantarás más y saldrás de la cama.
- Si tienes un familiar o un amigo que se levanta antes que tú puede hacerte el favor de ser él tu despertador. Pídele que te llame por teléfono para que te despiertes, hablar con esa persona quizás te sirva para motivarte y salir de la cama.
- También puedes aprender el método de despertarse con el aroma del café. Una solución para los más dormilones es tener una cafetera que se pueda programar y que haga el café a la vez que suena la alarma. El olor del café por la mañana te hará salir seguro de la cama de inmediato aunque tengas que tener la cafetera instalada en tu dormitorio.
- Por último, debes procurar que tu primer pensamiento y acción nada más sonar el despertador sea algo positivo y no algo negativo ya que pagarás tu enfado con la alarma. Piensa en una persona que te motive, llama a tu mascota para que salte encima de la cama o si tienes pareja puedes darle un bonito beso de buenos días.
Una vez hayas logrado acostumbrarte a que el despertador es solo una herramienta a la que sacar partido y no tu enemigo, podrás comenzar el día con mejor actitud, y sobre todo no olvides ponerte en marcha nada más despertar y tomar un buen desayuno lleno de energía.