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Así puedes aprender a leer partituras: más fácil de lo que crees

Así puedes aprender a leer partituras: más fácil de lo que crees
musica clasica

Si alguna vez has ido a un concierto, habrás notado que la mayoría de las veces los músicos no improvisan sobre el escenario sino que siguen sus partituras. Básicamente, esto es lo que permite que los integrantes del grupo funcionen como uno sólo y que el resultado sea de calidad. Sin partituras, la banda podría sonar desafinada. ¡Aprende a leer partituras de forma fácil y rápida si te interesa este tema!

El caso es que la música escrita es un lenguaje que se ha ido desarrollando con el transcurso del tiempo. Algunas de las obras escritas que se interpretan actualmente llevan más de 500 años volcadas al papel.

Eso se debe a la existencia de las notas musicales, es decir, de la representación del sonido mediante símbolos, los cuales incluyen desde notaciones básicas para el tono, la duración y el compás, hasta descripciones más complejas que se refieren a la expresión, el timbre e incluso los efectos especiales. Es un proceso que precisa de concentración, atención y años. No se aprende a leer partituras de la noche a la mañana.

Tutorial para aprender a leer partituras

  1. Domina el pentagrama

Lo primero que tienes que hacer es familiarizarte con el pentagrama. De un sólo vistazo debes comprender qué dice. Se trata de un conjunto de cinco líneas dispuestas en paralelo, con espacios que se forman entre ellas.

Para referenciar tanto las líneas como los espacios se les adjudica un número, que siempre avanza desde el menor hasta el mayor -de la parte inferior del pentagrama a la parte superior-. Busca datos e información para entender bien el pentagrama.

La clave de sol

La clave es ese signo parecido a un símbolo de cursiva grande que se ubica en el extremo izquierdo del pentagrama. Éste alude al registro en el que debes tocar cualquier instrumento que te interese.

Esta letra G latina estilizada representa al sol en diversas culturas. Al colocar notas en el pentagrama en clave de sol, las notas adquieren valores. Según dónde estén, representarán unas notas u otras. E incluso, tenemos técnicas de memoria para que los novatos no lo olviden.

  •     De abajo a arriba, las cinco líneas representan las siguientes notas: mi sol si re fa. «Mi Sol Si Reluce Fastuoso»
  •     De abajo a arriba, los cuatro espacios representan las notas: fa la do mi. «Fabrica La Dorada Miel»

Algo parecido pasa con la clave de fa, que es la que guía los instrumentos de registros más bajos, como la mano izquierda del piano, el trombón, el bajo, etc.

Por último, este primer acercamiento supone aprender las partes de una nota. La cabeza, la plica y el corchete. Así que estudia muy bien sus significados.

  1. La métrica y el tiempo

Una vez que sepas qué debes tocar, tienes que saber la velocidad a la que deberías hacerlo. Las líneas verticales delgadas que cruzan el pentagrama en intervalos regulares representan el espacio entre las líneas. Si sueles bailar o tocar algún instrumento en casa, habrás percibido que la música posee un tempo.

De todas las métricas y tiempos, quizás la más recomendable para los principiantes sea el tiempo 4/4 o «tiempo común”, con cuatro pulsos por medida.

  1. El ritmo

Al igual que la métrica y el tiempo, el ritmo existe para que no te pierdas. Si la métrica indica la cantidad de tiempos, el ritmo señala cómo usarlos. Prueba esto: golpea la mesa con tus dedos, haciendo 1-2-3-4 1-2-3-4. ¿Aburrido, no? Ahora hazlo pero golpeando más fuerte en los números impares.

Probablemente sentirás que algo se apodera de ti y te pide seguir. Ese «algo» es el ritmo. Y está compuesto de silencios, además de notas.

Como complemento a lo anterior están las ligaduras y los puntos. No vamos a profundizar en ello porque hay aspectos más esenciales en los que detenernos, pero, para que te des una idea, a una nota con punto se le aumenta la mitad de la duración del valor original. También las ligaduras aumentan el valor de la nota.

  1. La melodía

Debes aprender la escala de «do», compuesta de ocho notas. Lo primero es tararear las notas en voz alta, lo que te permitirá adquirir velocidad a la hora de leerlas. Es un talento en cierto modo innato, más simple de desarrollar en niños que en adultos.

Si ya no eres joven no te preocupes, porque con un poco de práctica, vas a obtener la habilidad suficiente para deslumbrar a tus conocidos.

  1. El resto de las cosas

Una vez que controles la melodía, será el turno de sostenidos, bemoles, becuadros y claves, como asimismo de la dinámica y la expresión. Todo ello queda para más adelante y, como alguien que recién está dando sus primeros pasos, de momento tendrías que ocuparte solamente por aprender a leer la partitura sin tener encima tu instrumento.

Sólo cuando te hayas familiarizado con ella puedes sumar a la práctica tus instrumentos de cuerda, de viento, de percusión o eléctricos.

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